Es una herramienta integral diseñada para abordar los desafíos socioecológicos en el contexto de las ciudades contemporáneas, centrándose en el bienestar de los niños. Su objetivo fundamental es guiar la planificación urbana de manera informada y sostenible, considerando la importancia de integrar áreas verdes y espacios naturales en entornos urbanos.
ISLAS URBANAS DE CALOR (IUC)
La IUC se define como una zona metropolitana o urbana cuya temperatura es significativamente mayor a la de la zona rural que la rodea. Esto por la presencia de coberturas del suelo tales como asfalto y concreto que absorben el calor, a diferencia de la vegetación, que está adaptada para repelerlo; estos efectos son más significativos durante la noche, por lo que las IUC tienen un impacto ambiental adicional que consiste en un incremento de consumo de energía para aire acondicionado.
Para describir la IUC de la zona de estudio se utilizaron imágenes del proyecto MODIS, del satélite Terra, para todo el periodo disponible, que va del 26 de febrero de 2000 al 31 de diciembre de 2023. Se utilizó el producto promedio de 8 días a una resolución de 1 km, con clave de catálogo MOD11A2 V 061, disponibles en Google Earth Engine; para este producto en el periodo de análisis hay un total de 1,097 archivos.
El conjunto de imágenes fue procesado directamente en Google Earth Engine, realizando un filtrado de las imágenes nocturnas, la conversión de °K a °C y la exportación de las imágenes promedio en formato geotiff, así como de los datos en formato csv para el análisis de series de tiempo.
Durante el período de 2000 a 2012, se observó una diferencia significativa de temperatura de 1.2 °C entre el área urbana (temperatura promedio de 22 °C) y rural (temperatura promedio de 20.8 °C) para el periodo 2000-2012. Para el periodo del 2013 al 2023, se observa un incremento de temperatura promedio en ambas zonas (23.2 °C en el área urbana y 21.9 °C en el área rural). Además se observa un incremento significativo en la extensión y temperatura de las IUC (Figura 3).
El patrón mensual promedio del período se puede visualizar en la figura 4, donde se observa una intensidad mayor (1.3 °C) de la IUC en el mes de marzo y luego durante un periodo continuo en los meses de agosto a noviembre, coincidiendo con la época de lluvias. Asimismo, se observa que en el mes de mayo la zona urbana alcanza la temperatura superficial promedio más alta del año (25.1 °C). Este patrón revela la influencia de factores estacionales en la intensidad de las IUC y destaca la importancia de entender las variaciones climáticas para implementar medidas efectivas de mitigación y adaptación en la planificación urbana.
El comportamiento temporal de las temperaturas se exhibe en detalle en la figura 5, donde se evidencia una tendencia al alza en las temperaturas promedio tanto en el área urbana como en la rural, aunque con un incremento más pronunciado en la zona urbana. Este fenómeno puede ser atribuido a diversos factores, como el efecto de la urbanización, el aumento de la densidad poblacional y las actividades humanas. Además, se observa un incremento en la variación estacional, lo que indica una mayor amplitud térmica entre las distintas estaciones del año.
Los hallazgos sobre la evolución de la temperatura en Mérida, especialmente el incremento de la temperatura promedio en las zonas urbanas y rurales, y la expansión de las islas de calor urbano (IUC), subrayan la necesidad urgente de implementar estrategias efectivas de adaptación y mitigación. Para abordar esta problemática, es crucial aumentar la cobertura verde mediante la plantación y el mantenimiento de árboles, así como la creación de jardines verticales y techos verdes en edificios residenciales y comerciales. La reforestación urbana y el mantenimiento de parques y jardines asegurarán la salud de la vegetación, mientras que los huertos comunitarios contribuirán a aumentar la vegetación y proporcionar alimentos frescos a las comunidades.
La mejora de la infraestructura urbana también es esencial. Utilizar pavimentos permeables permitirá la infiltración del agua de lluvia, reduciendo la absorción de calor, mientras que los materiales reflectantes en techos y pavimentos disminuirán la acumulación de calor. El diseño urbano sostenible debe incluir la creación de corredores verdes que faciliten el movimiento de aire y reduzcan la acumulación de calor, así como la implementación de estructuras de sombra en áreas públicas para reducir la exposición al sol y al calor.
