ACADEMIA

Experiencias de Trabajo Social en el campo de la investigación e intervención colaborativa.

VII Foro Enfermedades Neurológicas y Psiquiátricas.

 

La Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con el Instituto Nacional de Neurología y el Instituto Nacional de Psiquiatría, llevaron a cabo el VII Foro Enfermedades Neurológicas y Psiquiátricas, denominado "Experiencias de Trabajo Social en el campo de la investigación e intervención colaborativa".

En modalidad virtual se realizó durante los días 16, 17 y 18 de noviembre, con el objetivo de reflexionar en torno a las construcciones teórico metodológicas del Trabajo Social con relación a la práctica profesional, inter y multidisciplinar de investigación e intervención en la atención de las enfermedades neurológicas y los trastornos psiquiátricos.

A través de este foro la atención a personas con enfermedades neurológicas o trastornos psicológicos ha mejorado al incluir un enfoque multi, inter y transdisciplinar desde las construcciones teórico-metodológicas de Trabajo Social, afirmó la Mtra. Carmen Casas Ratia, Directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social, quien destacó este encuentro como un referente del esfuerzo interinstitucional en materia de atención, investigación e intervención en la salud mental, una alianza establecida desde 2014 con la ENTS.

Expresó que esta séptima edición del foro congregó académicas y académicos destacados, personal adscrito a los institutos, quienes han compartido su conocimiento y experiencias con el objetivo de resaltar la importancia de los abordajes multi, inter y transdisciplinar en la atención de las enfermedades neurológicas psiquiátricas.

Como parte de los logros de esta sinergia destacó:

La Mtra. Casas Ratia informó que, en México el 25% de las personas entre 18 y 65 años presenta algún problema de salud mental, y sólo el 3% busca atención especializada, lo que representa un desafío al considerar el contexto de la pandemia que provocó trastornos como ansiedad, depresión y desórdenes obsesivos compulsivos. “De ahí la trascendencia de este foro, un espacio donde se reconoce la importancia del apoyo psicosocial como parte de la respuesta institucional al COVID-19” dijo.

Añadió que, en la Escuela Nacional de Trabajo Social, se avanza en la actualización de la oferta de posgrado con dos especializaciones nuevas, de las cuáles una será en Salud mental.

El Dr. Eduardo Ángel Madrigal de León, Director General del Instituto Nacional de Psiquiatría, Ramón de la Fuente Muñiz, resaltó la importancia de la profesión de Trabajo Social, en actividades que trascienden en el acompañamiento de las y los usuarios.

“El departamento de Trabajo Social es un componente fundamental en la ampliación y la garantía de los servicios, así como en un amplio campo de acción traducido en proyectos de investigación conjunta que le dan solidez a las instituciones” subrayó.

El Dr. Ángel Antonio Arauz Góngora, Director General del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, señaló que “la visión del instituto es trascender más allá de la asistencia, es también tener investigación y docencia, para lo cual es importante la colaboración interinstitucional que impactará en las y los pacientes” expresó.

En el evento inaugural también estuvieron presentes: el Dr. Edgar Natal Vera, Director Médico del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía; la Mtra. Cintya Giovanna Andia Garvizu, Jefa del Departamento de Trabajo Social del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz; la Mtra. Araceli Borja Pérez, Coordinadora de Investigación de la ENTS; y la Dra. Berenice Pérez Ramírez, Coordinadora del Centro de Investigación en Estudios en Discapacidad y Salud.

 

Construcción sociocultural de mitos vinculados con trastornos psiquiátricos

Existen tres enfoques que refieren a los trastornos psiquiátricos de diferentes maneras; un primer enfoque como discapacidad psicosocial de acuerdo con la Convención Internacional de los Derechos de las personas con discapacidad puesta en marcha en 2008, perspectiva desde la cual se asume que la discapacidad psicosocial es producto social, resultado de la interacción entre una persona con un proceso psicoafectivo específico y las barreras actitudinales y del entorno.

