Después de una semana de planeación, pudimos organizar un paseo con mi familia a una reserva natural ubicada a las afueras de Cúcuta vía villa del rosario; que varias amistades nos habían recomendado antes ya que la pasaron muy bien debido a que es un lugar lejos de la ciudad, sin tecnología y sin señal para cambiar de ambiente y salir de la monotonía. Así que sentimos mucha curiosidad y al investigar en internet el lugar, nos llamó mucho la atención y convencidos planeamos el paseo.
El motivo de este paseo fue celebrar los 50 años de mi papá y supimos que ese era el lugar indicado ya que, a él le encanta la naturaleza al igual que a nosotros y le gustan ese tipo de ambientes.
Fuimos mi papá, mi mamá, mi hermana, mi hermano, nuestra mascota canina Connie y yo.
Así que, el sábado 30 de Enero a las 4AM nos despertamos todos y empezamos a alistarnos lo más rápido que pudimos para poder llegar a tiempo al lugar donde debíamos esperar el bus que pasa por la reserva natural.
Logramos embarcarnos en el bus a tiempo debido a la anticipación con la que salimos.
Todo el recorrido me encantó ya que estuvimos rodeados de mucha naturaleza en la mayoría del camino y pasamos por varias zonas rurales las cuales llevaba mucho tiempo sin ver y extrañaba mucho por el ambiente tan agradable que se siente y he disfrutado desde pequeño.
Después de aproximadamente una hora y media de recorrido llegamos a nuestro tan esperado destino (Gaia) y nos recibió en la entrada una joven para darnos el acceso y recuerdo que tenía un aspecto que nos pareció muy característico para nosotros ya que, era un atuendo adecuado para el espacio donde desarrollaba sus actividades laborales y pues la verdad nosotros no estábamos tan acostumbrados a ver este tipo de vestimentas porque hemos vivido mucho tiempo en zonas urbanas.
Ella llevaba puesta una sudadera ancha con estampado tipo militar acompañadas de unas botas montañeras grandes pero adecuadas para el espacio.
Nuestra impresión al entrar fue más grande que cuando vimos la reserva por imágenes de internet. Todo era muy bello, muy arborizado, con senderos muy bien decorados haciendo uso de lo que la naturaleza nos ofrece sin la necesidad de dañarla ni perjudicar ningún ser vivo de ese ecosistema.
La joven nos dio un corto recorrido por la reserva señalándonos todas sus instalaciones ya que debía volver a su puesto y nos entregó las llaves de la suit que habíamos reservado con anticipación, la cual llaman “Suit Orquídea”. Esta suit es la más amplia de todas ya que cuenta con Tv plasma y con una cama muy grande, entre otras cosas.
Al dejar las cosas ahí, salimos a recorrer toda la reserva y el lugar que más nos llamó la atención a todos fue un mirador hermoso que está a lo alto de la montaña en el que se siente mucha frescura y se logra observar un hermoso paisaje.
Luego bajamos a la zona de camping, donde mi hermano y yo instalamos la carpa que llevábamos para dormir esa noche allá.
Al dejar instalada la carpa, guardamos todo y fuimos al restaurante del lugar para desayunar. Los caldos que prepararon nos gustaron mucho al igual que el resto de comida que degustamos a lo largo de nuestra estadía en ese grandioso lugar.
Cuenta con muchas zonas verdes, un clima muy agradable y una piscina en un ambiente natural muy refrescante.
En la tarde, luego de almorzar, mi hermano, mi hermana y yo fuimos a la piscina a refrescarnos y nuestros padres se fueron a descansar un rato.
Al pasar la tarde compartiendo en familia se nos hizo de noche y empezamos a preparar todo para la fogata, para lo cual tuvimos que recolectar muchos troncos secos y musgo lo cual logramos conseguir después de media hora. Al tener la fogata encendida empezamos a hacer todos los preparativos para los alimentos que íbamos a consumir, mientras tomábamos refresco y charlábamos todos en buena armonía.
Antes de las 12AM le cantamos el cumpleaños a mi papá en familia y cada uno le dedicó unas bellas palabras de lo que siente por él. A las 12 AM apagamos la fogata y mis padres se fueron a dormir con mi hermana en la suit mientras que mi hermano y yo nos quedamos a dormir en la carpa que armamos anteriormente.
Al amanecer nos levantamos y nos reunimos todos en el restaurante donde compartimos el último y delicioso desayuno juntos. Luego, mi hermana, mi hermano y yo nos fuimos a meter a la piscina por última vez para después alistar todo para devolvernos a Cúcuta.
Llegamos a casa el domingo 31 de Enero contentos, muy satisfechos del viaje, del cual sólo nos quedaron bellos recuerdos por lo bien que la pasamos todos.