La promoción de energías renovables y la eficiencia energética también juegan un papel crucial. La instalación de paneles solares en edificios generará energía limpia, reduciendo la demanda de electricidad que contribuye al calentamiento urbano, mientras que las tecnologías de energía pasiva maximizarán la eficiencia energética. Fomentar el uso de sistemas de refrigeración eficientes y sostenibles minimizará el consumo de energía y la generación de calor.
ÍNDICE DE VISTA VERDE (GVI)
Este indicador evalúa la visibilidad de la vegetación a nivel de calle, utilizando análisis de imágenes panorámicas de Google Street View (GSV). El método considera la obstrucción de las copas de los árboles y clasifica las imágenes en consecuencia. El GVI representa la cantidad de pixeles verdes, expresados como porcentaje del total de pixeles de la imagen, se expresa en escala de 0 a 100, indicando el porcentaje de cobertura de la vegetación urbana en una ubicación específica.
Para obtener imágenes de las calles de la zona de estudio, se descargaron programáticamente panorámicas de Google Street View (GSV), siguiendo el procedimiento publicado por el MIT-Senseable City Lab. Para este proyecto se utilizó una versión actualizada por REVIVE del código original escrito en el lenguaje de programación Python.
Para poder categorizar el GVI, se hizo un análisis de los valores de mediana de las 30 ciudades con GVI actualmente publicadas en la página de Treepedia del MIT Senseable City Lab. Esto se llevó a cabo con el fin de asegurar que los resultados del presente proyecto puedan ser comparables con la información existente.
Por lo tanto, se hicieron cinco categorías con los intervalos:
· Muy bajo (0-10%)
· Bajo (10-15%)
· Medio (15-20%)
· Alto (15-26%)
· Muy Alto (>26%)
Se encontró que la media de GVI en la ciudad de Mérida es de 24.4%, con un primer cuartil de 10.1% y un tercer cuartil en 34.7%. Estos valores son altos considerando que otras ciudades mexicanas como Guadalajara, Tijuana y Xalapa tienen 11.8%, 18% y 12.1% y respectivamente como medias de GVI.
En cuanto al promedio por AGEB, se encontró que la mayoría (74%) cuenta con GVI alto y muy alto, con promedio de 27.8 %. Al igual que con el NDVI, las AGEBS hacia el exterior de la ciudad muestran altos valores de GVI debido a una menor densidad de construcciones y la transición hacia la zona rural. Vale la pena resaltar que el 8.3% de las AGEB presentan un GVI por debajo de 14.8% (bajo), ubicándose este tipo de AGEBS con bajos valores de GVI en el centro de la ciudad y en los extremos noroeste y este de la misma. Esto último puede estar relacionado con la ubicación y densidad de áreas verdes, ya que, al sobreponer dicha información, AGEB con niveles bajos de GVI muestran una baja densidad de áreas verdes. De esta manera, si bien la ciudad en promedio tiene un alto nivel de GVI, hay zonas, sobre todo la zona centro, cuyo índice de vista verde señala la necesidad de reverdecimiento.
Las estrategias de reverdecimiento urbano se vuelven esenciales para contrarrestar esta situación, buscando incrementar la cantidad de áreas verdes y mejorar la distribución de la vegetación en la ciudad. Se recomienda focalizar las intervenciones en las zonas con menor índice de vista verde, especialmente en el centro de la ciudad y en los extremos noroeste y este. Las acciones específicas pueden incluir a)la creación de mini-parques, huertos y jardines comunitarios, aprovechando espacios pequeños y medianos que puedan servir como puntos verdes; b) plantar árboles en calles, plazas y otros espacios públicos para aumentar la cobertura verde y la perspectivas de la vegetación a nivel de calle; c) fomentar la implementación de techos y paredes verdes en edificios públicos y privados; d) crear corredores ecológicos que conecten las áreas verdes de la ciudad, facilitando la biodiversidad y el movimiento.
