Recordar de forma tan curiosa y dinámica algunas de las leyes y fórmulas más importantes de la física siempre es enriquecedor.
No obstante, y sin duda alguna, el ver por primera vez como unos espejos pueden jugar con tu mente sin pensarlo dos veces fue lo más instructivo del día. Tal y como perderte en un laberinto de espejos, pero sin salir de clase.