Lo leo y no lo creo, lo releo y no lo resiento. O eso creo.
No sé dónde estarás, ni qué estarás haciendo. No sé si seguiste con tus sueños o te diste por vencida. No sé por qué lo nuestro se arruinó, por qué nuestra amistad se enfrío. ¿En dónde quedaron esas horas de camaradería, risas y estupideces? ¿En dónde quedó el amor que nos profesábamos? El mío está guardado en la cajita de recuerdos y sentimientos en el fondo de mi corazón, ¿qué hay del tuyo?
Fuiste, sos y serás mi primera: mi primera amiga, mi primera mala experiencia, mi primera risa sincera, mi primera maestra, mi primer amor, mi primer corazón roto.
Te amé como nunca antes había amado a nadie, te confié los mejores momentos de mi pubertad, mis secretos, mis miedos, mis sueños prohibidos.
A veces me arrepiento de haberte dejado ir, de no luchar por lo nuestro, de rendirme ante lo inevitable de una separación, de no conservar tu número telefónico. Pero no tengo derecho a recriminarte nada, sólo quiero que estés donde estés me lleves contigo, en tu corazón, en algún pensamiento idiota porque, créeme, yo lo hago ahora más que nunca.
Gracias, amiga.
Vos sos un hombre extraño, me gusta que me trates suave y no me presionés pero odio cuando me dejás tirada porque siento como si yo no fuera importante.
Me gusta que me cuidés, que tratés de darme consejos, que te preocupés por las cosas que me pasan, que me escuches.
Me gusta tu voz suave y tu perfil puntiagudo, me gustan tus rizos y la emoción al hablar de las cosas que te apasionan, de la música y el anime, de tus películas extranjeras raras.
Me gusta la forma en que te preocupás de tu hermana, tu dedicación a ella, que no la presionés a ser lo que ella no es.
Me gustas, me has gustado desde que te conocí y me ofreciste un refugio en el que podía ser todo lo antipática del mundo, conservar mis silencios incómodos y guarecer mi corazón roto.
A veces siento que es estúpido que me gustés tanto, que te deje de ver por un año y cuando volvamos a encontrarnos mis palmas aún suden descontroladas.
Siento que es estúpido sentir estas cosas por vos cuando sólo me ves como una amiga, cuando no me escogiste, cuando eres tan feliz con otra persona.
(Posdata, no me llames "bebé" si no soy tu bebé.Posdata 2, quiero ser tu bebé. )Te amo, M. Te lo he dicho mil veces y no me canso de hacerlo.
Pensar en ti me da la certeza de que hay algo ahí afuera que me puede hacer tan feliz como yo espero que tu lo seas.
Tengo que decirte algo, joder esto es más duro de lo que pensé pero no voy a ser una cobarde. Yo tengo un millón de problemas y realmente me he sentido como una mierda desde... ni siquiera sé desde hace cuánto. Lo que sí sé es que ya no quiero sentirme así, no quiero tener que guardar todas estas cosas que he guardado desde hace tiempo, tengo que decirselo a alguien y ese alguien sos vos. Te amo, sé que me apoyas y yo lo hago aunque no nos veamos la cara desde hace rato, siempre te estoy deseando lo mejor y, mierda, te envidio. Te envidio porque sabes a dónde quieres llegar y no estás dejando que nadie te diga que no puedas hacerlo y yo... yo estoy perdida.
Jamás pensé que podría llegar el momento en el que no supiera dónde estoy parada, trato de imaginar donde estaré dentro de cinco años y nada. No sé me ocurre ni una cosa.
Joder. Ahora estoy llorando y ni siquiera estoy tratando de detener estas lágrimas, estoy tratando de sanarme, pero duele, duele tener que aceptar que no tengo control en mi vida. Tengo miedo, mucho miedo. Miedo del mundo y de que pueda comerme entera sin siquiera darme cuenta. Y ni siquiera sé que coño estoy diciendo. Mierda.