ÍNDICE DE VEGETACIÓN DE DIFERENCIA NORMALIZADA (NDVI)
NDVI es un índice espectral frecuentemente empleado para evaluar la presencia de vegetación en un sitio y su estado de salud. El NDVI toma valores entre -1 a 1, donde los valores negativos corresponden a agua, nieve, nubes o construcciones, los valores de 0 a 0.2 a suelos desnudos y los valores entre 0.2 y 1 a la vegetación. Entre más cercano a 1 sea el valor del NDVI, más densa y con mayor actividad fotosintética es la vegetación. A diferencia de otros índices como el Índice de Vista Verde (GVI), este índice se calcula a partir de una imagen de satélite que no captura árboles individualmente, por lo que se consideran complementos importantes.
El cálculo del NDVI en Mérida se realizó utilizando imágenes satelitales Sentinel 2, con un nivel de procesamiento 2A (corregidas atmosféricamente) y con fecha de adquisición de diciembre a octubre del año 2023, temporada que corresponde a la época de lluvia en la región. El procesamiento se llevó a cabo en Google Earth Engine, empleando la colección de imágenes con clave de catálogo COPERNICUS/S2_SR, realizando un filtrado de las imágenes por fecha y porcentaje de cobertura nubosa menor al 10%, promediando los valores de reflectancia y calculando el NDVI mediante la fórmula (Banda 8 – Banda 4)/(Banda 8 – Banda 4), correspondiéndose la Banda 8 con el infrarrojo cercano y la banda 4 con el rojo. La imagen resultante fue recortada al área de interés y exportada en formato GeoTiff para ser reclasificada en el software ArcMap. El rango de valores del NDVI fue dividido en cinco clases según la condición de la vegetación: ausencia de vegetación (de -1 a 0.2), vegetación en mal estado (de 0.2 a 0.4), vegetación en estado medio (de 0.4 a 0.6), vegetación en buen estado (de 0.6 a 0.8) y vegetación en estado excelente (de 0.8 a 1).
El análisis reveló disparidades significativas en la distribución de vegetación dentro de la ciudad, donde las zonas centro y oeste de la ciudad poseen menos vegetación en comparación con el resto del área urbana. Dentro de las colonias con los valores de NDVI más bajos, y que por tanto bajo este criterio serían prioritarias a reverdecer se destacan las siguientes:
Zona noreste: las colonias Montecarlo, Vista Alegre Norte y Jardines del Norte.
Zona este: al exterior de la ciudad la colonia Los Héroes y hacia el interior las colonias Los Pinos, Polígono 108, Alemán y San Miguel.
Zona sureste: las colonias Pacabtún, Fidel Velázquez, Morelos y Vergel II.
Zona sur: la colonia Serapio Rendón.
Zona suroeste: la colonia Ciudad Industrial.
Oeste: la colonia Pensiones y sus correspondientes colonias vecinas, así como las colonias Yucalpetén, Juan Pablo II y Nora Quintana.
Zona noroeste: al exterior de la ciudad la colonia Las Américas y hacia el interior las colonias Francisco Montejo, Paseo del Conquistador y Terranova.
Zona centro: Colonia Centro, San Juan, San Cristóbal y Mejorada.
Por otro lado, las colonias con valores más altos de NDVI se ubican en el área limítrofe de la ciudad, donde la densidad de construcciones es menor, destacando la zona sur colindante con el ANP “Reserva de Cuxtal”.
Con respecto a las áreas verdes de tipo parque, jardín, glorieta y camellón, se observa que en general dentro de ellas hay vegetación en mal estado (promedio de NDVI de 0.18), situación que resalta la importancia de trabajar en la promoción de los esfuerzos de reforestación y mantenimiento de las mismas. En cuanto a su distribución, en efecto estas se ubican en zonas prioritarias de reverdecimiento al poniente y norte de la ciudad, con excepción de la zona centro donde prácticamente no se ubican áreas verdes, sin embargo, en su mayoría se trata de áreas pequeñas que en total a penas corresponden al 1.7% (4.6 km2) del total del área urbana (262 km2) del municipio, nuevamente resaltando con ello la necesidad de la ciudad de promover el establecimiento de nuevas áreas verdes y mejorar las condiciones de las ya existentes.
