Violencia de género interpersonal

La violencia de género es un problema global tanto en países desarrollados como subdesarrollados, le sucede a 1 de cada 3 personas en el mundo, afecta principalmente a mujeres y niñas en cada una de sus etapas de desarrollo en los diferentes ámbitos sociales, económicos, étnicos. Sin embargo aunque en varios países hay estadísticas de la violencia basada en género, es muy difícil obtener datos entre países debido a la manera en que se recaba la información, señaló la Dra. Christine Walsh, profesora de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Calgary, quien brindó una conferencia magistral denominada “Violencia de género interpersonal”, el 13 de febrero en el auditorio 8 de marzo de 1857.

La especialista señaló que de acuerdo con las Naciones Unidas, la violencia contra la mujer es definida como cualquier acto o acontecimiento de violencia basada en el género, que resulta en cualquier tipo de sufrimiento o daño en aspectos físicos, sexuales o psicológicos. “La violencia contra la mujer es una violencia a los derechos humanos” expresó.

Explicó que la violencia de género se divide en 2 partes: 1) cuyos factores de riesgo son más interpersonales y 2) donde los factores de riesgo entran en las estructuras organizacionales.

Al referir la violencia interpersonal refirió que son actividades sexuales, psicológicas, económicas, hechas a través de un victimario, que generalmente es la pareja íntima.

Mientras que la violencia estructural o interinstitucional, habla de una inequidad estructural, y se relaciona con la familia, vivienda, incluso a nivel política nacional. Esta violencia está relacionada con el sexismo, racismo, homofobia, discriminación por clase y la globalización.

Muchas de las violencias contra la mujer se basan en las tradiciones culturales de cada lugar, así como al poco castigo que se le da a los perpetradores. Además, en México está la presencia de los cárteles que generan mayor violencia como el tráfico de personas, desplazamiento y trabajo forzado.

Agregó que, en Canadá cada 6 días una mujer muere a manos de su pareja, y la incidencia más común es en las áreas rurales. En México, en 2021 las estadísticas oficiales mostraron que el 70% de 50.5 millones mujeres de 16 años o mayores recibieron algún tipo de violencia en su vida, lo que representa el segundo país con mayor incidencia de violencia a nivel mundial, luego de Brasil.

Puntualizó que, las mujeres indígenas sufren mayores violencias además de su género por su condición étnica. Del mismo modo que las minorías, como la población LGBTIQ+, quienes también deben ser considerados en la garantía de derechos, es necesario normalizar la existencia de las minorías, y trabajar los estigmas construidos socioculturalmente para evitar la violencia hacia estos grupos.

La incidencia de la violencia contra la mujer también es recurrente en países con inestabilidad política o que presentan desastres climáticos.

Consideró que la equidad de género, los ingresos y empleo son maneras efectivas de reducir la violencia contra la mujer. Es necesario promover programas educativos con equidad de género. “Aún falta mucho para hacer frente a la cultura machista, responsable de perpetuar la subordinación de las mujeres” dijo.

Propuso que se requiere de mayor incidencia masculina en las intervenciones y programas, la cultura cambia las leyes, además es necesario un compromiso de los gobierno. “Desde Trabajo Social debemos enfocarnos en que la sociedad y las comunidades incrementen la importancia de la dignidad y el valor humano para lograr una sociedad libre de violencia” finalizó.