La labor de tutoría se entiende como un acompañamiento del tutor en las decisiones personales que el alumno debe tomar a lo largo de la carrera, respecto a su recorrido académico por un plan de estudios con un diseño curricular flexible y enfocado en el alumno. La labor de tutoría abarca tres etapas específicas:
1. Ingreso al CIDI, durante el tercero y cuarto semestres, para fortalecer la autonomía de los alumnos, apoyarlos para que aprendan a aprender y proporcionarles técnicas y herramientas de autorregulación.
2. Permanencia, refuerza la autodeterminación y la toma de decisiones del alumno del quinto al séptimo semestres. Se brinda especial atención a aquellos alumnos con riesgo escolar por bajo desempeño hasta ese momento.
La labor del tutor cobra más relevancia en momentos específicos de la vida académica del alumno, como la elección de sede para las asignaturas que debe realizar fuera de las instalaciones del Centro.
3. Egreso, abarca de 8o a 10o semestres, fortalece en el alumno su gestión de aprendizaje, su construcción y autoría. En esta etapa el alumno debe tomar decisiones de la mayor importancia en su vida académica, que involucran el cumplimiento del servicio social, la práctica profesional, la movilidad estudiantil y la elección de la modalidad para titularse y concluir sus estudios.
Titulación, en 10o semestre, el director de la tesis o el responsable del grupo de investigación toma el papel de tutor del alumno, por la cercanía que implica la asesoría durante el desarrollo del proyecto final.
El Plan de Acción Tutorial brinda atención diferenciada tanto a los alumnos que llevan sus estudios de manera regular como a aquéllos con riesgo escolar.
El alumno asistirá a tres sesiones de tutoría programadas institucionalmente y se comprometerá a realizar las actividades que le sugiera el tutor, considerando que con la tutoría recibe atención personalizada que favorece su desempeño académico.