ÍNDICE DE EQUIDAD DE ACCESO INFANTIL A LA NATURALEZA
La metodología empleada para evaluar la equidad en el acceso a la naturaleza de niños y adolescentes de las localidades urbanas del municipio de Mérida se basó en la propuesta por la organización Children and Nature para la iniciativa “Cities Connecting Children to Nature[1]”. En ella se plantean cuatro fases en la planeación e identificación de las estrategias de las ciudades para lograr un acceso equitativo a la naturaleza:
Mapeo de la infraestructura de la ciudad, áreas verdes, áreas naturales, variables demográficas, variables socioeconómicas, estado de salud de los niños, etc.
Identificación de las poblaciones prioritarias con base en el mapeo realizado, enfocándose en aquellas con menor acceso a la naturaleza, menor nivel de ingresos, presencia de grupos étnicos minoritarios, menor participación en programas ambientales o con altos índices de obesidad infantil.
Identificación de los actores clave en las localidades seleccionadas y realización de consultas para analizar los recursos disponibles, fortalezas y áreas de oportunidad en el acceso de los niños a la naturaleza.
Determinación de las estrategias para lograr un acceso más equitativo a la naturaleza de los niños y adolescentes.
Así mismo, el trabajo de mapeo para la identificación de poblaciones prioritarias se basó en la metodología realizada por la ciudad de Austin, Texas, la cual en el año 2016 llevó a cabo un análisis SIG para determinar las zonas en las que se implementaría un plan para proveer un acceso equitativo a la naturaleza de los niños de la ciudad. En dicho análisis SIG se calcularon dos puntajes a partir de los cuales se ponderó la priorización de los sectores urbanos: el factor de naturaleza y el factor de potencial de impacto. El primero de ellos incluyó la suma de factores asignados a cada área verde según su tamaño, el factor de estatus de acceso a las áreas naturales, el factor de porcentaje de cubierta arbolada y el factor de uso de tierra de las áreas verdes. Por su parte, el factor de potencial de impacto consistió en la suma del factor de ingreso familiar promedio, el factor de población infantil y el factor de porcentaje de cobertura arbolada. Como resultado, se priorizaron aquellas zonas de la ciudad con altos puntajes del potencial de impacto y con puntajes de medios a bajos del factor de naturaleza.
En este caso, las variables consideradas para generar el factor de potencial de impacto fueron: población de niños y adolescentes (de 0 a 17 años), población mayor a 3 años hablante de alguna lengua indígena y población afrodescendiente por localidad según el Censo Nacional 2020; así como índice de marginación normalizado por AGEB publicado por la CONAPO en el año 2020 y el promedio de NDVI y GVI por AGEB como indicador del porcentaje de cobertura arbolada.
En cuanto al cálculo de factor de naturaleza se consideraron las siguientes variables: porcentaje que representan las áreas verdes con respecto al total del área de la AGEB, porcentaje que representa la superficie riparia ubicada dentro o en un radio de 500 m con respecto al total de área de la AGEB, estatus de acceso de las ANP ubicadas dentro o en un radio de 1 km de distancia de la AGEB y las distancias promedio de las escuelas al área verde, zona riparia y área natural protegida más cercana.
Las zonas que requieran mejorar el acceso infantil a la naturaleza serán aquellas que cuenten con un factor de impacto entre alto y medio y un factor de naturaleza entre medio y bajo.
Las zonas que requieren intervenciones prioritarias para mejorar la equidad de acceso infantil a la naturaleza son las siguientes:
Zona noroeste: colonia Komchen, colonia Felipe Carrillo Puerto.
Zona noreste: colonia México Oriente.
Zona este: colonia Los Héroes, Chichi Suárez, Polígono 108.
Zona sureste: colonia Nueva Kuk Ulkan.
Zona sur: colonias El Renacimiento, Emiliano Zapata Sur, San Antonio Xluch, 20 de noviembre, Valle Dorado, San José Tecoh, Plan de Ayala Sur, Bella Vista y San José Tzal.
