Maite Hernando Arrese
(Wageningen University, CEAM - Universidad Austral de Chile)
“‘Nos merecemos dignidad’: El desarrollo hidroeléctrico en el Valle de Liquiñe”
Actualmente, varias mini centrales hidroeléctricas están siendo construidas en el sur de Chile en el marco del Plan 100 minihidros del Ministerio de Energía, y que corresponde a una acción complementaria de la nueva política de seguridad energética Energía 2050. No obstante, la territorialización de este tipo de proyectos ha provocado el rechazo de organizaciones indígenas, ambientalistas, y ONGs quienes han manifestado su preocupación por la ausencia de un adecuado plan de ordenamiento territorial que impida que los proyectos se emplacen en sitios sagrados, en zonas de interés turístico, y/o en zonas de conservación. En este trabajo se plantea que para comprender las complejidades de la territorialización de la nueva política de seguridad energética, en particular las pequeñas centrales hidroeléctricas, es necesario conocer los espacios, artefactos y agentes que han sido movilizados por diversos proyectos hidráulicos desde mediados del siglo XX en Liquiñe. Con este objetivo, y basado en el trabajo de campo realizado entre Agosto de 2016 y Abril de 2017, se analizan algunas de las transformaciones socio materiales producidas por diversos proyectos hidráulicos en el valle de Liquiñe. En primer lugar, se presentará el caso de un molino hidráulico construido en la década de 1940 a orillas del río Quilmío, y que fue utilizado para la molienda de granos. El segundo caso, es una central hidroeléctrica construida por la empresa Cables Coliquir en la década de 1970, durante el auge de la explotación maderera. Finalmente, se abordará el caso de la pequeña central hidroeléctrica Tranquil construida en 2016 a orillas del río Tranguil, y que es una más de las cien centrales que pretenden ser construidas antes de que termine el periodo de mandato de la actual presidenta Michelle Bachelet, y cuya historia está marcada por la extraña muerte de Macarena Valdés.