Tres días en el Camino

Tres días en el Camino de Santiago

 

http://picasaweb.google.com/jrariasf/CaminoDeSantiago7Al9DeSeptiembreDe2007 

Salí de Valladolid el viernes a las 14:30 del 7 de Septiembre de 2007. Media hora más tarde sobre el horario previsto. 

Tenía pensado llegar a Villalón de Campos. Serían unos 81 km que se complicaron sobremanera desde muy temprano.

Día soleado, parecía que el verano por fin asomaba.

Salí de Valladolid por el puente de la Hispanidad, circulando por la ronda sur de Parquesol hasta atravesar la autovía y dar al campo. 

Subí al páramo y desde ahí a Ciguñuela. Por ahora nada nuevo pues esta parte ya la tenía más que pedaleada.

En la bajada a Wamba cojo los 71 km/h.

Ya en el pueblo, cerca de la iglesia, en medio segundo la rueda delantera se desploma... un reventón... Resulta que un pinchazo taponado con gel antipinchazo había desgarrado la cubierta internamente y fue precisamente ese día y a esa hora cuando tenía que pasar. Me llega a pasar 5 minutos antes, bajando a más de 70 km/h y no sé si lo hubiera contado... Al parecer el Apóstol iba conmigo. 

Imaginad la situación: sin cubierta, a pleno sol, un pueblo castellano, sin a penas gente... Y en eso apareció Ricardo y me regaló una cubierta de bici de montaña prácticamente nueva que pensaba tirar porque a su bicicleta le había puesto cubiertas finas. En ese momento ya tenía un pequeño público de cinco o séis personas contemplando las maniobras de reparación. 

El tiempo apremiaba y una vez cambiadas la cámara y la cubierta seguí camino hacia Peñaflor de Hornija. A partir de ahí el Camino era para mi nuevo. Me llevaría hasta Castromonte, pero, oh! sorpresa, no iba a ser gratis: Nuevo pinchazo, esta vez de la rueda trasera. Una punta herrumbrosa de 8 cm. de largo había hecho un pincho moruno de cubierta, protector antipinchazos y cámara. Había hecho un arakiri a la cámara. Y encima en la rueda trasera. Quitar la rueda con las alforjas no es fácil. Lorenzo seguía golpeando de lo lindo en el páramo. Mi cabeza empezaba a pensar qué cojones hacía yo allí en el medio de la nada, ¿me iba a dar tiempo? ¿Podría llegar a Villalón antes de que anocheciera? La verdad es que ya iba algo cansado y me quedaban unos 50 km. Y una sóla cámara más de repuesto y las otras dos goteando gel antipinchazos por todos lados. 

Pero hay que seguir. Y sigo. Y paso Castromonte rellenando los botes de agua en la fuente junto a la Iglesia.

Y el viento sigue soplando del NE. A esto se le suman los caminos secos y polvorientos. Los kilómetros son más que kilómetros. 

Y la cabeza sigue barrenando, haciendo sus cálculos. El gusanillo se mete en el cuerpo y produce retortijones. Y para rematar, la puntilla: El soporte del mapa no ha aguantado y una de las pletinas se ha partido y la otra está a punto. Creo que el apóstol Santiago ya se había bajado de la bici hacía tiempo... :-)   

Pero acabo llegando a Medina de Rioseco con un viento en contra considerable. Paso por la Plaza Mayor y por la calle con soportales... busco una ferretería.... tengo que hacer un apaño para solucionar lo del soporte de mapas. Justo saliendo de Medina por la nacional, a mano derecha hay una abierta. Como en muchos pueblos, en Medina es fiesta y ya daba por hecho que no iba a encontrar nada abierto. 

Uno de los dependientes me dice que para seguir hacia Villalón lo mejor es que vaya por el camino de sirga del Canal del Duero y que una vez en Tamariz ya tome otro camino. Le hago caso y pedaleo por el Canal... me cruzo con el barco turístico que navega por el canal... creo que lo timoneaba un negrito... me saluda... y respondo al saludo... Supongo que los pocos que iban en ese momento en el barco pensarían: "Joder, parece que conoce gente...". 

