Personajes ilustres

Web e José Ramón Francia Silva

MARTÍN GONZÁLEZ DE ANDÍA. Los Andía y Torrecilla.

Los González de Andía (Andía en vascuence quiere decir grande), es una genealogía importante descendiente de un nieto de Fernán González que se estableció en tierras guipuzcoanas. Un descendiente, Pedro González de Andía, hijo de Domejón, (D. Menjón) (1410-1489) nacido en Tolosa, gran diplomático, de carácter enérgico, era coronel de Guipúzcoa, vasallo del rey, negoció un pacto con Inglaterra y el rey inglés le concedió el monopolio del comercio de los vinos, mientras estaba su padre ayudando al rey de Inglaterra contra los franceses (1471). Juntamente con su hermano Beltrán, y en ausencia de su madre que acababa de morir, como jóvenes inexpertos dirigieron un motín en Tolosa, donde murió un judío importante. Temiendo represalias del rey huyeron: Beltrán a Navarra y Pedro a Torrecilla; era el año 1464.

Posiblemente por ser un lugar lejano y seguro, por las dificultades de acceso en aquellos tiempos; aquí en Torrecilla D. Pedro se casó con Isabel Martínez de Aguirre, hija del noble torrecillano Sancho Martínez de Aguirre.

Descendiente de este matrimonio fue Juan González el Viejo “el Santo” que se le llamaba. No se sabe si por su devoción o no; pero lo cierto es que fundó la “Capellanía del Alba”, con el objeto de que los labradores pudieran ir a misa antes de la salida del sol.

JOSÉ ANTONIO SÁENZ MANSO DE VELASCO.

Conde de Superunda

Muchísimo podríamos investigar y contar sobre D. José Antonio Sáenz Manso de Velasco y Sánchez de Samaniego, (1688-1767) sobre todo si nos trasladamos a Laguardia (Álava), donde están sus archivos, sin embargo nos vamos a limitar a recoger algunas generalidades que principalmente nos ofrecen diferentes investigadores, sobre todo Diego Ochagavia Fernández, en sus artículos, ya hace unos años.

Su partida de bautismo nos lo alumbra en la villa de Torrecilla en Cameros. Hijo de Diego Sáenz Manso de Velasco (el apellido Sáenz se ha omitido con frecuencia), de Torrecilla y de Ambrosia Mª Sánchez de Samaniego de Laguardia.

Retablo de la Inmaculada Concepción, origen de la discordia, entre los de la familia Andía y los de Torrecilla.

Tuvo 6 hijos y 7 hijas con Maria Sáenz de Santa Mª, y de todos ellos el quinto de los hijos Martín González de Andía, es el que más sobresalió.

Cuando Logroño fue asediada por el general francés Asparrot (1521), el capitán Vélez de Guevara y el virrey de Navarra solicitaron ayuda a Alberite, Lardero.. y también a Torrecilla y entre los pecheros y caballeros que estuvieron parece ser que también estuvo él.

Llegó a ser Maestro de Campo de los ejércitos de Carlos V, y se hizo “Caballero de la Espuela Dorada” (era el hidalgo que solemnemente era armado Caballero), en Bruselas en 1555. Del latín fue traducido por Lucas Gracián Dantisco, autor de “El Galateo Español”. Murió en Frandes hacia el año 1561.

MARTÍN GONZÁLEZ DE ANDÍA, CABALLERO EN BRUXELAS. Año 1555.

Como conclusión podemos decir que, los hidalgos de Torrecilla no recibieron bien a D. Pedro González de Andía: El ser nuevo en la Villa, huido, sin patrimonio.., y casarse con la hija de alguien importante del lugar, D. Sancho Martínez de Aguirre, les molestó bastante. Además D. Sancho gozaba de un lugar preferente en un banco en la Iglesia de San Martín. Muerto D. Sancho el sitio quedó ocupado por su hija Isabel, la mujer de D. Pedro, y muerta ésta intentó ocuparlo D. Juan “el Santo”, que le correspondía como hijo de Isabel y nieto, único y directo de D. Sancho, aunque los nobles dijeran lo contrario, que no le correspondía porque era hijo de D. Pedro. Todo esto originó un pleito (1498) en el que el Gobernador General de la Diócesis de Calahorra reconoció a D. Juan el derecho a ocupar la cabecera del banco de la Capilla de la Concepción. Sánchez Terán, S. en "Páginas olvidadas de La Rioja". Berceo. 1950, (561-594), nos relata todo lo anterior y mucho más.

