Un día decidí ir a la fiesta de cumpleaños de mi amigo Sebastián Puentes; En aquella fiesta conocí a un chico, en el instante que lo vi tuvimos una conexión, mi amigo Sebastián decidió presentármelo, el chico tomó mi mano y me dijo: ¡Mucho gusto mi nombre es Felipe Rojas!, a lo que yo le respondí. ¡Mucho gusto, luisa! Desde ese momento no nos separamos en toda la noche ya que nos la pasamos platicando. Fue un momento en el que tuvimos mucha conexión, empezamos a conocernos, teníamos la misma edad 15 años. Al final de la noche el decidió pedir mi número telefónico, a lo que yo accedí a dárselo. Pensé que nunca me llegaría su mensaje. Hasta que escuché una notificación en mi teléfono, era el, desde ese instante hablamos día y noche durante 2 semanas. Un día decidimos salir con unos amigos, ese día fue especial ya que hablábamos mucho, después de ese día decidió invitarme a comer helado. Desde esa cita hubo muchas más. Pasaron 2 meses y me invito a salir a comer hamburguesa, para mí era una cita normal ya que habíamos salido varias veces. Recuerdo que ese día lo noté nervioso, sentía que quería decirme algo, y decidí preguntarle. ¿Qué te pasa? A lo que él me respondió ¡necesito hablar contigo! En ese momento no tenía otro pensamiento más que el decirme que fuera su novia. Nos sentamos a comer, pasados 5minutos el decidió decirme. Empezó describiéndome, diciendo lo que le gustaba de mí y los sentimientos que sentía hacía mí, a lo que yo le dije lo mismo que sentía por él. En ese instante me hizo la pregunta, ¿puedo ser tu novio? Yo muy feliz le dije que sí. Teníamos una relación muy bonita, teníamos mucha confianza, salíamos por separado el con sus amigos y yo con los míos, nunca hubo ningún tipo de desconfianza. 6 meses después vi un mensaje en el que una chica le preguntaba ¿Cuándo nos volvemos a ver? En ese momento decidí no decir nada y confiar en él, en que solo era una amiga. En las últimas 2 semanas lo había notado raro, ya casi no hablábamos, se comenzó alejar de mí. Un día nos vimos para comer salchipapa, yo decidí invitarlo para así quitarme la duda del mensaje, cuando el llegó a la cita que tenía planeada, lo note muy seco, ya que no me daba mucho afecto, así que de una vez decidí preguntarle y le dije ¿Por qué estás tan raro? A lo que él me respondió - No tengo nada. Al ver esa respuesta le pregunte sobre el mensaje que había visto, él se puso muy nervioso, pero su respuesta me había dejado muy mal. EL me dijo que me iba a decir la verdad y me contestó. –Hace un tiempo he salido con una chica, le pregunte quien era y me dijo -¡Es tu amiga Vanessa Hernández! Al yo escuchar el nombre me puse muy mal, ya que a ella le había contado cuando le había visto el mensaje a él, le tenía mucha confianza a ella pues teníamos 4 años de amistad. Al contarle sobre lo que estaba pasando en mi relación a ella, sus respuestas eran cortantes, no le importaba más que decirme -¡Termínalo! En ese momento entendía porque me insistía en que lo terminara. Me puse súper mal por parte de los 2, pues eran personas importantes en mi vida, decidí preguntarle cuanto tiempo llevaban saliendo y me respondió 1mes. En ese momento entendí porque había cambiado conmigo, no decidí decirle nada más. El empezó a decirme lo increíble que yo era, que yo no merecía alguien como él y que buscara mi felicidad por otro lado. Yo reaccione me pare y le di una cachetada, sentía mucha rabia, el no reacciono de una manera brusca solo se paró me pidió perdón y se fue. Me sentí demasiado mal, deje de comer, me daba fiebre, había entrado en una depresión, no hable con Vanessa respecto al tema pero no dude en pensar que ella sabía que habíamos terminado, solo me alejé. Así dure durante 2 semanas. Después de 1 mes recibí un mensaje de Felipe, donde me pedía perdón por lo que había pasado, me dijo que él me amaba y que había sido un error lo que había hecho. Luego de pensarlo decidí darle otra oportunidad, pues me convencí de que él iba a cambiar, fue la peor decisión que tomé en ese momento, durante dos semanas íbamos súper bien hasta que me volvió a engañar con una mujer que hoy en día desconozco, decidí dejarlo y caí en una depresión leve. Tenía mi dignidad por el piso, tome la decisión de contarle a mi mejor amiga Valerie y ella me aconsejó, me dijo que no debía llorar, ni deprimirme por un hombre que no valía la pena, que no estuviera triste por una persona que no valoró lo que le di, que eso no me iba a servir de nada, después de esa charla con ella yo caí en cuenta y decidí hacerle caso, empecé una nueva vida sin él, me empecé a enfocar en mis estudios y a preocuparme por lo que realmente me importaba y si valía la pena. Hoy en día soy una persona con más carácter, con mucho amor propio, de ese error aprendí muchas cosas, y ahora soy más feliz que nunca.