Felipe Arizmendi Corredor

Licenciatura en Matemáticas

Universidad Sergio Arboleda

III Semestre 

"Quiero enviarle un agradecimiento muy especial a la fundación del club los lagartos, por toda la colaboración que me han brindado a lo largo de esta crisis mundial, haciendo posible que siga con mi sueño de graduarme de mi carrera universitaria, colaborando me y brindando me mucho apoyo para seguir adelante, de corazón muchas gracias."

Carlos Mario Aguiar Trujillo

Ingeniería Civil

Universidad Minuto de Dios

III Semestre

"El día de hoy me dirijo hacia ustedes, con el fin de agradecerles por esta gran ayuda para mi... esta ayuda me servirá demasiado para poder solventar algunos gastos en mi formación universitaria, adquiriendo mejores equipos de cómputo para poder mejorar en las clases virtuales en este nuevo semestre. 

Estaré eternamente agradecido con el Club y con la Fundación, por brindarme esta enorme ayuda para poder salir adelante, que Dios me los bendiga enormemente."

Diego F. Mateus Ramos

Entrenamiento deportivo

Fundación Univ. del Área Andina

VIII Semestre

"Quiero agradecer a la fundación del club los lagartos  por apoyarnos en estos momentos tan difíciles y permitirnos seguir adelante con nuestros sueños gracias fundación club los lagartos."  

Didiher F. Vargas Velásquez 

negocios internacionales

Fund. Univ. Colombo Germana  

V Semestre 

"Les quiero agradecer a cada miembro de la fundación por apoyarme a continuar con mi carrera en estos tiempo tan difíciles, mil y mil gracias por brindarme su mano amiga, que el señor Jesucristo les multiplique y les llene de bendiciones sus empresas , trabajos y sus bolsillos, también les brinde salud y amor para seguir ayudando aquellos que lo necesitan."

Andrea Ruiz M.

Universidad Minuto de Dios

Asistente de banquetes

Quien se venía desempeñando como Cajera en la cafetería, gracias a su empeño, eficiencia y constancia fue considerada el año anterior para participar en el diplomado que la Fundación apoyó para mejorar el rol frente al servicio dictado el año anterior. Esto permitió fortalecer sus competencias y mejorar sus habilidades de modo que a finales de este año fue promovida al cargo de Asistente de Banquetes.


Nasly Karina Cárdenas

Universidad ecci

ingeniería ambiental

Por medio de la presente me dirijo a ustedes, para enviarles mis más sinceros agradecimientos por absolutamente todo el apoyo económico brindado a partir del desembolso en varias oportunidades de auxilios académicos fundamentales para el desarrollo de mi carrera profesional como ingeniera ambiental, de los cuales puedo resaltar los siguientes:

Porcentajes del valor de la matrícula en varios de los últimos semestres, de mi carrera.

El auxilio otorgado, para ayuda de varios de mis gastos durante el intercambio académico realizado a México en el año 2019

 Angie N. Yopasa 

Universidad piloto

administración de empresas

Me dirijo a todas las personas que hacen parte de la fundación para expresarles mi profundo agradecimiento, esta vez por el apoyo que me brindaron en mi búsqueda laboral... 

...El apoyo que la fundación me ha brindado en mi desarrollo profesional es incomparable, espero que cada una de las personas que están involucradas en esta gran labor sepa que todos los empleados e hijos de los empleados nos sentimos enormemente agradecidos, les deseamos éxitos y bendiciones.

Sara Sofia Nontiel Nariño

Universidad cenda

licenciada en educación física

GRACIAS.mp4

PARA LA FUNDACIÓN  CLUB LOS LAGARTOS

        CON INMENSA GRATITUD Y AFECTO


Deseo compartir con mis Benefactores y con las personas a quienes Ellos quieren ayudar, una parte de mi experiencia de vida.

 De Caddie de golf a Médico Cirujano.

Ingresé al club a los 11 años de edad, cuando terminé 4º de primaria, por recomendación del profesor de golf Luis Arévalo, para no estar por la calle en esas vacaciones. Fue en diciembre de 1966 en un sábado soleado cuando lleve mi primera bolsa de tacos, pequeña, como caddie de 3ª categoría, pero para mí era enorme y muy pesada, mis compañeros del foursom más experimentados me daban consejos y en un momento me ayudaron con la talega, los socios me animaban por ser mi primer día. Mi primer refrigerio después del hoyo nueve de Corea; un paquete de papas fritas y una gaseosa Pepsi cola.

