Últimamente, la comunidad científica ha mostrado gran interés por investigar los efectos beneficiosos de la música en los niños. 

La iniciación musical puede iniciarse en la propia casa y los niños pueden aprender sonidos y ritmos simplemente si escuchan canciones o los padres dan palmas mientras suena la canción.

Entonar canciones y escuchar música con ellos, además de producir cambios a nivel fisiológico, desarrolla un fuerte vínculo afectivo, que estimula su inteligencia emocional. 

Asimismo, a nivel psicológico, despierta, estimula y desarrolla emociones y sentimientos, ofreciéndoles un espacio y un momento para conocerlos y utilizarlos a su favor.

La música favorece la capacidad de los niños para la atención y la concentración, potenciando así su rendimiento en el colegio. La música estimula la memoria, el análisis, la síntesis y el razonamiento, y por lo tanto, el aprendizaje.