Zona suroeste: colonia el Roble Agrícola.
Zona este: colonia Caucel y Ciudad Caucel.
Zona centro: colonia Centro.
Para mejorar el acceso de los niños a la naturaleza en estas áreas, se pueden implementar una serie de intervenciones y programas. Esto incluye la creación de nuevos espacios verdes como parques, jardines y áreas recreativas, diseñados para proporcionar entornos naturales accesibles para los niños y sus familias. Asimismo, es importante la mejora de las infraestructuras existentes, rehabilitando y actualizando los parques y áreas verdes preexistentes para hacerlos más atractivos y funcionales para el juego y la exploración infantil.
Promover la participación de las comunidades locales en el diseño, planificación y mantenimiento de espacios verdes, junto con la integración de elementos naturales en el diseño urbano, como corredores verdes y huertos comunitarios, es esencial para aumentar la presencia de la naturaleza en entornos urbanos densamente poblados. Además, establecer sistemas de monitoreo para evaluar el uso y la calidad de estos espacios, así como su impacto en la salud y bienestar de los niños y la comunidad en general, resulta fundamental para mejorar la equidad de acceso a la naturaleza en Mérida. Esto no solo promueve el bienestar físico, emocional y cognitivo, sino que también fomenta un mayor aprecio y cuidado por el medio ambiente.
FUENTES FIJAS DE CONTAMINACIÓN
El sistema de monitoreo de la calidad del aire del estado de Yucatán está conformado por una única estación de monitoreo ubicada en la ciudad de Mérida. De acuerdo con los datos registrados, en la zona existen problemas de calidad del aire por partículas suspendidas PM2.5 (SEMARNAT, 2018), lo cual puede tener implicaciones en la salud de los ciudadanos. Con el objetivo de conocer la cantidad de contaminantes y sus fuentes de emisión se realizó una consulta de información pública mediante la Plataforma Nacional de Transparencia, a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
Se solicitó información histórica (del año 2000 a la fecha) referente a las fuentes fijas de contaminación atmosférica en el estado de Yucatán. A continuación se transcribe la solicitud: “En una base de datos electrónica requiero conocer el a) nombre de la fábrica, industria, empresa, aeropuerto o fuente emisora, su ubicación b) Municipio, c) Localidad, d) Calle y número, e) Colonia, f) Tipo y concentración de contaminantes (PM 10, PM 2.5, PM 1, NOx, SOx, COV, CO, CO2, O3 y cualquier otro contaminante reportado, g) Fecha de emisión o reporte, h) Categoría de fuentes fijas. Requiero también la ubicación geográfica (en la misma base, puntos georreferenciados o polígonos shapefile para visualizar en un sistema de información geográfica) de cada fuente fija. Además, solicito los Informes anuales, mensuales, semanales o los que reportados por cada fuente fija en el estado de Yucatán”.
Los datos proporcionados por la dependencia como respuesta a la solicitud mostraron que en el municipio de Mérida existen 275 fuentes fijas de contaminación, que anualmente emiten más de 118,749 toneladas (2022) de contaminantes atmosféricos. De estas, 118,480 toneladas corresponden a contaminantes de tipo PST, NOx, SOx, COV, CO, CO2 y O3.
Es importante destacar que, El arbolado presente en la zona tiene la capacidad de remover 1,051 toneladas, que equivalen al 0.9% de este tipo de contaminantes emitidos por las FFC. Para optimizar este servicio esencial, es imperativo implementar estrategias efectivas, como la creación de cinturones de vegetación en las zonas circundantes a las fuentes de contaminación. Esto permitirá mitigar la pluma de contaminación al interceptar y absorber los contaminantes atmosféricos antes de que se dispersen por la ciudad.
Para maximizar la eficacia de estos cinturones de vegetación, se recomienda utilizar una rosa de los vientos para identificar y priorizar los sitios hacia los cuales se desplazan predominantemente los contaminantes. De esta manera, se pueden ubicar estratégicamente en las áreas que reciben una mayor carga de contaminantes, optimizando así su capacidad para purificar el aire y proteger la salud de la población.
