ACADEMIA

Foro “La evolución de la familia y los retos que enfrentan en la actualidad los niños, niñas y adolescentes, un enfoque socio-jurídico”

 

El 17 de noviembre se realizó de manera presencial en el auditorio 8 de marzo de 1857 de la Escuela Nacional de Trabajo Social, el foro “La evolución de la familia y los retos que enfrentan en la actualidad los niños, niñas y adolescentes, un enfoque socio- jurídico" con el objetivo de construir un espacio de reflexión entre colegas de las ciencias sociales, acerca de las nuevas realidades que existen en el área socio- jurídica familiar respecto a los derechos y obligaciones que tienen las y los integrantes de la familia.

Se contó con la participación de la Lic. María de la Luz Rivero Rosas, supervisora de Trabajo Social de la Unidad Departamental de Asistencia Jurídica de la Procuraduría de Protección de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes; la Dra. Luz María Galindo Vilchis, asesora del Programa de corresponsabilidad de los cuidados para la igualdad de género de la UNAM; y el Mtro. Ricardo Pichardo Ríos, trabajador social especializado en el Centro de Convivencia Familiar Supervisada del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.

Las niñas, niños y adolescentes (NNA) muchas veces reciben violencia indirecta por parte de las figuras parentales al encontrarse en temas de guardia y custodia, la cual debe ser considerada de manera prioritaria al generar un impacto profundo a mediano y largo plazo en los NNA como bajo rendimiento escolar o aislamiento. Suelen ser ejercicios de violencia donde no se reconoce al otro, generando una violencia en el ámbito familiar que se ha naturalizado, que afecta a todos los integrantes de la familia, aseguró la Lic. María de la Luz Rivero Rosas durante su intervención.

Externó que dentro del marco normativo de acción se trabaja desde tres puntos de vista, el primero es la Convención sobre los Derechos del Niño que fue aprobada el 20 de octubre de 1989 como un tratado internacional de derechos humanos. En un segundo punto, añadió que la Constitución Política señala en los artículos 1,3 y 4 que todos los NNA gozarán de los derechos humanos reconocidos en el mismo documento, así como en tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte. Así como la Ley General de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (LGDNNA) publicada el 4 de diciembre de 2014 que establece que el interés superior de la niñez deberá de ser considerado de manera primordial.

Esta última ley es un instrumento para la protección y restitución de derechos de niños, niñas y adolescentes, se trata de un principio fundamental para la toma de decisiones desde un enfoque de derechos humanos, la cual es necesaria para la determinación, coordinación y seguimiento de métodos de protección para la restitución de derechos de NNA.

La especialista señaló la importancia de Trabajo Social en la atención de la violencia, y para humanizar la justicia, brindar atenciones profesionales de calidad y acompañar los procesos en aras de protección de los derechos de NNA. "La violencia es una contradicción en este principio, que impide el desarrollo de un sistema familiar y un sistema social sano. Es importante mencionar que, la violencia familiar se caracteriza por ser cíclica, progresiva y en muchos casos se normaliza" subrayó.

Explicó que, en múltiples ocasiones los procesos judiciales se convierten en una suerte de enfrentamiento entre madre y padre, donde uno descalifica y minimiza la figura parental del otro, impactando la salud emocional e incluso física de las hijas e hijos, generando como consecuencia a nivel cognitivo que la persona se sienta confundida, poco asertiva, con alteraciones del sueño, desinterés generalizado de las cosas que antes disfrutaba y dificultad para retomar sus actividades.

Por su parte la Dra. Luz María Galindo Vilchis destacó la importancia de reconocer las nuevas tipologías de las familias. Inició explicando que los roles determinan y comprenden las expectativas y normas que una sociedad establece sobre cómo se debe actuar y sentir en función del género, los roles femeninos son los que están relacionados con todas las tareas asociadas a la reproducción, crianza, cuidados, sustento emocional y están inscritos en el ámbito doméstico; sin embargo los roles masculinos están asociados a las tareas que tienen que ver con la productividad, la manutención y sustento económico, principalmente desarrollados en el ámbito público, por lo que se requiere de nuevas experiencias de ser varones.

Respecto a la diversidad familiar, puntualizó tres supuestos básicos: la co-residencia, el parentesco y la heterosexualidad, los cuales están insertos dentro de la heteronormatividad, en donde se da por hecho que las familias están constituidas por un hombre, una mujer y por hijas e hijos. Señaló al menos 11 tipos de familias:

Destacó que dentro de la diversidad familiar, existen familias lesbomaternales aquellas formadas por dos mujeres que tienen una relación erótico-afectiva con hijos-hijas biológicos o por elección, también hay familias homoparentales aquellas formadas por dos varones.

Ante esta diversidad la especialista resaltó la importancia de contar con políticas de corresponsabilidad, entre el Estado, familias, comunidades y los medios de comunicación, como parte de las estrategias de prevención de violencia hacia los NNA, de reorganización del tiempo, espacios y tareas en familiares.

Por su parte el Mtro. Ricardo Pichardo Ríos al abordar el papel profesional de Trabajo Social en la administración de justicia en materia familiar, mencionó que, dentro de la observancia en la controversia del orden familiar, repercute en afectaciones psicosociales. Detalló la reconfiguración familiar en los casos de juicio:

 

Desde Trabajo Social, con el enfoque multidisciplinario se establece la perspectiva social del conflicto, la conductual de las personas en conflicto y la jurídica. De igual modo en el perfil e historia del usuario se encuentra la dinámica familiar preexistente a la ruptura, pautas de comunicación, crisis familiares y antecedentes, consideró.

"Es importante mencionar que en estos casos se requiere de la metodología de Trabajo Social individualizado, mediante entrevistas semiestructuradas con las hijas o hijos, con los progenitores, revisión del expediente interno, observación interna de la dinámica familiar, análisis e integración de la información derivada de las entrevistas y convivencias" indicó.

Finalmente, los panelistas destacaron que la intervención de las y los trabajadores sociales se enmarca en la labor institucional, desde la que se advierte cada vez con mayor relevancia la necesidad de brindar servicios capaces de defender, proteger y garantizar el pleno ejercicio de derechos de NNA, sobre todo cuando se encuentran inmersos en situaciones de vulnerabilidad, a través de intervenciones integrales y multidisciplinarias.