Tras una exposición de las formas de poder medir la temperatura, su diferencia con el calor y otras magnitudes tan básicas de la ciencia que aprovechan tal variable, mírese la presión, sin dejar de lado el reciclaje y como cualquiera puede ser físico o químico por un día, lo más místico del día fue justamente eso último.
Es cierto que con el agua y el aire se pueden hacer multitud de pruebas, pero quien diría que con una plancha de cocina se puede hasta casi iluminar Vigo aprovechando su antiguo uso para un bien mayor.