• Reflexionamos en conjunto:

1. Sugerir lecturas que conecten con los intereses de los lectores/jóvenes.

2. Propiciar espacios y tiempos en los que la comunidad educativa y las familias puedan participar.

3. Proponer lecturas con un enfoque más lúdico.

4. Hacer talleres y cuentacuentos intergeneracionales y actividades de promoción de la lectura en los centros.

5. Vincular las actividades extraescolares y complementarias con libros.

6. Promover en los centros iniciativas similares a los bibliobuses.

7. Fomentar los encuentros con autores.

8. Abrir los centros para que las familias puedan ir a contar sus experiencias de lecturas.

9. Proponer a los centros que las actividades se abran a las familias; dar acogida a las familias en los centros.

10. Sugerir actividades complementarias a la lectura para favorecer la motivación del alumnado: actividades más lúdicas y manipulativas...

11. Ampliar el horario de apertura de la biblioteca.

12. Proponer clubes de lectura entre diferentes clase e internivelares para compartir lecturas.

13. Clubes de lectura en los que convivan jóvenes y familias.

14. Liberar a los docentes para que puedan desempeñar tareas de fomento de lectura.

15. Solicitar la opinión del alumnado a la hora de escoger lecturas.

• Reflexionamos en conjunto:

1. Motivar con el ejemplo y compartir las experiencias lectoras con nuestros hijos/as.

2. Intercambiar lecturas.

3. Leer libros y llevarlos a las bibliotecas para darlas a conocer.

4. Establecer un día a la semana para leer en familia.

5. Proponer talleres de lectura, cuentacuentos, clubes de lectura...

6. Fomentar la lectura a través de otras instituciones, como las AMPA.

7. Intercambio de libros.

8. Leer en familia.