Además, se pueden implementar estrategias complementarias como aumentar la densidad de árboles, crear corredores verdes, establecer programas de mantenimiento regular para asegurar la salud y efectividad de las áreas verdes, fomentar la participación de la comunidad en el cuidado y mantenimiento de los espacios verdes a través de programas de voluntariado y educación ambiental, establecer regulaciones que requieran la incorporación de áreas verdes y techos verdes en nuevos desarrollos inmobiliarios, implementar regulaciones más estrictas para controlar las emisiones de las FFC, instalar estaciones de monitoreo de la calidad del aire en diferentes puntos de la ciudad para evaluar la efectividad de los cinturones verdes y otras intervenciones.
INVENTARIO DIGITAL DE ALTA RESOLUCIÓN DEL ARBOLADO URBANO
El proceso de inventario se llevó a cabo mediante una exhaustiva revisión digital remota del arbolado en un polígono representativo, abarcando la zona centro de la ciudad. Este polígono presenta una dimensión de 1,560 hectáreas.
Este inventario se llevó a cabo en la plataforma My Maps de Google, la cual cuenta con fotografías aéreas actualizadas hasta el año 2024. En dicha plataforma, se dispuso el polígono de estudio, marcando puntos con información detallada de cada árbol, especialmente en banquetas e islas viales. La información sobre la especie de cada árbol y su estado se obtuvo a través de Google Street View, utilizando imágenes desde 2018 hasta 2023. Se evaluaron tanto árboles existentes como espacios vacantes y áreas por abrir.
Los árboles existentes fueron clasificados en tres estados:
Topiario (sin manejo): se refiere a árboles vivos con poda que limita el árbol a cierta altura y que suele tener forma redondeada o cuadrangular con el objetivo de mantenerlo pequeño. Pese a no recibir el manejo adecuado, no requieren de otras actividades de mantenimiento.
Desarrollado (Poda): estos árboles muestran un desarrollo estructural natural y necesitan podas específicas, como formación, limpieza, aclareo, levantamiento de copa, entre otras. Las podas deben ser realizadas por personal capacitado.
Seco (Derribo): se refiere a árboles muertos que necesitan ser retirados para reducir riesgos y dar espacio a nuevas plantaciones.
En cuanto a plantaciones potenciales, se consideraron dos tipos de espacios:
Espacios vacantes: sitios preparados para la plantación inmediata, clasificados según el tamaño del árbol en su madurez, para prevenir futuros conflictos con la infraestructura urbana.: pequeño, de hasta 6 m de altura; mediano, hasta 12 m de altura; y grande, hasta 25 m de altura.
Espacios por abrir: se refiere a lugares potenciales para la apertura de cajetes, principalmente en banquetas, con la posibilidad de aumentar la densidad de arbolado en la ciudad. Se sugieren tamaños máximos según la misma lógica que los espacios vacantes.
El registro se separó en diferentes tipos de áreas para visualizar las densidades en cada uno de los diferentes tipos de escenarios:
Banquetas: se registraron los árboles de todas las banquetas obteniendo su estado y especie, al igual que los espacios vacantes y espacios por abrir.
Islas viales (camellones, glorietas, cunetas, etc): al igual que las banquetas se registraron los estados y especies de los árboles, espacios vacantes y por abrir.
El propósito principal es mejorar el paisaje urbano, minimizando riesgos asociados con el arbolado y optimizando los beneficios ambientales, sociales y económicos del activo forestal. Este análisis proporciona una base sólida para la gestión efectiva del arbolado urbano, mejorando los servicios ambientales ofrecidos a la comunidad y fortaleciendo las estrategias de manejo.
MAPA INTERACTIVO
Resultados Inventario digital del arbolado urbano
Se registró un total de 6,467 árboles, en las 1,560 hectáreas analizadas, distribuidos 5756 en banquetas y 711 en islas viales, resultando en una densidad promedio de 4.14 árboles por hectárea. De este total, el 84.5 % mostró un desarrollo normal, destacando la necesidad de acciones de poda para mantener su salud y forma. Por otro lado, el 13.1% presenta poda topiaria, señalando la importancia de abstenerse de realizar actividades de manejo, mientras que el restante 2.2% se encontró en estado seco, sugiriendo su retiro inmediato para evitar riesgos potenciales.
