Nos preguntamos…

¿Por qué arriesgar la vida en un viaje tan largo y complicado? El objetivo de nuestra expedición era descubrir una nueva ruta a las Molucas, las islas de las Especias.

¿Por qué ir en busca de especies?

Las razones están claras: por la fuerte demanda existente en Europa y por el altísimo precio que alcanzaban en el mercado.

Eran imprescindibles en las cocinas de las familias más ricas y poderosas.

Así que nos pusimos a investigar cuales eran las especies más cotizadas y sus características. Descubrimos sus exóticos aromas y colores; y las plantas de las que proceden. Especias como clavos, canela, jengibre y pimienta, producidas en el Extremo Oriente, eran las más demandadas por el sabor que dan a los guisos.

Experimentamos en nuestro taller sensorial de especias usando los sentidos del olfato y la vista, y elaboramos distintos platos con plastilina que posteriormente condimentamos con los productos adquiridos en nuestro propio almacén, regentado por expertos en hierbas aromáticas y especias.

Y así recordamos este viaje imaginario y sensorial, lleno de información, que nos acerca al fantástico mundo de las especias.