En el año 1822, Paulina Jaricot, joven francesa deseosa de colaborar con los misioneros que estaban evangelizando China, inicia la creación de corazones de diez personas, que se comprometen a orar por las misiones y a aportar una cuota semanal de cinco céntimos.
Rápidamente se difunde la iniciativa, traspasando fronteras, y se construye la Obra de la Propagación de la Fe. Ciento años después, el 3 de mayo de 1922, el Padre Pío XI hace suya esta iniciativa, la declara “Pontificia” y, desde aquel momento, es considerada como el ”órgano oficial de la Santa Suyo para promover la oración por la actividad misionera y recoger las limosnas de los fieles y repartirlas equitativamente entre todas las misiones”, convirtiéndose en “el instrumento privilegiado, primordial y oficial, de la cooperación misionera de toda la Iglesia”.
Cuatro años más tarde, el mismo Padre Pío XI establece el Domingo Mundial de las Misiones, que se celebrará cada año en la Iglesia universal el penúltimo domingo de octubre. Desde entonces, el Domund contribuye de manera especial a la formación de la conciencia misionera de todo el Pueblo de Dios, al cultivo de las vocaciones misioneras y al progresivo aumento de la cooperación, espiritual y material.
"Mirar desde lo alto" un cortometraje sobre Pauline Jaricot (35:52)