D. Matías Sorzano

de Tejada y Nájera

Fue bautizado el 27/02/1775 en Torrecilla en Cameros. Era hijo de Juan Antonio Sorzano (1730-1798) de Torrecilla en Cameros y de Manuela de Nájera, también de Torrecilla. Sus abuelos también eran torrecillanos.

Uno de los palacios de los Manso de Velasco en Torrecilla.

Sus linajes Sáenz y Manso procedían de Torrecilla, hasta cuatro generaciones anteriores y con vínculos con El Solar de Valdeosera, como consta en la Ejecutoria de Hidalguía ganada en la audiencia de Valladolid por Gonzalo Sáenz Manso en 1547. El linaje Velasco también procedía de Torrecilla.

En plena guerra de sucesión española y con 17 años, en 1705, inició su carrera militar, y tras el Tratado de Utrecht participó en la guerra de Cerdeña en 1717. En 1720 ayudó a Ceuta contra un ataque de Muley Ismail, e incluso en 1727, participó en la recuperación de Gibraltar del dominio británico, que no fue posible. Participó en batallas en Orán, obtuvo el grado de brigadier y Felipe V lo premió por sus servicios militares. Aunque su posible destino, en principio era Las Filipinas, el Rey lo envió a América, y Chile sería su primer destino.

CONDE DE SUPERUNDA

En los escritos de D. Ochagavia nos relata que al carecer de patrimonio personal, necesitaba alguna propiedad para recibir un título nobiliario. En aquel entonces, los reyes para premiar a los conquistadores que destacaban en América y para incentivar su fidelidad a la Corona los premiaban con títulos de Castilla, pero era preceptivo la posesión de un Mayorazgo (conjunto de bienes vinculados entre sí que pasaban al heredero, el hijo mayor) y bienes suficientes para mantenerlo.

D. Matías de Sorzano y Nájera. Fot. José Ángel Albert Boronat.

Fue caballero de la orden Montesa (orden militar y religiosa fundada por Jaime II de Aragón en el siglo XIV) y se casó con la riojana de Nestares Dñª Ángeles Adalid y Ximénez, en 1802, en Orihuela.

Emigró a Orihuela (Alicante) a finales del XVIII y en 1803, en un pleito de hidalguía con el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, obtuvo una sentencia favorable.

Fue regidor municipal en 1835 y alcalde de Orihuela entre 1844-47.

Fue un gran benefactor para el pueblo de Orihuela. Así en 1808 donó 6000 reales para la lucha contra los franceses. Con la desamortización, las Monjas Salesas abandonaron el Real Monasterio y la Iglesia de la Visitación (Real Monasterio de la Visitación) de Orihuela, él lo compró en 1844 y lo donó a dichas monjas.

La fotografía es un retrato en óleo del Virrey Conde de Superunda, del Museo de Arte Religioso de la Basílica Catedral de Lima. Al fondo se divisa la fachada de la catedral y recoge la cornucopia el texto. La fecha es la del día del terremoto.

Él era un segundo hijo, había progresado en el ejército y el mayorazgo era para el heredero que era Diego y que habían fundado en Torrecilla D. Diego Sáenz Manso y Dñª. María Calderón, en 1723. Éste, no obstante, le cedió el mayorazgo: El lavadero de lanas finas, la casa solariega, fincas, arboledas.. que luego pasaría a llamarse Superunda

El Mayorazgo de los Manso de Velasco en Torrecilla

Siendo Virrey del Perú, pensó dejar el mayorazgo constituido, en herencia a sus sobrinos, por no tener descendencia, los hijos de Diego Manso y designó como sucesor a Diego Antonio Manso de Velasco, Caballero de Santiago; aunque después lo dejó a otro sobrino Félix Manso de Velasco y Crespo que era el primogénito y darle el título de Conde de Superunda al anterior. Posteriormente engrandecería el mayorazgo con diferentes propiedades, alhajas y otros regalos.

