Si bien la docencia compartida siempre debe tener el objetivo de atender a la diversidad dentro del aula y proporcionar apoyo al alumnado que lo necesita, desde el punto de vista de los roles y perfil de los docentes implicados existen diferentes modos de plantearlo.
APOYO DENTRO DEL AULA CON DOCENCIA COMPARTIDA
En este caso nos referimos a la docencia compartida en la que participa uno o más docentes especializados en atención a la diversidad que proporcionan soporte al alumnado. El docente de apoyo puede ser una maestra de pedagogía terapéutica, un orientador, un profesor de educación especial o cualquier otra docente o profesional que realice una función de apoyo a la diversidad del alumnado.
Sobre todo cuando se inician prácticas de este tipo, el docente de apoyo proporciona apoyo a los alumnos que lo necesitan y colabora con el otro docente para atender mejor la diversidad del alumnado del aula. Se realiza un apoyo dirigido a los alumnos y alumnas que necesitan ayuda y más atención, sean alumnos que presentan necesidades educativas especiales o no. Estos docentes proporcionan apoyo al alumnado y también al docente curricular, al tutor o tutora de educación primaria o a un docente de área de secundaria.
Los maestros y/o docentes especializados colaboran con los docentes de área y les aportan estrategias, ayudas y orientaciones que les sean útiles para incorporar a su práctica diaria y para probar nuevas formas de enseñar que respeten más la diversidad de aula.
Se entiende que existe una complementariedad en los roles. Cada docente aporta su experiencia para dar una mejor atención al alumnado y al otro docente. De todas formas siempre es necesario que los dos docentes proporcionen apoyo a los alumnos del aula y no sólo el docente de apoyo.
Aunque al inicio es posible que sea el docente curricular quien conduce el grupo y ha planificado la sesión, progresivamente, una vez se ha generado un clima de confianza entre los dos docentes, se deben ir compartiendo y alternando los roles de modo que los dos docentes puedan realizar aportaciones y no se cree una relación de dependencia o subordinación de uno respecto al otro.
En el apartado Diferentes roles en el aula encontramos diferentes distribuciones de los roles y tareas de los dos docentes en el aula, según la finalidad, el tiempo que llevan haciendo docencia compartida y el tipo de alumnado o grupo.
En este caso la Docencia Compartida la hacen dos o más docentes de la misma o diferente área o materia, ellos llevan la clase y comparten el grupo. Proponen actividades interactivas y participativas que requieren un acompañamiento al alumnado y al grupo.
En este tipo de Docencia compartida ya de entrada, los dos docentes tienen un mismo rol respecto a la materia y al grupo. Por tanto, no se atribuye una competencia o experiencia profesional diferente y por tanto los dos han preparado las sesiones y las actividades, los dos proporcionan apoyo aportando modelos, ayudas, estrategias o recursos, según las necesidades del alumnado.
En los dos tipos de docencia compartida, cuanto más equilibrados estén los roles, responsabilidades y tareas de los dos docentes, más se convierten en prácticas de auténtica docencia compartida.
En ocasiones hay escuelas que comienzan haciendo apoyo dentro del aula con docencia compartida y, a la vista de los buenos resultados, extienden este tipo de docencia con otros fines como por ejemplo, para iniciar cambios en las prácticas, para probar nuevas metodologías o para proporcionar apoyo a otros docentes menos experimentados. De hecho, estas prácticas son una oportunidad para plantearse innovaciones y utilizar nuevas metodologías de enseñanza.
Sin embargo, no se debe olvidar que la finalidad clave de la docencia compartida es el de atender mejor la diversidad y hacer una enseñanza más cercana y personalizada.