Creo que todos nos merecemos un descanso de todo lo que sucede a nuestro al rededor, un respiro lleno de tranquilidad ¿y qué mejor que un viaje al mar? No era la primera vez que viajaba al mar pues hace algunos años, tres años para ser más exactos ya había podido conocer el mar, conocer esa sensación de paz que transmite. A pesar de haberlo conocido anteriormente este viaje que lleno de tranquilidad.
Ya sin tantas vueltas quiero compartirles la historia de un viaje inolvidable junto a mí familia. Nuestra travesía inicio el cuatro de septiembre del año 2021, emprendimos un viaje hacia Bosconia, viajamos por carretera, nos quedamos exactamente una noche en ese lugar, luego tomamos carretera hacia Cartagena y disfrutamos de tres deliciosos días en el mar, compartiendo en familia, disfrutando del mar y de la serenidad que genera este, mi hermana cumplió años al tercer día de estar en Cartagena así que mis padres decidieron alquilar una yate para celebrar su cumpleaños, fue una noche espectacular, compartimos en familia acompañados de música y trago mientras le dábamos una vuelta a la Bahía, luego decidimos irnos a dormir ya que al siguiente día era un día muy especial. Al siguiente día, exactamente el nueve de noviembre decidimos ir a Barranquilla a ver el Partido de la selección colombiana de fútbol, la cual disputaba el partido en contra de Chile. Un duelo importante para ingresar a las eliminatorias suramericanas de Catar 2022, fue un partido duro o así lo vi yo, pero valió la pena ir ¡ganamos 3-1! Todo nos estaba saliendo tan bien. Recuerdo que los goles fueron de Miguel Borja y Luis Días cómo olvidarlo, podría describir todo el Partido si fuera necesario. Luego de disfrutar del partido nos tomamos el tiempo de conocer un poco de Barranquilla, ver sus hermosos lugares y tomarnos un descanso, pues todas las actividades de las cuales habíamos disfrutado en esos días nos tenían agotados. Claro que aquí no termina este maravilloso paseo, retornamos a Cartagena al día siguiente. Pudimos disfrutar de esta bella ciudad dos días más y sí que los disfrutamos, podría decir que ese viaje fue uno de los recuerdos más bonitos que tengo de mi vida, un viaje que me lleno de calma, me ayudó a entender cosas que hasta el momento no entendía, supe que la mejor manera de manejar bien las situaciones es entendiéndote a ti mismo, disfrutando de tus virtudes, logros y aprendiendo de cada uno de los errores cometidos.
Aunque mis papás lo han sido todo en mi vida, mi gran ejemplo y apoyo aprendí que así tengamos este apoyo debemos conocernos a sí mismos, tomarnos el tiempo de ver lo que somos, regocijar nuestras vidas y madurar.
Sé que siempre he sido un joven trabajador y algunas veces por dedicarme tanto al trabajo descuido mis estudios, pero cada día busco la manera de poder dedicarles un poco más de tiempo, tengo presente que es por un bien para mi vida y estoy dispuesto a cualquier cosa por alcanzar esas metas que tengo tan cerca y a veces se ven un poco lejos.
Algo que tengo muy presente es que quiero llegar lejos, ser un hombre en todo el sentido de la palabra. Un hombre trabajador, honesto, dedicado, respetuoso y muy feliz.
Solo me queda decir que a veces necesitamos salir de nuestra rutina y dedicarnos un poco de tiempo a nosotros mismos, amarnos y respetarnos, aprender a entendernos y mejorar, errar es de humanos y siempre tenemos la oportunidad de remendar aquello que no hicimos bien.