En el siglo XVIII sus sobrinos construyeron un palacio familiar, realizando un escudo esquinero con una corona condal y las armas del Solar de Valdeosera (foto esquina de la casa Torrecilla). En su escudo, están las armas del Solar de Valdeosera, las de Manso y las de Velasco, las 13 banderas como en el escudo de Valdeosera y la cruz de la Orden de Santiago. Las armas del linaje están contenidas en el blasón del Virrey Conde de Superunda. Para ampliar en esta tematica ver el artículo de Martínez Martín, Carmen "Linaje y nobleza del Virrey José Manso de Velasco, Conde de Superunda" Revista Complutense de Hª de América, Vol. 32, 2006 (269-280).

Real Monasterio de la Visitación (las Salesas). Fot. neotorre.

Compró también el Convento de San Francisco (del siglo XV), pero ante la epidemia de cólera lo cedió para hospital. A partir de 1880 se comenzó a utilizar como Seminario Mayor de la provincia.

Convento San Francisco. Fot. Pablo Cuadrado

La Casa-Palacio Sorzano de Tejada valió en su época 51.439 reales en monedas de oro y plata. Es un edificio de estilo neoclásico, con unos preciosos salones y una capilla hecha a medida de los retablos de Zurbarán, Rivera, Alcalá Galiano, Murillo,.. y a su entrada la lápida de D. Matías. La Fundación Pedrera, el año 2010, la ha cedido al Ayuntamiento de Orihuela para edificio de Exposiciones, con más de 500 obras desde la época medieval hasta nuestros días; con pinturas de Picasso Sorolla, Salinas, Rembrant… El 9 de Marzo de 2010 ha sido declarado Bien de Interés Cultural por la Consellería de Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana.

Otro palacio de los Manso de Velasco en esta Villa.

Escudo esquinero con las armas de Valdeosera

Donación de un relicario de plata repujado

En el Convento de Clausura de las Clarisas de Nájera se encuentra un relicario (retablo portátil) de plata, con imaginería policromada y motivos indígenas, que regaló D. José Antonio Manso de Velasco, Virrey del Perú, en 1751, donde estaba su hermana Dñª Inés como abadesa.

José Antonio Manso de Velasco,

fundador de ciudades, en

CHILE

Cuando llegó a Chile de gobernador una de las primeras cosas que hizo fue fundar ciudades. Gobernó estas tierras entre 1733 y 1745 y dedicó gran cantidad de su tiempo a estas fundaciones.

Al poco de llegar a Chile en 1737 un fuerte terremoto sacudió Valdivia y él se preocupó de que fuera reconstruida. También posteriormente contribuyó del desarrollo urbanístico de Santiago de Chile.

Con normas de urbanismo incipientes, pero adecuadas para la época, en 1740 fundó San Felipe El Real, actual San Felipe. Era el 3 de Agosto de 1740 y J. A. Manso de Velasco, en un acto la fundó con toda solemnidad en el Convento Franciscano de Curimón, que está localizado en el Valle del Aconcagua.

Exterior e interior del Palacio Sorzano de Tajada. Fot. J. A. Albert Boronat.

En el Museo Parroquial de Torrecilla se conservan dos obras de orfebrería donadas por él: Así la corona de plata de Ntra Sra. de Tómalos y de su hijo. En la de la Virgen existe esta inscripción: “DE LA PROPIEDAD DE MATÍAS SORZANO EN ORIHUELA Y NATURAL DE TORRECILLA DE CAMEROS Y SUS HEREDEROS”. Y en la del niño: “DE D. MATÍAS SORZANO”.

Coronas para la Virgen de Tómalos y el niño, donadas por D. Matías.

