RESIDENCIA

La familia Angenscheidt residió durante mucho tiempo en la calle Grito de Asencio 1216, en una casona que aún existe. En las fotos de la familia se aprecia el fondo, poco cuidado, con las paredes linderas de ladrillo asentado en barro. También hay unas fotos tomadas desde la azotea donde se tiene una vista de la iglesia de los Vascos, en la calle Tapes. Esta iglesia también aparece en pinturas de nuestro tío y padrino Juan José Älvarez , que debe haber pintado desde este mirador, desde donde se veían también las chimeneas de las fábricas instaladas sobre el Arroyo Seco.

La familia también ocupó una quinta en la calle Burgues. Se suponía que el aire de esta zon

a podría mejorar los síntomas asmáticos de Edmundo. Según comentarios de la tía Dora, su novio Lucio llegaba a verla a caballo.

LA FAMILIA

La familia evidentemente desarrollaba una vida desahogada, teniendo vida social con familias del barrio y los clubes sociales de la época. Elía Esther concurrió la universidad y se recibió de maestra. Nené, la menor de las hijas de H:A, estudió y ejerció como nurse, de manera que se intuye que estaban en la vanguardia del movimiento feminista de la época capacitándose en la universidad. Los varones, después de la escuela, se capacitaron como escribientes- en contabilidad- , base de su desempeño como comerciantes, que lo fueron.

A la playa, se iba desde Capurro, sobre la bahía de Montevideo, que como quien dice estaba en el barrio y a la que se llegaba sin dificultad en el tranvía y tenía mejoras para los visitantes tal como la pista de patinaje y todo su entorno decorado al mejor estilo de la época.