Al hablar de discapacidad psicosocial es importante reconocer que hay una limitación en la participación plena de las personas con esta condición, señaló la Dra. Berenice Pérez Ramírez, Coordinadora del Centro de Investigación en Estudios en Discapacidad y Salud, profesora de la ENTS.

Añadió que un segundo enfoque resignifica el concepto de locura bajo un matiz político, en México promovido por el Movimiento del orgullo loco, que tiene como objetivo reivindicar la locura como parte de la diversidad humana, este movimiento denuncia la exclusión, estigmatización, discriminación, falta de oportunidades y violencia que viven las personas usuarias de los servicios de salud mental.

Un tercer enfoque lo postula el médico psicoanalista, Emiliano Galende con el concepto de sufrimiento mental, que entiende a la salud mental como un campo donde diferentes disciplinas intervienen e intentan comprender los trastornos mentales en su heterogeneidad. 

Al respecto explicó que existe un imaginario social que considera que las personas con trastorno psiquiátrico son peligrosas, impredecibles, violentas, poco confiables, incapaces, inmaduras, débiles, nociones que están basadas en mitos que impactan en sus relaciones sociales.

De esta manera, el estigma se vuelve culturalmente inaceptable e inferior y conlleva sentimientos de vergüenza, culpa y humillación. "Los mitos y el estigma no sólo son una idea abstracta, se pueden reencarnar en la persona, la cual cree todo lo que se socialmente se dice sobre ella, afectándola aún más. Los estigmas están conformados por estereotipos y prejuicios étnico raciales, de género, sexuales, clase social y edad, entre otros" dijo.

Por su parte la Mtra. Ma. de los Ángeles Rodríguez Casillas, técnica académica de la ENTS, señaló algunos de los mitos más comunes sobre los trastornos mentales, como el retraso mental, que nada tiene que ver con la inteligencia, es una discapacidad cognitiva que limita el conocimiento intelectual que impide llevar a cabo las acciones de la vida cotidiana.

Mencionó que cualquier persona sin importar espacio geográfico puede padecer de alguna enfermedad mental. Señaló que a partir del confinamiento la tendencia de padecer algún trastorno mental va en aumento. Hay una gran variedad de enfermedades mentales con síntomas distintos.

Añadió que, otro de los mitos más comunes es que las personas con trastorno mental son más violentas e impredecibles, lo cual es falso ya que la gran mayoría de las personas no son más violentas, incluso de acuerdo con las estadísticas son más susceptibles de ser víctimas de algún acto violento.

"Las personas con trastornos mentales se pueden tratar y mejorar, llevar una vida plena, productiva, las enfermedades de este tipo cuándo son controladas representan oportunidades. Algunas de ellas se pueden prevenir, evitando traumas, exposición a niveles altos de estrés, mejorando los estilos de vida y alimentación, de crianza, son muchos los recursos que se pueden utilizar como estrategia de prevención" advirtió.

Existen distintos factores que condicionan o pueden predisponer un trastorno mental, entre ellos factores genéticos, desequilibrios químicos, enfermedades físicas, causas psicológicas, el historial familiar y factores ambientales, es decir como la injusticia social, el trabajo altamente estresante, la carencia económica, la violencia al interior de la familias, comunidades, aspectos que han derivado en un incremento importante de trastornos en diferentes sectores de la población, indicó la Dra. Berenice Pérez Ramírez.

Las panelistas concluyeron que el eje de atención de la salud mental no debe ser sólo en el tercer nivel sino desde el primer nivel. La atención debe estar enfocada en servicios integrales que apunten a la identificación del malestar considerando varios factores como el ambiental. "Se debe repensar el modelo biomédico que guía la práctica, la organización y administración de los servicios para generar modelos que vayan más allá del síntoma y que contemplen otros elementos relacionados como las dimensiones económicas y sociales; se requieren de políticas articuladas, integrales. La salud mental no sólo es un tema exclusivo del área de la salud, también requiere de las Ciencias Sociales que permitan comprender, lo que implica un trastorno mental.

