Biología y geología

El término fractal es un término reciente como tal (surgió en 1975 acuñado por el francés Benoît Mandelbrot), pero el concepto en sí ya era bien conocido desde inicios del siglo XX.


Un fractal es un objeto geométrico cuya estructura básica, fragmentada o aparentemente irregular, se repite a diferentes escalas

Esta disposición geométrica se puede observar en gran parte de los elementos naturales. La geometría fractal nos informa de que incluso en el mundo caótico de lo natural existe un patrón fracturable. Empecemos a ver alguno de estos ejemplos.


Comencemos por la geología, o más concretamente, por la mineralogía. Las rocas de nuestra inmensa geosfera están compuestas por un conjunto más o menos homogéneo (o heterogéneo) de minerales.

Curiosamente, lo que define a un mineral es el de ser un objeto sólido natural con una composición química determinada (pero no definida) y que presenta una ordenación interna. Esta ordenación interna se repite en las tres direcciones del espacio y constituye una totalidad que puede llegar a tener una forma igual a la de la disposición atómica que compone al mineral. En este caso se llama cristal.

La observación a mano o a microscopio de la relación geométrica final del mineral es directamente una maravilla visual de los fractales. A modo de ejemplo se muestran los siguientes ejemplos:

Y si aunamos el conjunto de rocas que componen la geosfera, obtenemos una corteza oceánica o continental que igualmente muestra el maravilloso mundo de los fractales gracias a la geomorfología. La geomorfología es todo ese paisaje que podemos observar y que se origina gracias a las energías internas y externas que acontecen en nuestro planeta. Así podemos observar ríos anastomosados o cordilleras que muestran el desarrollo de este concepto matemático.

Y si dejamos a un lado la geología y pasamos a la biología, el mundo natural nos ofrece un abanico inabarcable de crecimiento orgánico que sigue los patrones geométricos de los fractales.

Así, el primero de los más bellos ejemplos, puede ser el crecimiento de algunos vegetales que a pesar del aparente caos del crecimiento de las ramas o raíces nos brindan el patrón ya indicado. O el despliegue de las suculentas o los cactus. Disfruten de la galería que lo demuestra.

Pero es que incluso el patrón se repite en nuestro propio cuerpo. En los vasos sanguíneos, en la estructura delicada y hermosa de nuestro sistema nervioso, en el “arbolado” de los bronquios y bronquiolos, en la musculatura de nuestro iris,...