ACADEMIA

Acciones para erradicar la violencia

6ª Sesión del Seminario Universitario “La familia en las sociedades contemporáneas”

El 15 y 16 de noviembre se llevó a cabo la 6ª Sesión del Seminario Universitario “La familia en las sociedades contemporáneas” que abordó el tema Acciones para erradicar la violencia, coordinado por el Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural e Interculturalidad (PUIC) UNAM, en colaboración con la Coordinación de Humanidades y la Escuela Nacional de Trabajo Social.

Las consecuencias del coronavirus fueron múltiples, ya que profundizó la pobreza, la desigualdad y las violencias. La violencia doméstica particularmente contra la niñez, la juventud y las mujeres durante el periodo del confinamiento se visibilizó aún más. Ante ello es necesario el análisis desde Trabajo Social, desde las diversas concepciones estratégicas, metodologías y formas de repensar los modelos de intervención social, familiar desde un enfoque multidisciplinario, por lo que es imperativo actualizar las categorías de análisis, las perspectivas críticas y los aportes multidisciplinarios, consideró la Mtra. Carmen Casas Ratia, Directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social durante la sesión inaugural realizada en modalidad virtual a través del canal de YouTube del PUIC.

“Se deben analizar las violencias suplementarias, de parejas, de padres a hijos, de hijos a padres y abuelos, observar los testimonios de vida, las trayectorias de transformación al interior de las familias, lo que se ha agudizado en confinamiento” dijo.

Destacó la pertinencia de las ciencias sociales y humanas en las intervenciones con las familias, el reconocimiento de diversidades que atraviesan procesos de desigualdad, pobreza, violencia y discriminación. “Ahora podemos valorar con elementos diagnósticos científicos e historias de vida el mito de que las familias nucleares funcionan mejor que las familias alternativas o diversas, debemos evitar emitir juicios esencialistas de que unas familias son mejores que otras, evitar subrayar rasgos patológicos de unas contra otras. Es la cualidad de las relaciones, la formas de ser familia, la capacidad y disposición de dotar cariño, protección lo que hace posible el hábitat, la construcción y reconstrucción del tejido social” subrayó.

Por su parte el Etnólogo, José del Val, Director del PUIC, refirió que entre las diversas problemáticas que enfrentan las familias en el contexto actual una de las más graves es la violencia, que amenaza la estabilidad de esta institución social y propicia que se instale una matriz de violencia que produce la fragmentación del tejido social, ya que la familia desempeña una función social determinante en el desarrollo económico, político, cultural y social del país.

Informó que de acuerdo el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, posterior al confinamiento la violencia familiar presentó un incremento alarmante. Por lo que este seminario resulta necesario para generar estrategias y alternativas, propuestas de prevención, abatimiento y erradicación.

Las familias deben de ser estudiadas desde un enfoque inter, multi y trans disciplinar. Las familia es un elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección, por ello a través de la mirada académica es necesario generar estrategias para combatir la violencia familiar, uno de los focos rojos presentes en la agenda nacional, considerando 2 ejes importantes el género y la procuración de justicia comentó la Dra. Gabriela Ríos Granados, Secretaria Académica de la Coordinación de Humanidades, UNAM.

Programas reeducativos para hombres que ejercen violencia doméstica

Las principales causas de maltratos y abusos en la violencia familiar son generadas por las creencias dominantes de género en la construcción de la identidad masculina, las expectativas tradicionales sobre las relaciones de pareja, así como los factores psicológicos y sociales. “Hablar de patriarcado y efectos del patriarcado es importante en términos de denuncia, de identificar las dimensiones del problema y la principal causalidad” señaló el Dr. Fernando Bolaños Ceballos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

Mencionó que los programas de intervención con hombres que ejercen violencia contra la pareja complementan la atención a víctimas y son parte de una respuesta comunitaria e institucional. Propuso realizar estas intervenciones a nivel grupal y recurrir a modelos teóricos-técnicos específicos y a criterios de buenas prácticas.

Existen diferentes enfoques de tratamiento que contemplan diferentes esferas humanas, abordan el aprendizaje, la historia personal y el ámbito político. Como parte de los criterios para el diseño recomendó considerar los resultados de evaluaciones y programas que se desarrollan en distintos países, mantener la metodología acorde con el objetivo primario de preservar la integridad física y psíquica de las víctimas, así como adoptar la perspectiva de género.

Planteó que como parte de la prevención primaria se requiere de mayor información y sensibilización sobre la violencia de género en la pareja, a nivel familiar, y relaciones interpersonales; así como la desnaturalización de la violencia en el noviazgo; educación no sexista en los programas educativos y prevención de relaciones de maltrato en escuelas; además de la aplicación de la legislación.

La prevención secundaria implica identificar y llevar a cabo un tratamiento precoz de maltratos emocionales o psicológicos de pareja, esporádicos o relaciones violentas en sus estadios iniciales, para brindar intervención adecuada o referir a programas y monitorear la evolución del maltrato o abusos.

En la prevención terciaria, se contempla los programas de educación dirigidos a hombres maltratadores, agresores, hombres identificados con un problema legal. Es decir, la prevención de segundo y tercer nivel atiende a poblaciones específicas dentro de una red institucional de atención a violencia familiar.

Expuso que estos programas forman parte de una respuesta social que debe estar articulada con otras instituciones locales, política pública, en niveles de prevención y con la aplicación de las leyes; sin embargo entre los desafíos está el presupuesto público para implementarlos, no hay regulación o certificación oficial de buenas prácticas, se encuentran principalmente en ciudades capitales, existen retos para la evaluación de efectividad y se deberían evaluar en su contexto particular, no hay evidencia científica publicada sobre la efectividad de algún programa mexicano.

Por su parte la Dra. Lorena Cudris Torres de la Fundación Universitaria del Área Andina expresó que la violencia se ha convertido en una problemática para la sociedad, las familias se convierten en reproductoras de estas conductas, otros de los factores sociales que son generadores de violencia son la desigualdad de ingresos, la violencia reproducida en los medios de comunicación, los efectos de la postguerra y las normas culturales.

La violencia doméstica aumentó en América Latina durante la pandemia elevando así el número de casos en donde la mujer tenía que convivir con su agresor, lo que aumentó los feminicidios, ante ello es urgente mejorar la respuesta y atención a los llamados por violencia familiar, monitorear, dar seguimiento a los casos que ya se tienen identificados y proteger a las víctimas.

Finalmente la Lic. Ana María Hernández García, Directora del Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar destacó la importancia del diagnóstico a partir de la normatividad vigente y los formatos de atención, procesos para los cuales es necesario el acompañamiento de Trabajo Social, y el desarrollo de estrategias e intervención con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para lograr efectivas sanciones a los agresores y proteger a las víctimas.