Para una información máscompleta:http:// orihuelayelsolardetejada.blogspot.com

Iglesia y Convento de San Francisco de Curimón (Curicó)

Manso de Velasco reunía los títulos de Gobernador, Capitán General del Reino de Chile, Presidente de la Real Audiencia, Caballero de la Orden de Santiago, y General de los Ejércitos de su Majestad. En la imagen pintada lo vemos entre los mandatarios y comitiva con los padres franciscanos. Posteriormente a esta inauguración Manso se dedicó a buscar más terrenos en los alrededores para poder fundar la población de San José de Buenavista de Curicó en 1744.

El Gobernador de Chile Manso de Velasco, con toda su comitiva, (en oleo sobre tela) en Labra, con los padres franciscanos y ante la Virgen de Velilla, traída de España y cuya réplica todavía está en esta iglesia franciscana de Curicó. Fot. estiloempresa.blogspot.com.

La ciudad de Cauquenes con el nombre de “Nuestra Sra. de las Mercedes de José de Manso de Tutuvén” fue fundada por Manso de Velasco en el marco de un proceso de urbanización el 9 de mayo de 1742. Ahora se llama ciudad de Cauquenes.

Colegio Manso de Velasco en Cauquenes

En la Isla de La Laja, en 1742 fundó “Santa Mª de Los Ángeles” (en el Acta de fundación vemos 1739). Estaba habitada, Los Angeles, por indios llamados “coyunche” o gente de las arenas, que vivían en un terreno arenoso de la Isla de la Laja.

Acta de fundación de la ciudad de Los Ángeles (Chile), firmada por José Manso de Velasco, en Concepción (Chile), el 27 de Marzo de 1739.

Fot. de Es.wikisource.org

Talca, aunque había sido fundada en 1692 por Tomás Marín de Póveda, sin embargo fue decayendo y fue fundada como ciudad urbana en 1742, por manso de Velasco, en un terreno donado por los Agustinos, con el nombre de San Agustín de Talca, actual Talca.

San Fernando de Tinguiririca, actual San Fernando. Con ilusión los dueños de los terrenos, los vecinos y partidarios de crear una villa recibieron a Manso de Velasco en el año 1742, y donde está la Parroquia de San Fernando Rey actualmente, pusieron el patio de armas. Los jesuitas crearon el primer colegio en 1745.

En 1742 se crea San José de Logroño, debido a los recuerdos o semejanza, actual Melipilla, es una zona muy rica en cultivos para abastecer a los alrededores. Existe un colegio Manso de Velasco en esta ciudad.

Colegio Manso de Velasco en esta ciudad

En 1743 impulsó la fundación de Santa Cruz de Triana, actual Rancagua, y a la plaza haciendo honor a su nombre las calles que llegan en forma de cruz. Quiso conservar los dos barrios de Sevilla, Santa Cruz y Triana uniéndolos con un nombre en la nueva población.

Acta de fundación de Santa Cruz de Triana, Rancagua

Acta de fundación de Rancagua, elrancaguino.cl

Estatua de Manso de Velasco en Rancagua. Fot. histocliop.blogspot.com

Por medio del gobernador Manso se les entregó un terreno a los franciscanos y se les ayudó a la edificación de un templo: La Iglesia de San Francisco. Héctor González en El Rancagüino nos relata excelentemente toda la historia antigua de la fundación de esta ciudad.

melisa.recorridoporlasextaregion.blogspot.com

La comunidad hispana donó este busto de Manso de Velasco con motivo del bicentenario de Rancagua en 1943.

En 1744 fundó San Francisco de la Selva, Copiapó. Destacable fue que se negara a recibir D. José Antonio Manso de Velasco, 4000 pesos por cada villa que fundó.

Acta de fundación de la ciudad de S. Francisco de la Selva, Copiapó. Fot. historiasdechile.cl

En conclusión podemos decir que tuvo que luchar contra las órdenes religiosas y encomenderos (era una persona de gran poder en la sociedad colonial; muchas veces eran hidalgos que tenían indígenas encomendados a los que tenían que defender y cristianizar y le ayudaban en la producción del campo) para la fundación de las ciudades y así poder reunir en ellas, al español, al aborigen y al mestizo. Protegió el mestizaje que los encomenderos denostaban. Fue muy severo con los encomenderos y favoreció el comercio, tanto de los habitantes del lugar según las crónicas vendiendo con mulas por diferentes lugares, como de algunos españoles, en concreto vascos, que empezaron a comerciar y progresar.

