Un proyecto que, durante dos años, nos ha demostrado que cuando la educación se une a la creatividad, los sueños toman forma… y se fabrican ilusiones. Cada una de las movilidades han sido pasos compartidos, culturas que se abrazan y aprendizajes que no caben en una mochila.
Momentos que nos enseñaron que la escuela también se vive fuera del aula, que aprender puede ser una aventura y que las ilusiones, cuando se fabrican en equipo, se hacen realidad.
Hemos tejido lazos, roto miedos, y encendido la chispa de la curiosidad.
Hemos sido creadores, soñadores, exploradores… y sobre todo, hemos sido uno.
Gracias por ser parte de esta historia.
Porque “Fabricando Ilusiones” no termina aquí: seguirá viva en cada experiencia, en cada mirada, en cada futuro que soñamos construir y, por supuesto, muchas risas.