✨ "Los sueños son adornos que le ponemos a la vida. Vivir es amar el instante."
Cuando casi todos buscan obtener lo máximo, es profundamente significativo tener la oportunidad de darlo todo… sin recibir nada a cambio, sin que haya de por medio ni techo, ni lecho, moneda, asombro, admiración o aplauso.
Podrías ser alguien que ya no tiene nada que perder, ni nadie por quien luchar, actuando sin nada que ganar para ti mismo, y con lo único en juego: el beneficio posible para quien cuidas.
Si no te debes a nadie, si no tienes obligaciones ni compromisos, y de pronto encuentras a alguien que consideras persona de valor… justo cuando todos le dan la espalda, entonces te encuentras ante una oportunidad verdaderamente transformadora.
¿Estás dispuesto a hacer algo por alguien cuando los demás solo la juzgan, la evitan o intentan manipularla, someterla, despojarla, estigmatizarla y olvidarla?
Hay algo inmensamente valioso en sentir que alguien cuenta contigo, justo cuando la vida, el universo y el destino parecen haberse olvidado de ti… y también de quien tú, sí aprecias.
Es cuando ya no se espera nada de ti… y, aun así, tú te entregas a tu visión iluminada.
Esa persona que cuenta contigo se distingue de todos los que te han descartado, ciegos ante ti, y alcanzas a reconocerle el valor de su servicio al necesitar de ti.
Y tú no actúas por lástima, ni por necesidad. Ni siquiera lo haces por tu amor, sino por la certeza íntima de que su ser vale, aunque pocos lo vean.
Y cuando esa persona sobrevive al intento de familiares y amigos por reducirla a una paciente desvalida, incapacitada o dependiente, tu presencia se vuelve una ayuda real, el antídoto para el desamparo.
Ella merece, no por su fragilidad, sino por su ser esencial.
Así, sin ínfulas, eres compañía. Eres faro entero y firme, sin titubeos ante la oscuridad, las noches y las tormentas. Eres el anuncio de luz, nuevo amanecer; una promesa de tranquilidad, amor y alegría.
Y al leer este escrito, tal vez te descubres como una de esas innumerables personas que lo han dado todo a alguien, para después desaparecer en la historia y en su mundo… como una burbuja que explota al llegar a la superficie, después de brotar desde las profundidades del océano.
Y, tal vez, tu luz alcanza a abrazarte para comprender que no solo lo diste todo, sino que quien contó contigo para alivio de su realidad, también aportó una riqueza única, aportándole motivos a tu presencia y sentido a tu existencia.
Aquí tienes la oportunidad de verte a ti, y de ver a quien cuidas, tal vez como nunca nadie alcanzó a mirar.
Con el mínimo derecho a ser reconocidos, tal como estuvieron: enriqueciéndose mutuamente la vida.
Carlos Vélez, Psicólogo.
Cel. +57 3155679371
Mayo 21 de 2025