Fue meritorio el agrupamiento poblacional en ciudades que tuvo un valor excepcional, ya que entre otros aportes ayudó mucho al progreso. Las aldeas por Manso fundadas, hoy ciudades, le dieron forma al país y progreso a sus habitantes.

Pidieron también a Manso de Velasco que creara un tribunal para administrar la justicia y autorizó esta creación y se eligió a un diputado para que juzgase, creó el Tribunal del Consulado

Dado su historial como perfecto conocedor del ejército comienza su reforma y para ello envía un proyecto al rey Fernando VI, que no solamente lo aprueba sino que le induce a que redacte él mismo un reglamento. Su interés radicaba en mejorar los sueldos, vestimenta y armas, con una reducción de efectivos, pero más preparados.

Por otra parte muy importante fue el aumento de los medios para la producción agrícola, así la construcción de canales de riego en el río Maipú, para regar el valle cercano, los tajamares (muros de contención) del río Mapocho, que se los llevó una crecida del río y se hicieron de piedra.

Finalmente, tuvo un gran reconocimiento por parte de la población cuando dejó Chile por su ascenso a Virrey del Perú y fue celebrada su despedida con grandes fiestas (tres días de celebraciones), por su gran obra realizada.

José Antonio Sáenz Manso de Velasco. Virrey del PERÚ

Fue Virrey del Perú entre 1745 y 1761. Estos 16 años de virreinato comprendieron los últimos años de reinado de Felipe V, el reinado de Fernando VI y el principio de Carlos III.

Las minas

Durante estos años se mejoró la hacienda española considerablemente, por las minas del cerro de Pasco y las descubiertas en Huantajaya, Chonta y las de Potosí (hoy Bolivia) de plata, que fue una de las más productivas y que atrajo a la ciudad de Potosí, a tanta población que en pocos años llegó a ser la más poblada de América.

Bocanas del Cerro Potosí; gabrielbernat.es

Minas de plata en Cerro Rico, Potosí, en 1550; gabrielbernat.es

Lingote de plata potosino preparado en 1567, en la Casa de la Moneda; de 25 cm de largo x (de 2 a 5 de ancho) x 0,5, aproximadamente; gabrielbernat.es

Real de Plata de Potosí. Fot. wikipedia.org

Leamos el siguiente escrito, de la época (Septiembre de 1745), sobre el comercio de los minerales de D. Joseph Manso de Velasco:

http://www.archive.org/stream/donjosephmansode00peru#page/n1/mode/2up

El tabaco

A partir de 1752 el tabaco produjo también inmejorables beneficios por las rentas que producía. Ya en 1634, Felipe IV había creado el Estanco del Tabaco, y la Coronaera la que lo elaboraba y vendía el tabaco, necesitaba dinero pues las arcas estaban vacías. Las colonias lo suministraban a la metrópoli: España. Pero como en Perú se producían grandes cantidades, propuso el Virrey Manso, en 1746, la conveniencia de implantar es estos países el Estanco del Tabaco. Indicó los medios y lo beneficioso que sería para la Corona. El rey Fernando VI aprobó su plan y Manso de Velasco lo puso en práctica a partir de 1752. Al poco tiempo después confiaría al Administrador de Chile la creación del Estanco de Tabaco en 1753.

Se comenzó esta Casa de la Moneda en Potosí (anteriormente había otra que inició sus trabajos en 1572 y que él reorganizó), cuando gobernaba D. José Manso 1759 y se acabó en 1773. Es Patrimonio de la Humanidad. Casi 15.000 m. cuadrados construidos, cinco patios y 200 ambientes.