Estado de los árboles por tipo de espacio:
Árboles
existentes:
Topiario
(sin manejo)
Desarrollado
(poda)
Seco
(derribo)
Total
Banquetas
793
4832
131
5756
Islas Viales
8
683
20
711
Total
801
5515
151
6467
En total se encontraron 163 especies, siendo Citrus aurantium, Ficus benjamina y Brosimum alicastrum las especies más abundantes
Especies más abundantes en banquetas e islas viales de Merida, Yucatán.
Especies dominantes
Total
Porcentaje del total
Citrus aurantium
627
9.69%
Ficus benjamina
608
9.40%
Brosimum alicastrum
383
5.96%
Respecto a las oportunidades de plantación, se identificaron 478 espacios vacantes adecuados, junto con 788 espacios por abrir, aunque sujetas a posibles restricciones por infraestructura subterránea. La distribución de estas oportunidades revela que el 33.17% está destinado para árboles de talla pequeña (hasta 6m de altura), el 62.87% para árboles de tamaño mediano (hasta 12 m de altura) y el 3.94% para ejemplares de porte grande (hasta 25 m de altura).
Disponibilidad de espacios vacantes por tal de árboles
Plantaciones
Talla 1
(hasta 6)
Talla 2
(6-12)
Talla 3
(12 o más)
Total
Espacios vacantes
297
132
43
478
Espacios por abrir
123
658
7
788
Total
420
790
50
1128
Los datos proporcionados son consistentes con lo encontrados por en el inventario de 2017, pero con ligeras variaciones debido a que en este caso solo se registraron plantas leñosas en espacios públicos sobre vialidades.
El inventario digital de alta resolución del arbolado urbano en Mérida tiene una gran utilidad para la planificación urbana sostenible y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes. Este detallado registro permite identificar de manera precisa las áreas que necesitan intervención, facilitando la implementación de estrategias de reverdecimiento urbano. Con la información sobre la densidad, salud y distribución de los árboles, las autoridades pueden priorizar las áreas que requieren poda, remoción de árboles secos y plantación de nuevos ejemplares. Además, la identificación de espacios vacantes y potenciales para la plantación es crucial para aumentar la cobertura verde de manera eficiente y estratégica.
Los siguientes pasos deben centrarse en la ejecución de un plan integral de manejo y expansión del arbolado urbano. Esto incluye la reforestación de las 21,424 nuevos espacios potenciales identificados como viables, con un enfoque en aumentar la diversidad para maximizar los beneficios ecológicos. La poda y mantenimiento regular de los árboles existentes, especialmente aquellos con poda topiaria y en desarrollo normal, garantizarán su salud y longevidad. Es también fundamental retirar los árboles secos para prevenir riesgos y enfermedades que puedan afectar a otros árboles.
Para rentabilizar el inventario, se pueden explorar las estrategias propuesta anteriormente. Esto no solo generaría ingresos adicionales sino que también posicionaría a Mérida como una ciudad comprometida con la sostenibilidad. Además, el inventario puede servir de base para programas de adopción de árboles, donde empresas y ciudadanos contribuyan económicamente al cuidado y expansión del arbolado urbano, recibiendo a cambio beneficios fiscales o reconocimiento público.
Las implicaciones prácticas de estas estrategias son vastas. En términos ambientales, se espera una reducción en las islas de calor urbano y una mejora en la calidad del aire, gracias a la capacidad de los árboles para filtrar contaminantes. En lo social, aumentar la cobertura verde promoverá la salud física y mental de los ciudadanos, ofreciendo más espacios para la recreación y la interacción comunitaria. Económicamente, los proyectos de reverdecimiento pueden generar empleo y atraer inversiones en el sector de la infraestructura verde. Además, la mayor disponibilidad de áreas verdes puede incrementar el valor de las propiedades cercanas, beneficiando a los residentes locales.