Jon Andoni Franco Elorza se licenció en Filología Inglesa por la Universidad de Deusto en 1986 y se doctoró en Lingüística Hispánica por la Universidad del Sur de California en 1992, con una tesis sobre la concordancia de objeto en español. Un año más tarde comenzó a trabajar como profesor en la Facultad de Filología y Letras de la Universidad de Deusto. A partir de ese momento se dedicó a aquellos alumnos en los que intuía una vocación por los estudios lingüísticos. Los animó a continuar su formación en el campo, a realizar estudios de posgrado en el extranjero, muchas veces en universidades estadounidenses. También supervisó sus primeros pasos profesionales.
La notable contribución de Jon y su destacado reconocimiento en el campo científico son parte de su huella. Gracias a su dedicación y trabajo constante, existe ahora, además, una red internacional informal de profesionales dedicados al estudio de la lingüística vasca. Jon Franco, profesor titular de la UD, es ahora recordado por sus compañeros de la universidad y por múltiples generaciones de estudiantes que siguieron sus pasos en el estudio de la lengua. Todo ello constituye el gran legado de un lingüista sin par.
Vídeo de parte de su intervención inicial.
Cuatro décadas dan para mucho, pero aún así se nos quedaron pendientes muchas cosas. Entre ellas, un trabajo sobre patrones prosódicos y rock&roll.
Jon siempre terminaba sus mensajes con un vídeo musical. Quiero hacer lo mismo y poner aquí una canción de Judas Priest (una de nuestras pasiones compartidas) que creo que viene perfectamente para la ocasión.
...
We'll play on till the end
It's no over not over my friends
We are together tonight
Reunited for all of our lives
And we thank you for it all
We'll never forget
Cuando me convertí en su alumna descubrí a un profesor atípico. Para muchos resultaba incómodo, por salirse del guion establecido en sus lecciones y aportar más datos de los que el alumno esperaba recibir, por su forma de expresarse, sus maneras... Pero otros supimos ver su entusiasmo al hablar sobre la lengua y su funcionamiento, y poco a poco nos fue enganchando. Y lo hizo motivándonos, creyendo en nuestra valía y en nuestro potencial. Han pasado más de veinte años y, al igual que Alex, he tenido la suerte de compartir con Jon el interés por la lingüística y también la música todo este tiempo. Jon no ha sido un profesor atípico. Ha sido un profesor único.