ACADEMIA

Cuidando la vida en medio de la precariedad: algunas reflexiones teóricas y políticas

 

El objetivo de la reproducción social es sostener la vida, esta se basa en la interdependencia y posiciona la sobrevivencia como un asunto colectivo. “Nadie puede sobrevivir por sí mismo y mucho menos a medida que la precarización del mercado de trabajo se acentúa” consideró la Dra. Natalia Flores Garrido, Investigadora asociada del Centre for the Advancement of Non-Racialism anf Democracy (Canrad) de la Universidad Nelson Mandela, durante la cuarta sesión del Seminario permanente sobre necesidades y problemas sociales en México: Trabajo de cuidados en contextos de desigualdad social. 

Al abordar la temática Cuidando la vida en medio de la precariedad: algunas reflexiones teóricas y políticas, el 28 de marzo a través del canal de YouTube de la Escuela, señaló que no se pueden entender las condiciones de cuidados sin considerar el vínculo vital del ámbito de la producción, “es necesario entender el contexto económico, las transformaciones que se van dando y cómo implican éstas una reorganización de la reproducción social”, señaló la especialista.

El trabajo de cuidados implica actividades específicas que permiten la sobrevivencia y reproducción cotidiana de relaciones sociales, de esta manera existe un vínculo con la clase social y condiciones en que se realiza este tipo de trabajo, refirió. 

Apuntó que para abordar este tema es necesario centrarse en quien hace el trabajo, quien se beneficia y con ello analizar las desigualdades sociales y relaciones de explotación u opresión en la sociedad que se encuentra organizada a partir de las clases sociales. “El trabajo es una relación social indispensable para entender cómo se generan y reproducen desigualdades”.

Explicó que, la reproducción social es una categoría que comprende los procesos de socialización y subjetivación de los seres humanos, así como las formas de intersubjetividad, “el cómo vamos creando la sociedad y cómo participamos en ella, es decir, son las relaciones sociales que permiten mantenernos vivas y vivos que van a mantener un vínculo indisociable con la clase social”. 

Esta reproducción social implica por lo tanto, el sostenimiento del cuerpo como el primer elemento, de esta manera el trabajo de cuidados permite vincular las esferas de la producción y reproducción social, articuladas en una totalidad capitalista, consideró.

Al respecto agregó “que los feminismos de la reproducción social retoman la metodología marxista para teorizar cómo es que estas dos dimensiones interactúan, y cómo es que la lógica de acumulación /desposesión requiere de trabajo gratuito de reproducción de la clase trabajadora. Por lo tanto, para las teorías de la reproducción social de los trabajos de cuidados no pueden entrar en grandes narrativas sobre los cuidados, sino que es una forma de teorizar cómo es que género, raza y clase se concretan a través de relaciones sociales de producción y reproducción específicas”.

El trabajo de cuidados tiene un vínculo con la organización social, que se da a partir de la diferenciación de clase, y para teorizar esta relación entre lo que pasa en el mercado y en el ámbito de la sobrevivencia, las teorías de la reproducción social son útiles para visualizar las condiciones de desigualdad.

Abordó la precarización en diferentes dimensiones: 

1) en el mercado de trabajo la cual ha sufrido profundas transformaciones que representan un empeoramiento de las condiciones de trabajo remunerado, dando lugar a trabajos precarios, sin estabilidad temporal, ingresos insuficientes, sin estructuras colectivas que puedan defender los derechos sociales.

2) La precarización en términos de derechos sociales que da acceso a un ingreso limitado, sin servicios públicos como la educación, salud, cuidados.

3) Precarización en las condiciones de sobrevivencia y reproducción, las estructuras colectivas de reproducción social se han debilitado afectando el estado de bienestar. 

“Estas transformaciones en el ámbito de lo productivo y lo público van a implicar una reorganización de la reproducción, de manera tal que los actores como la familia y la comunidad tienen que responder a estos cambios” explicó.

Las y los trabajadores tienen que resolver sus necesidades vitales, a partir del trabajo no pagado, lo que permite que el capitalismo continúe con esta lógica de producción, que además se articula con lógicas comunitarias como el parentesco, la familia, amistad que están basadas en los afectos y relaciones sociales que construimos. “En esta relación social de reproducción es donde con mayor fuerza se concretan antagonismos de género, raza y clase” indicó.

Cuando el mercado expulsa a trabajadoras, trabajadores y a las familias de la posibilidad de acceder a los servicios de cuidado, el mercado muestra la precariedad exacerbada y exige una reconfiguración de la reproducción social.

Para visualizar la cuarta sesión completa visita:

https://www.youtube.com/watch?v=5Lhe5C6qSuQ&t=4029s