Está situada en las faldas de Cerro Rico, Potosí. Fot. serturista.com

En 1759 redactó Manso de Velasco, las Ordenanzas Generales para la Renta del Tabaco, en Perú y Chile (que era practicamente la mayor parte de la América conquistada). Podemos leerlas:

http://ia600108.us.archive.org/5/items/ordenanzasgenera00peru/ordenanzasgenera00peru.pdf

La fortaleza de El Callao: Fuerte del Real Felipe

El 28 de Octubre de 1746 Lima sufrió un gran terremoto. Hubo muchas víctimas ya que de 60.000 personas murió la doceava parte. Al parecer no quedó nada en pie y se hundieron 17 barcos.

Destruyó la ciudad y sobre todo el Puerto de El Callao. Con motivo de la reconstrucción de este Puerto se le concedió el título de Conde de Superunda (sobre las olas), ya que elevó el terreno en la zona del Puerto donde había sido ocupado por el mar. Como reacción al desastre Manso fundó la ciudad de Bellavista en una planicie a unos tres km. del puerto, un poco alejada del mar. Desde El Callao se controlaba el tráfico de mercancias y la flota militar.

Fuerte del Real Felipe, actual museo del ejército, en El Callao, Lima

Terremoto y maremoto en Lima en 1746

De forma pentagonal, la obra fue encargada al cosmógrafo francés Luis Godin. Tiene grandes muros con piedras (5 millones de m. cúbicos) traídas de la Isla de San Lorenzo, de Panamá y de España (venían de contrapeso en los barcos). La longitud de la fortaleza es de 1580 m. y un foso de 16 m. de ancho y 2,5 m. de profundidad. Como anécdota Rodil estuvo 13 meses asediado hasta que tuvo que rendirse en 1826, porque se quedó sin municiones, alimentos, ..y no le llegaron auxilios de España.

No obstante, la inauguración no la pudo hacer el Conde sino su sucesor el Virrey Manuel Amat y Juniet, 29 años después de comenzado, en 1776.

Como en este puerto eran constantes los ataques de piratas y corsarios, su objetivo era la defensa, aunque posteriormente tuvo que servir para defensa de los peligrosos asedios internos por parte de los conquistados. También llevaba el nombre de Real Felipe en homenaje al rey Felipe V de España.

Juan Santos Atahualpa, nunca fue capturado. Fot. histocliop.blogspot.com

Uno de los problemas más importantes que tuvo, fue el de sofocar la rebelión de Juan Santos Atahualpa (1710-1756) dirigente quechua indígena del Perú, formado por los jesuitas y buen conocedor de los idiomas castellano y latín. Viajó a Europa y después congregó a diferentes pueblos de la selva para luchar contra la dominación española, con el propósito de restaurar el Imperio Inca.

En el Museo de América de Madrid, hay un óleo con el retrato del Virrey ecuestre. Y en Torrecilla en Cameros está un precioso palio filipino que mandó el Virrey del Perú a la Parroquia de San Martín en 1753.

El Conde de Superunda, D. José Antonio Manso de Velasco. Porta sus armas un ángel con banderola. Al fondo el Puerto de Callao.

Su final, sin embargo fue desdichado, ya que en el año 1762, cuando volvía hacia España desde Lima, ya con más de 70 años, pasando por el istmo de Panamá y Cuba, sucedió que La Habana fue atacada por Gran Bretaña, y Juan de Prado capitán general de Cuba le entregó la responsabilidad de la defensa, ya que era el militar con mayor rango con el título de “Presidente de la Junta Consultiva de Guerra”, sin embargo con unas tropas mal entrenadas y equipadas, tuvo que rendirse a los ingleses. Traído a Cadiz en España y por el oprobio causado a la Corona Española fue condenado por Carlos III a una pena de “suspensión por 100 años de todo empleo militar” y confinado en el bello pueblo andaluz de Priego en Córdoba, donde murió en 1767. Con un final tan triste fue enterrado en la Iglesia de San Pedro, este gran personaje con toda su vida dedicada al estado.

Iglesia de Priego, donde descansan los restos de D. José A. Manso de Velasco. Fot Tuchy