Las emociones forman parte de nosotros, son estados internos propios del ser humano determinados por sensaciones, pensamientos, conductas y reacciones subjetivas.
Se clasifican en positivas y negativas en función de su contribución al bienestar o al malestar, pero todas ellas cumplen funciones importantes para la vida.
Tienen una enorme influencia en la conducta y pensamientos, por ello, todo el mundo debe saber que es necesario expresarlas y hablar de cómo nos sentimos.
Aunque para nosotros sea una obviedad, para los niños no siempre es fácil interpretar las emociones propias, y mucho menos las ajenas. Debe destacarse que se deben controlar, pero no reprimirse
Las primeras emociones que hay que trabajar con los niños son las siguientes: