La Educación Tecnológica como parte de la educación básica dio inicio con la incorporación de las manualidades en primaria y, posteriormente, con la inclusión de la enseñanza de oficios en la educación secundaria. El espíritu práctico de estas actividades es explicable por el contexto nacional, donde el desarrollo inicial de la industrialización requiere trabajadores que cuenten con conocimientos y habilidades básicas sobre diversos aspectos laborales. En décadas recientes la educación tecnológica se ha orientado hacia una formación para el trabajo bajo una concepción de tecnología como ciencia aplicada.