Sobre reconocimientos y otras suertes

Victoria Peterson

Septiembre 2020


Toda persona que ponga empeño en lo que hace merece ser reconocida. Pero, siendo sincera, algunas tenemos más suerte que otras. Y yo creo que en mi vida he tenido mucha suerte.


Soy la menor de 4 hermanos, nacidos, crecido y maduros en la misma casa, en la misma habitación por más de 20 años. Diferentes variables entraron en juego para que yo tenga la suerte de acceder a una educación que me llevó al despertar de mi mayor virtud, y esclavitud, que es mi sentido de la responsabilidad. Ya a los 16 años sabía que quería estudiar Bioingeniería, carrera que conocía gracias a que mi hermana estudiaba eso. Ingresé con miedos, muchos miedos, esos del “no poder”. El miedo puede ser paralizador, y hasta generar que algunos y algunas no se animen a siquiera intentarlo, pero otra vez, creo que tuve suerte. Pasé los mejores años de mi vida en esa facultad alejada de todo y llena de perros que asisten a clases. Durante esos años nunca sentí que no podía, que ese mundo no era mío. Habrá sido una cuestión de suerte.


Otra pizca de suerte la tuve a los 21 años, cuando, sorpresivamente para mí, gané una beca de iniciación a la investigación no siendo la de mejor promedio entre los postulantes. Otra vez alguien vio en mí algo que marcó muchísimo mi destino. Me enamoré perdidamente de hacer ciencia, tanto que hasta el día de hoy siento que uno es y hace ciencia (el ser cientifique es un ente de 24/7).


El resto de la historia son años siendo becaria de CONICET en Argentina, conociendo laboratorios de investigación tanto en Argentina como en el exterior por otras de esas suertes que nos da la vida. Cada paso que dí, cada decisión que tomé me hacen ser y estar a donde hoy estoy. Cuanta gente para agradecer en este camino.


La cosa es que jamás fui (ni pretendo ser) la mejor, ni la más inteligente, ni la más capaz de la clase, del aula, del laboratorio, tuve una pizca de suerte, mezclada con mucho entusiasmo. Pero cuántas somos las que tenemos toda esa suerte? Las que a pesar de tener miedo lo intentamos? Las que por algún extraño motivo nos sentimos tan preparadas como ellos? Las que no tuvimos que trabajar para mantener los estudios, ni cuidar a una familiar en esos años de universidad?


Siendo consciente de toda mi suerte, pregono por que en un futuro haya más victorias más allá de la suerte que las acompañe.