Estoy a punto de rellenar una solicitud para cancelar el semestre. Sí, estoy dejando la Universidad, algo que nunca pensé que haría pero es que me harté de todo. Estoy como estancada. Aún no sé qué voy a hacer pero hay personas que me apoyan. Espero que tu seas una de ellas. Odiaría que estuvieras leyendo esto y no le prestaras atención. Joder, ahora sueno como una idiota. Perdón por eso último, lo borraría pero creo que es mejor no callarme nada.
En fin. Quiero poner mi vida en orden y siento que contarte estas cosas puede ayudar, no sé en qué pero es un presentimiento.
Te quiero, no lo olvides. Y en realidad no me importa si no contestas a esto, me siento mejor ahora que se lo he "dicho" a alguien. Gracias.
Enviaré esta cosa antes de que me arrepienta de hacerlo.
Gracias de nuevo.
Un beso.
Lo más importante: te amo.
Ahora, sin orden alguno:
*Perdona por no contestar antes, deje de usar este correo, entre por casualidad.
*Sabes que podes contar conmigo siempre, en lo que sea, por loco o estúpido que sea. Sin importar lo descabellada que me parezca alguna idea, ten presente que te voy a apoyar, sin importar qué.
*Si, también se que estas ahí para mi, aunque no sea exactamente en persona. A veces pienso, cuando estamos hablando, que somos como la misma persona, repartida en dos cuerpos y que casualmente se conocen. No se, coincidimos en tantas cosas. Pero bueno, me salí del tema...
*Ahora bien, no se que decirte de lo de estudiar, yo siempre lo he sabido, no se cómo, simplemente lo sé. He intentado pensar en otras opciones y no tengo ni una, si esto no es, mierda. La verdad es que tengo a más de 5 compañeros con dudas por el estilo, aunque sus dudas están basadas en el hecho de estar perdiendo algunas materias. Se que tus dudas no van por ese lado, pero te diré lo mismo que ha ellos: qué queres, cómo te ves en unos años, esto (sea lo que sea) te hace feliz, es decir, no es sólo la obligación de estudiar como en el cole...
No estoy muy segura de que eso sea de ayuda, pero bueno...
Love you, wife.
No estoy segura de cómo empezar este mensaje. Ya se me olvidó cómo ser honesta con vos. Hoy me sorprendió verte a la distancia, cuando hace más de cuatro años que no te veía. Sé que me viste también. Me alegra que aun pensemos parecido y hayamos elegido ignorarnos.
Te veías bien. El rojo de tu pelo te sienta. Parecías feliz, no sé. No tengo ni la menor idea de si aun finges reírte o si ya es de verdad. Ya no te conozco. Sé que te graduaste y estabas trabajando, que hiciste amigos, tuviste un novio y te fuiste de la casa de tu mamá. ¿Cómo está tu hermana, por cierto? Me arrepiento de no haber ido a caminar con nuestros perros. Tengo cuatro gatos ahora y mi Negrito está viejito pero le sigue gustando correr.
Tengo que confesarte que hacía tiempo no pensaba en vos. Antes me dolía mucho y por eso te bloqueé de mi cabeza. Después de ayer me di cuenta de que te superé. Ya no siento como si me hubieran desollado por dentro. Ya no lloro en las noches por todo lo que nos dijimos. El recuerdo de los "te quiero" ya no me quita el aire.
No he podido conocer a otra persona que me hiciera sentir como vos. Creo que, en ese sentido, me arruinaste. A nadie he sido capaz de dejar entrar por completo. Nada más por eso aun te resiento a veces. Pero ahí sigo, la vida continúa. Conocí a un man que me hace reír y no me presiona para hablar. Su hermanita es una dicha y tiene un gato que se le come los libros. No sé a dónde irá esto y tampoco tengo afán. De a poco aprendo a confiar de nuevo.
No sé por qué te conté eso. Tampoco sé por qué te estoy escribiendo esto si nunca lo vas a leer. No creo que seamos capaces de dirigirnos la palabra de nuevo, pero eso está bien porque nos dijimos todo lo que debíamos.
Te deseo lo mejor, en serio.
V.