¿Tu organización o empresa tiene una página web? Es muy probable que así sea. Hoy día, prácticamente todas las empresas, asociaciones u organizaciones tienen una página en Internet, aunque sea muy sencilla. Las actuales páginas web son una herramienta esencial de comercialización y publicidad para las empresas y profesionales, siendo la primera imagen que muchos clientes tienen de su compañía. Por ello, es muy importante que la web se ajuste a los requisitos legales que impone la legislación.
Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico («LSSI´).
Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias. (En los casos B2C).
Reglamento (UE) 2016/679 Del Parlamento Europeo y Del Consejo de 27 de abril de 2016 relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos y por el que se deroga la Directiva 95/46/CE (RGPD- Reglamento General de Protección de Datos).
Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales.
Ley 7/1998, de 13 de abril, sobre condiciones generales de la contratación.
Pero, además, existen otras normas que también son aplicables:
Ley General de Publicidad.
Ley de Propiedad Intelectual.
Ley de Marcas.
Ley de ordenación del comercio minorista.
Ley de Competencia Desleal…
Además de otras sectoriales (seguros, viajes, farmacias…), que obligan a proporcionar una determinada información específica.
En resumen, son varios los aspectos legales que se deben tener en cuenta antes de publicar nuestra web, no solo porque aporta seriedad y garantía para las personas usuarias, sino porque además son una obligación legal, cuyo incumplimiento puede acarrear sanciones importantes.
Entre los errores más habituales suele encontrarse el “copia y pega” de cláusulas de otras webs, que en muchas ocasiones están mal redactadas. Es muy importante contar con unas buenas cláusulas informativas adaptadas a las necesidades de nuestra web, por ello, si no cuentas con el conocimiento o el tiempo adecuado es preferible que acudas a profesionales como grupos de asesores.