Inés Muñoz Martín
Alumna de 4ºESO
22 de Noviembre de 2024
Esta mañana Madrid ha amanecido con un fenómeno nunca visto ni siquiera en las crónicas de Cuarto Milenio. No se trataba de una simple manifestación ni de jóvenes reivindicando derechos, ¡no! Eran artistas de diferentes épocas, nacionalidades y estilos que, a pesar de su estado post-mortem, se han reunido en la Gran Vía para reclamar lo que siempre fue suyo: su arte y el reconocimiento que se les negó en vida.
Frida Kahlo, la célebre pintora mexicana y jefa de ceremonias del sarao, se encargó de organizar esta peculiar concentración. Según sus palabras, su misión era dar voz a aquellas artistas que “ni siquiera aparecen en los márgenes de los libros de arte, mientras otros firman sus cuadros, viven como reyes y luego tienen aeropuertos con su nombre”.
"¡Pero si yo ya soy famosa, hombre!", exclamó Frida, cuando le preguntamos por qué lideraba el evento. “Hablamos de mujeres como Julia Alcayde o Aurelia Navarro, artistas que pintaban maravillas mientras otros se llevaban el crédito. Es hora de romper con ese cuadro de injusticia".
El drama de Margaret Keane: "Big Eyes, Bigger Injustice"
Entre los asistentes también se encontraba Margaret Keane, famosa por los inquietantes ojos gigantes de sus retratos. “¿Sabes lo que es que tu marido venda tus cuadros, se haga rico y encima diga que los pintó él?” nos contó. “Lo mío al menos se resolvió con un juicio, pero… ¿y todas esas artistas que ni siquiera sabían que podían reclamar nada porque ni voz les dieron?”
Con lágrimas de óleo en los ojos, Margaret dejó claro que para ella lo más importante era que “el verdadero mensaje de mis cuadros no lo tergiverse nadie más. Lo de ser explotada, mira, ya lo superé, pero que al menos me devuelvan mis emociones”.
La Gran Vía como museo vivo (y muerto)
La marcha, que fue un éxito en términos de convocatoria, no estuvo exenta de críticas. Desde el Gobierno central declararon: “No entendemos por qué alguien querría reabrir heridas de hace más de 100 años. Si querían ser reconocidas, que hubieran hablado en su momento”. La respuesta desde las filas de las artistas fue clara y concisa: “Claro, porque en 1920 a las mujeres no se nos tomaba por locas por hablar, ¿verdad? Muy lógico”.
Por supuesto, no faltaron los curiosos que se acercaron, algunos con simpatía y otros para mofarse. "¡Ya están las feministas del más allá armando jaleo!", se escuchó murmurar a un transeúnte que claramente no diferenciaba entre Renoir y un boceto de servilleta.
¿Y ahora qué?
Aunque la manifestación ha sido disuelta, el mensaje sigue resonando: “La historia del arte no puede seguir contándose con pinceles masculinos”, reivindicaron las artistas. Eso sí, se rumorea que el Museo del Prado ya ha instalado protecciones anti-huevo por si alguien decide llevar la protesta a otro nivel.
¿Será este el inicio de un renacimiento (literal) del arte feminista? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, aquí en Arenales Today seguiremos informando… o al menos mirando si entre tanta resurrección, Velázquez también vuelve para explicar qué pasó con La Venus del espejo.