Por fin consigo llegar a Tamariz de Campos... otro típico pueblo castellano con muchas calles sin asfaltar, con olor a ovejas. Acabo preguntando a unos chavales por la salida del pueblo... me dicen que están en fiestas, que me tome algo, que no me preocupe que luego montan la bici en el coche y me llevan donde quiera.... :-)  qué cachondos.... me llenan los botes de agua y con eso me doy por satisfecho. 

Y llego a Cuenca de Campos después de 9 km por pistas de tierra. De esta forma he evitado la otra alternativa que era ir por Berrueces y Moral de la Reina.

Desde Cuenca de Campos a Villalón ya sólo me quedan unos 6 km. Llego totalmente reventado a un pueblo también en fiestas. Lo atravieso en su totalidad.. "¡Buen camino!" me dicen varios... pregunto por el albergue... al final de la calle, junto a una iglesia. 

Ya veo el albergue, está cerrado... Me dicen que el hospitalero está por ahí, que va y viene, que no tardará... aprovecho para ir arreglando el soporte de los mapas.

A la media hora aparece el hospitalero. Persona singular. Yo diría que podría ser un cura retirado o un hermano marista.... Le pregunto dónde puedo cenar y me dice que a 50 metros hay un hostal-restaurante que dan menús a peregrinos (que le han dicho que es de lo mejor del Camino). Así que sin ducharme, me lleva al restaurante. Me hacen sitio porque al ser fiestas el comedor lo tenían reservado por completo. Entre las opciones disponibles elijo una ensalada de pasta y unos filetes de cerdo. Natillas de postre. Y un café con leche. Todo por 9,50 euros (incluyendo la invitación de cerveza para el hospitalero que estaba esperándome en la barra). 

Me deja la llave y me vuelvo al albergue para ducharme. Acabo de vestirme y llega el hospitalero. Reparo un par de pinchazos. Le digo que voy a ir a dar una vuelta para ver el pueblo...el dice que cuidado, que no vaya a ser que me líe y me den las tantas y mañana "tacatá" (haciendo un gesto con las manos como pedaleando)... le digo que no, que no se preocupe, que en tres cuartos de hora estoy de vuelta. 

Me voy a la plaza, veo el final del partido de baloncesto de España mientras me tomo un zumo. Doy un paseo por la plaza, la orquesta empieza a hacer sus pruebas de sonido. Callejeo un poco por el pueblo y antes de entrar en el albergue me quedo mirando las estrellas hipnotizado... 

Poco antes de la medianoche, estoy ya en la cama. No duermo mal pero tampoco bien debido al cansancio en las piernas. 

Segundo Día:

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Me levanto a las 7 de la mañana. Hay que limpiar y engrasar la bicicleta, reparar otro pinchazo, colocar el nuevo soporte, colocar todo en las alforjas... desayunar (un par de barritas y dos croissants)... total, que hasta las 8:30 no consigo emprender el camino. Me despido de "Jose" el hospitalero que ha salido en pijama de camisa y pantalón con las llaves del albergue enganchadas con un mosquetón a uno de los botones de la pechera... todo un espectáculo... me da una manzana para el camino...

Salida hacia Santervás pasando por Fontihoyuelo. El camino se hace duro por las continuas subidas y bajadas, con suelo pedregoso o poco firme que a estas horas de la mañana no apetece. 

Despues de Santervás paso por Arenillas de Valderaduey y de ahí hasta Sahagún donde desayuno por segunda vez en el primer bar que veo y que se llama "El Peregrino". Me tomo un buen café con leche, un bollicao, un donuts y un zumo. Despues de 36 km desde Villalón, lo agradecí. Muy barato. 

Aquí enlazo con el Camino francés y se nota. Hay ambiente, se ven peregrinos. El sólo hecho de ir adelantando peregrinos te impulsa más allá. 

Aprovecho el saludo de "hola" para que noten que llego y se echen a un lado... A veces un "pi-píii" les avisa....

Hasta Mansilla de las Mulas el camino va paralelo a una carretera con muy poco tráfico. Además, se han plantado árboles que hacen más cómodo el viaje. 

Poco antes de llegar a León se sube el Alto de Portillo donde me pierdo un poco al despistarme por dónde iba el Camino. Y la entrada a la ciudad se hace por nacional. 

