MI SEGUNDA MADRE
Desde que tengo memoria siempre conté con su apoyo incondicional. Cuando era niña mi vida atravesó un momento poco agradable, esta situación me llevo a vivir con mi tía. El tiempo que compartí junto a ella me brindo apoyo, protección, amor y amistad, en los momentos difíciles siempre me cobijo se convirtió en mi segunda madre y mi mejor amiga, recibí de ella los mejores consejos de su parte, consejos que me han ayudado en el transcurso de mi vida a ser mejor persona. Siempre fue un gran ejemplo, era mujer trabajadora, fuerte y capaz, ayudo a salir adelante a su mamá y a gran parte de su familia, era una persona humilde, agradable, trasmitía felicidad a los demás, se ganaba siempre el cariño de los demás y era una persona que nunca sufrió de envidia. Era feliz con lo que tenía.
Algunos recuerdos que guardo en mi corazón en los cuales disfrute de su presencia eran las fechas de diciembre, en las que compartíamos junto a mi familia momentos únicos llenos de amor, tranquilidad y detalles especiales, en esos días ella se caracterizaba por brindarnos a todos el mismo trato, se acordaba de cada uno de los miembros de su familia en estas fechas. También recuerdo que desde que yo era una niña la veía llegar cada tarde con un detalle para la familia, siempre llegaba a contagiarnos su alegría a todos, llegaba a la casa y trasmitía tranquilidad, siempre fue la cabeza del hogar.
Siempre salíamos en familia, compartíamos en piscinas, ríos y fiestas. Pero no solo todo se trató de ello, también recuerdo que al llegar del trabajo jugaba junto a ella, me gustaba hacerle masajes, peinarla y consentirla mientras ella se quedaba dormida, pues venia cansada de su trabajo de comerciante.
Después de un tiempo dejé de vivir con ella, porque volví a la casa de mi madre, en la cual vivía junto a mi hermano y mi abuela. Pero nunca me olvidé de ella, muy a menudo la visitaba y compartíamos, al pasar del tiempo mi mamá tuvo un problema con ella y me prohibió verla, ya no podía ir a visitarla, por lo tanto, perdí comunicación con ella, yo muchas veces me comunicaba con ella por medio de las redes, extrañaba verla, por lo tanto, hacia planes para que nos viéramos, pero se nos hacía imposible por inconvenientes que se nos presentaban.
Una tarde mi mamá se comunica conmigo para informarme que mi tía se encontraba muy grave, la tenían en la UCI de la clínica medical Duarte, así que me informo que íbamos hacer una oración en familia por su pronta mejoración. En ese momento me llené de miedo y quise preguntarle sobre el porqué de su situación. En ese instante mi mamá me dice que mi tía estaba en estado de embarazo en el cual presento problemas, para ser más exactos le dio preeclampsia. Nadie de nuestra familia sabia que ella estaba embarazada a excepción de su pareja, al día siguiente, muy temprano llaman a mi mamá a comunicarle que mi tía había fallecido, para mí y para mi familia fue una noticia muy difícil y dolorosa, me afecto mucho su partida porque ella fue quien me apoyo en una etapa dolorosa de mi vida, ella fue como mi segunda madre, marco gran parte de mi vida.
En el momento del velorio fue muy complicado, toda mi familia se encontraba triste y afectada, al principio se me hizo difícil aceptarlo y no tenia el valor para verla y despedirme. Pero tome la decisión y me llene de valor, así que fui a verla y a darle el ultimo adiós, al verla no pude reconocerla por el estado en el que quedo, se me hizo aún más difícil su despedida, pues no terminaba de creer lo sucedido.
Al siguiente día fue su entierro, hicimos una misa en familia, también la acompañaron muchos de sus familiares, en el momento de llevarla al cementerio mi abuela se me acerca y me dice que si podría cantarle. A su tía siempre le gusto su voz, para mí fue muy difícil hacerlo porque en vida no pude hacerlo varias veces, en ese momento quise haber podido compartir junto a ella mucho más tiempo. Caminamos hasta el cementerio, hicimos una despedida muy especial entre familia y amigos, le cantamos y procedimos a enterrarla.
Fui a cada uno de sus rezos, decidí quedarme acompañando a mi abuela durante los días de los rezos, pues ella era una señora de edad y se encontraba destrozada por lo sucedido. Al pasar de los días me entere de que la pareja de mi tía no era una buena persona, la maltrataba pero aún así mi tía estaba muy enamorada de él, ella viajaba mucho cuando se entero de su embarazo los médicos le informaron que podría sufrir de preeclampsia, por su edad, pero ella decidió no darle mucha importancia a esto, hasta que un día al llegar a la clínica se desmayo y fue donde le diagnosticaron esto, ella tampoco contaba con un apoyo incondicional pues como dije anteriormente su pareja no era un buen hombre.
Lastimosamente falleció por su descuido. Siempre la recordare como una mujer alegre y fuerte. A medida que pasaba el tiempo fui sanando este sufrimiento. Pero no podré olvidarla nuca, ella siempre será mi segunda madre.