Esta semana, nuestro aula se transformó en un espacio lleno de texturas y colores.
Invitamos a los niños y niñas a descubrir una instalación sensorial de papel y cartón, donde el color fue el gran protagonista. Había cajas de cartón para entrar, esconderse o apilar, tiras de papeles de colores que se movían con el aire, y un gran suelo cubierto de materiales para arrugar, romper, pisar o lanzar.
Rasgar, arrugar, enrollar, esconderse, observar cómo el papel volaba o se deslizaba por el suelo fueron algunas de las acciones que surgieron de manera espontánea.
Esta propuesta nos permitió trabajar la experimentación sensorial, la motricidad fina y gruesa, la curiosidad y la creatividad. A través del juego libre, cada niño y niña fue descubriendo las posibilidades de estos materiales tan cotidianos.