En este apartado se explicarán los protocolos a seguir en caso de parada cardíaca en ahogados, adultos, embarazadas, niños y lactantes. Antes de dar comienzo a la explicación de cada protocolo propiamente dicha, conviene dar a conocer un par de pautas básicas y comunes a cada uno de ellos.
El accidentado tiene que colocarse decúbito supino (boca arriba) si aún no lo está. Una vez en posición, hay que abrir la vía aérea mediante la maniobra frente-mentón; una mano en la frente del accidentado y la otra empujando el mentón procurando no cerrar la boca.
A continuación, hay que comprobar si respira viendo si hay movimientos torácicos, si se oye la respiración y si se siente sobre la mejilla del rescatador. Ver, oír y sentir la respiración durante al menos y no más de diez segundos.
En los primeros minutos después de una parada cardíaca, el paciente puede tomar bocanadas poco frecuentes, lentas y ruidosas. Se denominan respiraciones agónicas, y no hay que confundirlas con respiraciones normales, siendo necesario dar comienzo con las maniobras de RCP.
Si el accidentado respira con normalidad, se le colocará en posición lateral de seguridad (PLS). Si los servicios de emergencia tardan en llegar, hay que cambiar de lado a la víctima cada 30 minutos para liberar la presión del brazo inferior.
Para un paciente ahogado, el origen de la parada será respiratorio, por lo que, tras comprobar previamente que el accidentado no respira, se aplicarán 5 insuflaciones iniciales, 30 compresiones y 2 ventilaciones. Al cabo del minuto, si el socorrista estaba solo, irá a pedir ayuda (llamar al 112) y posteriormente, continuará con la RCP (30 compresiones y 2 ventilaciones).
Las compresiones se realizan en el centro del pecho. Se toma como referencia la línea imaginaria que une los dos pezones de la víctima, ejecutándose las compresiones en el punto medio de dicha línea. En ese punto, se apoyará el talón de una mano y se colocará la otra mano encima, entrelazando los dedos. El rescatador se posicionará con los brazos extendidos, formando la perpendicular sobre la víctima. La fase de compresión y descompresión debe durar aproximadamente el mismo tiempo, sin llegar a separar el talón de la mano del pecho del accidentado, y asegurándose de que la reexpansión del tórax sea completa.
Una frecuencia mínima de 100 compresiones por minuto, y a una máxima de 120. Esto quiere decir que se debe comprimir ha de estar situada entre los 5 y los 6 centímetros.
Las ventilaciones consisten en la introducción de aire en el paciente por medio de insuflaciones boca a boca durante las ventilaciones, el rescatador debe estar pendiente de que el tórax del accidentado se eleve, lo que servirá de indicador de que la vía aérea está abierta, y entra aire, por lo que es imprescindible pinzar la nariz de la víctima con el objetivo de que el aire que se insufle por la boca, no salga por los orificios nasales.
El reanimador debe continuar la reanimación hasta que:
En la RCP en niños y lactantes, se producen determinadas variaciones debido a dos factores clave: el origen de la parada y la anatomía.
Al igual que con los ahogados, en niños y lactantes, la parada acostumbra a ser de origen respiratorio. Por tanto, tras la comprobación de que el niño o lactante no respira, la reanimación en estos casos dará comienzo con 5 insuflaciones iniciales, 15 compresiones y 2 ventilaciones. Al cabo del minuto, si el socorrista estaba solo, irá a pedir ayuda (llamar al 112) y posteriormente, continuará con la RCP (15 compresiones y 2 ventilaciones).
Como ya se ha dicho, también se producen variaciones debido a las diferencias anatómicas entre adultos y niños y lactantes. Mientras que en adultos se usaban ambas manos para la realización de las compresiones, en niños se usa únicamente una (dos lactantes dos dedos (índice y corazón). En cuanto a la profundidad, en niños debe estar alrededor de 5 centímetros y en lactantes alrededor de 4.
Una vez identificada la parada cardíaca, así como avisados los servicios de emergencias médicos, se dará comienzo a las maniobras de resucitación. El rescatador debe efectuar un total de 30 compresiones torácicas sobre el accidentado. Posteriormente deberá realizar 2 ventilaciones. Esta secuencia deberá repetirse hasta que se cese la RCP por alguna de las razones ya descritas (ratio de compresión:ventilación 30:2)
En embarazadas, la RCP es exactamente igual que en adultos, con la única salvedad de que se coloca una cuña en el lado derecho, elevando unos 30o-40o la cadº r a0ºerecha de la embarazada. Así se evita la compresión de los vasos abdominales y se mejora el retorno venoso al corazón y el volumen de sangre que sale con cada compresión.