El Centro

Lo primero que se aprende en Koldo Mitxelena es que el euskara es la característica más significativa de Euskal Herria. Por esta razón, nos esforzamos en recuperar nuestra lengua en un momento en el que en el mundo hay muchas culturas en riesgo de extinción. Miramos el mundo desde una perspectiva euskaldun.

En efecto, observamos nuestro entorno con atención porque no queremos estar aislados y aisladas del mundo dentro de las cuatro paredes del aula. Y, por tanto, traemos ese mundo exterior al instituto para saber qué sucede en cualquiera de sus rincones, para analizar con ojos críticos los conflictos y los problemas, y para aprender una lección muy importante: que todos los pueblos y todos los seres humanos son iguales en dignidad. Pero también salimos del centro, puesto que creemos firmemente que las salidas y excursiones son muy enriquecedoras para la formación de nuestro alumnado.

Queremos educar chicos y chicas responsables y, por tanto, tratamos a nuestros alumnos y alumnas de forma que asuman responsabilidades. Intentamos crear un clima de confianza entre el profesorado y el alumnado en el que no tenga cabida el autoritarismo. Desde nuestra perspectiva de educadores y educadoras consideramos cualquier problema que surge en la relación diaria como una oportunidad inmejorable para educar a nuestros y nuestras jóvenes. Nuestro alumnado enseguida se da cuenta de que en Koldo Mitxelena tiene mucho que decir, se le tiene en cuenta y es el protagonista de su educación. La diversidad es una característica más de nuestro alumnado. Son diferentes sus formas de ser, sus ideas y sus capacidades. Por esto ponemos en marcha nuestra labor como educadores y educadoras partiendo de las necesidades del alumnado y, tratamos de personalizar el aprendizaje utilizando los recursos pedagógicos innovadores que tenemos a nuestro alcance.