Encuentro un bar con terraza donde dan menús a peregrinos. Como por 9.50 un plato de macarrones con tomate, de segundo lacón con pimientos y patatas, dos zumos de melocotón, unas natillas y un café con leche. Bastante abundante. 

Me dirijo al barrio húmedo hasta llegar a la catedral. Hago unas fotos por fuera, aparco la bici y me meto dentro. Muy bonita la catedral, llaman la atención las vidrieras.

Pensaba descansar un poco la comida en algún parque pero al final prefiero seguir camino. 

La salida de León está muy mal y se hace por el arcén de la carretera. 

Tengo que parar un momento a ajustar el pedal derecho. Me alcanza otro peregrino en bici y a partir de ahí vamos juntos durantes unos kilómetros. Se llama Jorge, calculo que unos 36 años. Dice que va sellando la credencial por los cuarteles de la Guardia Civil. Viene desde Logroño, cuando llegue a Santiago bajará hasta Cádiz por la ruta de la Plata. Recogerá el furgón en Logroño y se irá por Europa... Le pregunto que en qué trabaja que le permite hacer todo eso... me dice que es albañil y que trabaja para la administración (el ayuntamiento)… que trabaja un año sí y otro no.... y el año que no trabaja pues se lo tira fuera de Cádiz... y así lleva haciéndolo desde 1996. 

Me despido de él en Villadangos del Páramo porque él se queda en el albergue de ahí. Es otra forma de vivir.

Desde aquí se deja la carretera y se va por caminos hasta Hospital de Órbigo donde hago fotos y video del puente que cruza el río Órbigo. Relleno los botes de agua en la fuente donde uno hace una gracia por la marca de mi mallot, "Festina"... uff, qué chungo, por lo del dopping y todo eso... :-) 

Continúo camino hacia Astorga: Hay dos opciones, o bien ir por la carretera o bien ir por caminos que es un km más pero más bonito. Opto por lo segundo. La verdad que el camino se hace duro porque es un pedregal. Aprovecho y cojo un canto rodado que será el que deposite en la Cruz de Foncebadón en su momento. 

Y llego a Astorga, subo una rampa de bastante pendiente que pasa junto al albergue de peregrinos de las Siervas de Jesús. Me sellan la credencial en la iglesia de al lado. Entablo conversación con unos de Madrid (bueno, uno es de Madrid y el otro de Pamplona)... les asustan los casi 150 km que llevo ese día. Doy una vuelta por Astorga, la casa Gaudí, la catedral y retomo el Camino. Murias de Rechivaldo está a 4 km y es donde pienso hacer noche. Al final del pueblo está el albergue "Las Águedas", merece la pena. Muy bonito, muy bien cuidado y muy bien atendido. Soy el único peregrino español y el único que va en bicicleta. No son ni las siete de la tarde pero ya van a dar la cena, así que de nuevo sin ducharme, me siento en una mesa donde aparentemente todos son alemanes. Al principio pensé que eran todos de la misma familia pero ya veo que no. Hay incluso un chico de Texas que sabe algo de castellano y que por lo que veo después hace el Camino con una chica rubia que supongo será la novia. 

Entre los comensales hay una alemana de más de sesenta años que no hace más que beber vino... debe llevar más de cinco vasos. Estamos ya en el postre y como se han acabado las dos botellas de vino, la señora pide un vaso más... p'al gaznate ! 

Me levanto de la mesa (antes de quedarme sólo con la señora) y me doy una ducha y me pongo ropa limpia.

Mientras estoy pagando el alojamiento y la cena (6+6 euros), veo que la señora del vino se me viene encima... caía como un peso muerto... la consigo aguantar antes de que toque el suelo... el golpe podía haber sido mortal... la acerco al banco para que se siente... no puede ni andar... va arrastrando los pies... Los hospitaleros me dicen que antes de cenar se había tomado dos tanques de cerveza... casi ná...  La señora se levanta y se va hacia las literas... Tarda dos minutos en recorrer cinco metros... no tengo ni idea de cómo va a llegar a Santiago. 

Antes de que anochezca, me doy una vuelta por los alrededores y subo andando hasta una colina cercana desde la que se ve Astorga.