Una experiencia maravillosa, de estar al aire libre dentro de la ciudad, alternando en dos campos magníficos de golf, de un lago donde veíamos a los esquiadores hacer sus ejercicios, las canchas de tenis en polvo de ladrillo, las hermosas instalaciones del club, algo apoteósico que sin tener recursos pasaba a disfrutar de ese paraíso. Pero lo más importante, la gente, poder codearse con personalidades inalcanzables en condiciones normales, ser su consejero, su caddie de confianza y hasta regañarlos, rompiendo todas las reglas de respeto, porque no seguían mis indicaciones de profesional de golf.

Las muy queridas Señoras de la Fundación Club Los Lagartos, quienes dos años antes la habían creado, al ser ascendido a ayudante del cuarto de tacos, cariñosamente se interesaron por mi escolaridad y me prometieron su ayuda cuando ingresara al bachillerato. Terminé la primaria en el Liceo Los Alcázares ocupando el primer puesto pero me dieron una mención de reconocimiento y no el primer puesto ya que en esa época se estudiaba los sábados medio día y el rector medió el permiso no asistir al colegio e ir a trabajar al club sábados y domingos. En 1968 estuve fuera de Bogotá, y en 1969 me reincorpore al club e ingrese al colegio Benjamín Herrera, desde entonces recibí además de elogios y cariño una beca parcial para el bachillerato y dos semestres de universidad. 

Siempre sagradamente reportaba mis logros en primeros puestos como un homenaje a ese grupo maravilloso que sin ningún interés ni obligación me daban su apoyo.

En el segundo semestre de medicina en la Universidad Nacional nos cerraron la universidad por largo tiempo y ese sábado, por la cancha David Gutiérrez 7:00 am, el Doctor Rodrigo Munera Zuloaga, qepd, gerente general del banco Cafetero, me invito a trabajar al banco y trabaje en canje nocturno mientras estudiaba medicina en el día. A su vez al reingresar a la universidad conocí a mi esposa quien además de compañera de carrera se convirtió en mi compañera de toda la vida. Con muchas dificultades, pero con mucha fortaleza decidimos ser; cabeza de ratón y no cola de león. Fundamos una IPS hace 31 años, tenemos dos hijas maravillosas, la mayor posdoctorada en matemática pura y profesora asociada en la Universidad Nacional además de ser nuestra gerente y la menor, doctora en biología y trabaja en investigación de cáncer con una multinacional en Múnich Alemania. Mi esposa, medica cirujana, especialista en salud ocupacional y epidemióloga, todos doctorisimos en casa y una hermosa nieta, este año mayor de edad, graduándose de bachiller en el colegio Rochester y con cupo en una universidad en Dublín. Hemos viajado por América y Europa, actualmente el ultimo logro fue llevar a nuestro personal con todo pago a Cartagena por 3 días para celebrar los 31 años de inaugurada nuestra IPS, nos desplazamos 27 personas.

Eso de ser caddie no es vida, es un ¡vidononon!, es una verdadera comunión con la naturaleza, puede uno ver y sentir en la piel, en los pies descalzos el clima, la hora, la dirección del viento, predecir los momentos de frio, de calor, de lluvia en este sitio de eterna primavera, acompañados de muchas aves, caminar 8 horas continuas con peso, que nos daba una muy buena salud y resistencia, pues en el colegio era para atletismo el de mejor resistencia en los 5000 y 10000 metros. Cuando no estaba trabajando, disponía de una biblioteca que acondicionaron las Señoras de la fundación para los caddies, Algo maravilloso, tenía en mis manos el libro de “cara y sello”, de un autor considerado entre los 100 mejores narradores en los estados unidos, Fernando Ponce de León, qepd y fui su caddie y de su hermano gemelo. La vida medio la oportunidad de rendirle un homenaje póstumo, junto con su familia, en una tertulia literaria.

Solo me queda agradecer esta maravillosa vivencia con los socios del Club Los Lagartos, quienes nos dieron la oportunidad de trabajo, nos proveyeron el sustento, nos enseñaron, a la Señoras de la fundación, tan amorosas, tan dedicadas, preocupadas por sus colaboradores,

mis compañeros trabajadores y mis compañeros caddies, pues además tuve el privilegio de rotar por varios servicios del club, con mi remoquete de pescadito, en el cuarto de tacos, ayudante del bar, en los vistieres de niños y señores, en la cafetería de niños, en la de tenis, como apuntador en los torneos internacionales y termine como caddie los fines de semana, y ahora como médico cuando es oportuno.

Indudablemente esto es una pequeña muestra de agradecimiento pues entre anécdotas y enseñanzas nos daría para un hermoso libro de varios capítulos.

¡ Señoras no fue en vano su arduo trabajo ! 

¡muchas gracias!

 Atentamente,

Luis Carlos Dorado Ayala