Planteamiento
Objetivo
Escribir sin faltas de ortografía a través de un proceso personal, social y de servicio por medio de:
El conocimiento de las reglas, utilizando el humor para interiorizarlas.
La duda ortográfica: dudar al escribir para que a partir de la reflexión no cometamos faltas.
La investigación: prestar atención al mundo que nos rodea y observar con espíritu crítico para descubrir las faltas de ortografía que se producen.
La actuación: informar con respeto y empatía de la falta detectada, de la regla ortográfica correspondiente y proponer, en lo posible, soluciones a la misma.
Proceso
- ¿Es importante escribir bien?
Esta es la pregunta que hemos hecho en clase y la respuesta ha sido que sí y por los siguientes motivos:
Para que se nos entienda.
Para no dar mala imagen.
Para sacar buenas notas.
Para no hacer el ridículo.
Para tener un buen futuro.
Añadimos dos aportaciones de El Profesor don Pardino: un motivo y un nuevo paradigma:
Escribir bien por respeto a quien nos lee.
«La letra con humor entra».
- ¿Se escribe bien a nuestro alrededor?
Pensábamos que sí, pero al investigar tanto nuestro entorno como a través de aplicaciones como Google Maps, descubrimos que se cometen muchas faltas de ortografía incluso en instituciones y entidades importantes.
- ¿Qué podemos hacer para mejorar esta situación?
Si queremos ser #laclasequevaacamabiarelmundo, también tenemos que actuar ante esta realidad, por lo que:
Aprendemos las reglas ortográficas desde la premisa de que «la letra con humor entra»; estudiamos las reglas elegidas; vemos y entendemos y, entonces, nos reímos con las viñetas del Profesor don Pardino e intentamos seguir sus pasos.
Debatimos qué palabras buscar y nos repartimos el trabajo para realizarlo con los medios tecnológicos que están a nuestro alcance.
Elaboramos la estructura de la carta que servirá para informar de los fallos detectados y actuamos enviando las cartas personalizadas a las instituciones y entidades correspondientes (no al pequeño comercio, rótulos de barrio o escritos efímeros) para mejorar nuestro mundo, porque un mundo sin faltas de ortografía es, indudablemente, un mundo mejor.