A las 21h30m de la noche todo el mundo ya está en las literas. Me pido un Acuarius y me voy a la terraza que tienen en el jardín a ver las estrellas. Veo tres estrellas fugaces y dos satélites... a las 22:00 me levanto (se supone que cierran el jardín a esa hora) pero allí no queda ya nadie en pie... Así que cojo la linterna, entro en el dormitorio, me pongo el pijama y me subo a mi litera. Empieza el partido de Islandia contra España. A los 5 minutos me entran ganas de mear, intento aguantar pero a las dos horas tengo que levantarme. Todavía no he pegado ojo, las piernas las tengo cansadas y cualquier postura me molesta... quizás debería haber hecho algún tipo de estiramiento. 

Tercer Día:

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No consigo a penas dormir, estoy en un continuo duerme vela... a las 6:30 me levanto, soy el primero también... todo sigue a oscuras, salgo al patio y miro las estrellas... Aparece uno de los hopitaleros, hablamos un poco.... Son casi las 7:15 y todavía no se ha levantado nadie pero me meto dentro porque me acuerdo de que tengo puesta una alarma en el móvil a esa hora. 

La gente empieza a levantarse. Me visto, me aseo y lavo la bici. A las 8:30 ya estoy saliendo de "Las Águedas". Me desvío del camino para pasar por Castrillo de Polvazares, pensando en desyunar ahí pero resulta que el pueblo está todavía dormido... no hay nada abierto, así que continúo hacia Santa Catalina de Somoza donde me tomo un café con leche, una palmera, una caña y un zumo de melocotón. La jornada es montañosa y hay que coger fuerzas. Mi intención es llegar a Ponferrada a tiempo de ver la carrera de Alonso. ¡Toma! 

Hoy se ve algún ciclista más. Paso por El Ganso y llego a Rabanal del Camino. Creo que han asfaltado la calle principal. Si mal no recuerdo, cuando hice la primera vez el Camino, hace unos 16 años, la subida era de tierra y piedras. 

Hasta la Cruz de Foncebadón voy por el camino recomendado para la gente que va a pie. Se hace duro, porque a parte de la pendiente, hay mucha piedra suelta, pero se puede hacer sin bajarse de la bici.

Atravieso Foncebadón y a 2km está la Cruz. Parada obligada a dejar la piedra que había cogido poco antes de Astorga. Me hago una foto con la bici arriba. Me la hacen unos mexicanos. 

A partir de aquí, ya es practicamente llano o bajada. Sigo yendo por el camino, evitando la carretera. En El Acebo paro a tomar un pincho de tortilla (el pincho era medio plato) y un zumo.

Continúo bajando y llego a Molinaseca sobre las 12:30. Me pongo el bañador y me doy un baño en la piscina fluvial bajo el puente. El agua está buenísima, menos fría de lo que pensaba. Es algo premeditado porque ya conocía el pueblo de otra vez y venía preparado para bañarme.

Aprovecho para cambiarme de ropa para llegar más o menos limpio a Ponferrada. También son fiestas, mucha gente. No encuentro un sitio adecuado para comer. Al final, un señor mayor me indica uno que creo que se llama "La abuela" o "La ojeda"... Como soy peregrino, me dan menú de peregrino... y semáforo verde, si parpadean se lo van a perder.... ha salido Alonso y consigue mantenerse primero tras la doble curva de Monza. Mientras veo la carrera como una ensalada de pasta y unas chuletas de cerdo, dos de agua, melocotón en almíbar y un café con leche con hielo. Todo por 10,50 euros. 

Al salir a recoger la bici noto algo raro... me han mangado el saco de dormir !! Supongo que algún indigente hará buen uso de él. No han tocado nada del resto (tampoco había dejado nada de valor).

Pregunto por la estación de trenes, son casi las cuatro de la tarde y a las 17:00 sale el tren hacia Valladolid. 

En la estación hago tiempo limpiando la bici.

Puntualmente sale el tren. Voy en el último vagón. Coincido con otros tres ciclistas que eran de Paredes de Nava y debían haber hecho el camino hasta Ponferrada y estaban también de vuelta. 

Buenos paisajes a la salida de Ponferrada. No consigo dormir, tampoco tengo mucho sueño. El viaje no se me hace largo. Paso por Astorga, León, Sahagún, viendo tramos del Camino, recordando lo que había sido el fin de semana.

En el Camino se ha quedado algo de ti pero tú también te llevas algo del Camino.