Evita no puede faltar...

Ayer estuvimos Zeno y yo en el barrio de Palermo, que nos pareció muy bonito y elegante: parques verdes y grandes avenidas. Fuimos allí a conocer a Eva Perón. Pero Eva Perón había muerto con 33 años en 1952, así que para conocerla tuvimos que ir al museo dedicado a ella. En el museo había vestidos preciosos de los años treinta, fotos, vídeos muy viejos... Os voy a contar lo que aprendí:

Eva Perón nació en 1919 en Los Toldos, una pequeña localidad de la provincia de Buenos Aires. Era la quinta hija de una familia humilde. Su padre murió cuando ella era pequeña, y su madre Juana, que era costurera, cosía todo el día para sacar a la familia adelante. Eva pasó la infancia pobre y libre, jugando con sus hermanos en el patio de su casa. Era fantasiosa y sabía recitar muy bien, y con solo quince años hizo el equipaje y se fue sola a Buenos Aires, como tantos otros "cabecitas negras" (inmigrantes) de la época. Pero ella tenía un sueño: ser una actriz famosa, y recorrió los teatros para pedir la oportunidad de hacer una prueba (¡como iba a hacer Facu!). En aquella época se alimentaba de mate y galletas. En tres años consiguió hacerse un lugar, sobre todo en las radionovelas (que eran las series de la época, por radio).

En 1944 hubo un terremoto en una zona de Argentina y en todas partes recogieron fondos para ayudar a los damnificados. Eva colaboró como artista en las colectas organizadas en Buenos Aires. Y así fue como conoció a Juan Domingo Perón, entonces secretario de Trabajo del gobierno nacional. Él era militar, y ella una actriz que venía de un entorno pobre, así que la gente la criticó bastante, porque además convivieron sin casarse, cosa que en esa época debía de estar muy mal visto... (¡Qué cosas!)

Entonces, el 17 de octubre de 1945, pasó algo que cambió no solo su vida, sino la historia del país... Desde la secretaría de Trabajo, Perón había concedido unos derechos a los trabajadores, ofendiendo a los sectores más poderosos, que consiguieron que fuera apresado y encarcelado. El pueblo entonces se lanzó a la calle con Eva a la cabeza y fue en masa a la Plaza de Mayo a pedir la liberación de Perón. Aquí tenéis su discurso (¡Bueno, no hace falta escucharlo todo! Pero un trocito sí, para oír cómo sonaban los discursos en esa época):

La verdad es que el tono de los discursos me daba mucha risa, pero el museo era bonito. Y sobre todo los vestidos expuestos, porque Evita, para luchar por sus "descamisados", como los llamaba ella, ¡se vestía siempre de Christian Dior! Era su manera de dar importancia a la causa. Y nadie se sentía ofendido, sino al contrario.