Finalmente agregaron que las construcciones socio culturales derivadas de los estigmas llevan a las personas a esconder los problemas de salud mental, a las familias a esconder a sus familiares por el miedo a la estigmatización, aislamiento que aleja a las personas de los servicios especializados de salud y no abona a su detección y tratamiento. Es importante romper estos mitos y transitar a una atención importante de la salud mental" finalizó la Mtra. Ángeles Rodríguez Casillas.

El padecer personal y familiar de las personas con epilepsia.

Como parte de las conferencias de este Foro, la Dra. Alejandra Monroy López, profesora de la ENTS, compartió una investigación realizada desde la perspectiva de Trabajo Social “La dimensión socio-cultural de las enfermedades neurológicas, el padecer individual y familiar de las personas con epilepsia atendidas en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía; Manuel Velasco Suárez”.

Señaló que la epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que se caracteriza por convulsiones recurrentes, de acuerdo con la OMS (2019), es uno de los trastornos más comunes, cerca del 80% de los pacientes viven en países de ingresos medios y bajos.

Por otra parte, en México, la epilepsia es el primer lugar de patologías neurológicas, a su vez, algunas investigaciones han estimado una prevalencia anual de 5 a 9 personas por cada mil habitantes, dicha enfermedad no sólo presenta consecuencias físicas en quienes la padecen, también involucra una serie de aspectos sociales y culturales.

Mencionó que el objetivo de la investigación fue analizar los modos de vivir y enfrentar la trayectoria de la enfermedad y la terapéutica de los pacientes con epilepsia. Respecto al marco teórico se utilizó la teoría antropológica (Katon y Kleinman, 1981; Kleinman, Eisenberg y Good, 1978), bajo el enfoque de antropología aplicada a la atención de los problemas de salud (Vargas, 2006) retomando lineamientos teóricos- metodológicos de la perspectiva simbólica (Geertz, 1992), bajo la perspectiva de Trabajo Social, considerando su construcción sociocultural.

Mientras tanto los resultados fueron categorizados para su análisis de la siguiente manera: 1) la interpretación cognitiva de la enfermedad, 2) el padecer, lo que involucra los modos de vivir y enfrentar el proceso salud-enfermedad-atención y la respuesta emocional antes ellos y 3) el comportamiento, que implica las actitudes y prácticas de las y los pacientes.

La Dra. Alejandra resaltó que la concepción cultural implica aspectos personales y sociales, que intervienen de forma directa en cómo el paciente tiene que vivir con las consecuencias de su enfermedad en su vida cotidiana, modificando planes, estilos y prioridades en su entorno.

En su oportunidad la Dra. Olga Marina Robelo Zarza, coordinadora del Departamento de Psiquiatría de Salud Mental en la Facultad de Medicina de la UNAM destacó que una de las características de las y los trabajadores sociales son las competencias, técnicas y herramientas para conocer, describir y comprender la vida cotidiana de los usuarios además de identificar las áreas de oportunidad, para lo cual es importante una capacitación constante, asesoramiento continuo y cuidado auto personal de la propia salud mental.

Por su parte la Lic. Claudia López Olmedo, Fundadora de la consultoría de Apoyo Temprano a la Familia, señaló que Trabajo Social en salud mental se ha mostrado como una especialización de trabajo interdisciplinar con el fin de enriquecer los conocimientos. "La anteposición de lo social en la salud mental es primordial para la prevención y atención oportuna en la salud mental" dijo.

En el tema de salud mental convergen distintas disciplinas que requieren a su vez de una participación interinstitucional, señaló el Dr. Quetzalcóatl Hernández Cervantes, académico de tiempo completo en el Departamento de Ciencias de la Salud de la Ibero Puebla y coordinador del doctorado en investigación psicológica, durante su participación en el foro, al abordar el modelo de acompañamiento a personas que han perdido algún familiar por suicidio, quienes se enfrentan con tabúes culturales, religiosos y sociales, que traen consigo estigmas y generalmente manifiestan sentimientos de responsabilidad por la muerte, el rechazo y el abandono. Resaltó que estos grupos de apoyo y acompañamiento deben ser espacios seguros que permitan empatía, identificación y estén libres de juicios, donde se puedan abordar dudas, temores y preocupaciones, y además desarrollen una promoción de la salud, aseguró.