Bendición de los alimentos
Uno de los momentos que más disfrutamos cada día es la hora de la comida. En cada comida podemos hacer memoria del amor de Dios que se ocupa de nosotros: Es un modo de hacer presente a Dios en medio de la jornada, de avivar la conciencia de que todos somos hermanos hijos del Padre eterno, de reconocer públicamente su bondad y de proclamar nuestra fe con alegría.
Jesucristo nos enseñó a pedir al Padre que nos dé nuestro pan de cada día. A Dios le pertenece el mundo y todo cuanto contiene (cf Sal 24,1) y como buen Padre provee a sus hijos de lo necesario para su sustento. Nosotros, al sentarnos a la mesa, reconocemos su bondad, le damos gracias, lo bendecimos y le pedimos nos bendiga y bendiga los alimentos que vamos a tomar.
Jesucristo nos enseña a bendecir al Padre al tomar los alimentos: “Tomó Jesús los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Asimismo repartió los dos peces entre todos.” (Mc 6,41) Y también lo hizo en la última cena: “Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos.” (Mc 26,26) .
A continuación ofrecemos varias formas de bendecir los alimentos. Puedes adoptar la que más te guste o hacer la tuya a tu manera:
Señor Dios, te damos gracias porque nos haces partícipes de tus maravillas; te alabamos por los dones de tu amor y te bendecimos por la amistad que nos concedes vivir en torno a esta mesa. Que esta comida en sencillez de corazón y en alegría sea profecía del banquete del reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Bendícenos Señor y bendice estos alimentos que dados por tu bondad vamos a recibir, por Cristo Nuestro Señor. Amén. Que el Rey de la gloria eterna nos haga partícipes de su mesa celestial. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Señor, bendice estos alimentos que recibimos de tu generosidad. Da pan a los que tienen hambre y hambre de Dios a los que tienen pan. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Bendícenos Señor, bendice los alimentos que vamos a recibir y a quienes los han preparado, da pan a quienes no lo tienen y concédenos sentarnos contigo en el banquete celestial. Así sea. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¿Cómo se hace la bendición al tomar los alimentos?
Cualquiera de los comensales puede pronunciar la oración de bendición. Ojalá que muchas veces la haga el papá, transparencia de nuestro Padre del cielo, protector y proveedor, sabiendo que la fuerza del testimonio ante sus hijos es de las lecciones más poderosas que puede dejarles para toda la vida.
Al terminar de comer normalmente tenemos un momento de calma, a veces una larga sobremesa… Es buen momento para celebrar la convivencia tenida y el gusto de los alimentos recibidos y bendecir a Dios por ello. Antes de ponerse de pié puede hacerse una breve oración de acción de gracias o simplemente la señal de la cruz.
Bendición del Niñito Jesús
Que el Niñito Jesús,
que nació en Belén,
bendiga estos alimentos y
a nosotros también.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El Rap de la Bendición de los alimentos
Este es el rap de la bendición;
Bendice el pan, bendice el vino;
Bendice las manos que lo han producido;
Levanta el brazo, dobla el codo
(se hace la señal de la cruz)
Y con esto queda bendecido todo. Amén.
Bendición de los alimentos
Bendice, Señor, a nosotros y a estos alimentos que recibimos de tus manos. Así sea.
El Rey de la Gloria eterna nos haga partícipes de su mesa celestial. Así sea.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.