#ENTREVISTA
Soledad Boquín analizó las expectativas post secundaria y las transiciones juveniles. Su trabajo como investigadora de la Universidad Nacional del Sur fue editado en el libro “¿Y ahora qué?”.
María Soledad Boquín es licenciada en Psicopedagogía, profesora de Ciencias de la Educación, Filosofía y Psicología y magíster en Sociología. En su tesis para obtener este último título indagó en las expectativas de inserción laboral y/o académica de jóvenes que están a punto de finalizar sus estudios secundarios. Analizando esa transición tan importante para la vida adulta.
Esa investigación fue transformada en libro gracias al trabajo de edición del Colectivo de Estudios e Investigaciones Sociales (CEISO) y de “Acercándonos Ediciones”. “Lo que yo invito es a repensar como es la situación de este grupo juvenil que estaría transitando estas cuestiones de transición”, dijo la autora.
-Vos te abocas a lo que tiene que ver con las escuelas de gestión estatal, ¿esto tiene que ver con las realidades de los colectivos de pibes o cómo lo encaraste?
"Aparte de ser una defensora de la educación pública estatal, también entiendo que son una mayoría muy significativa y, en definitiva, son las propuestas educativas a las que accede el pueblo trabajador. Entonces, quise ver cómo se ve condicionada la delimitación de estas expectativas teniendo en cuenta algunos factores sociales, económicos, culturales, las improntas familiares y la demanda del mercado laboral que tenemos aquí en Bahía Blanca.
Me pareció interesante ver las expectativas y también la vocación que solemos denominar en forma abstracta pero también tiene ciertos condicionantes materiales y simbólicos a la hora de que estas juventudes piensen su porvenir".
-¿Qué te cuentan los pibes y pibas que entrevistaste para la investigación? ¿Cómo viven el proceso de qué van a hacer después de la secundaria?
"Fui durante mucho tiempo docente en los últimos años de secundaria, donde parecería que se genera una gran incertidumbre con respecto a este período de transición. Observé que la mayoría de las expectativas estaban circunscriptas a continuar estudios superiores, aunque también existe una minoría que está interesada en formarse en un oficio corto e insertarse o mejorar su posición en el mercado laboral, otros buscan incorporarse a las fuerzas de seguridad, y hay otras expectativas que tienen que ver con tomarse un año sabático para decidir".
-¿La expectativa por incorporarse a una fuerza de seguridad es muy grande?
"Es una expectativa minoritaria. Siete de cada diez jóvenes piensan en continuar estudios de nivel superior. Esta investigación se realiza de 2016 a 2018, tenemos el antecedente de que se instala aquí en Bahía Blanca, la escuela de policías. Me interesó ver cuáles eran los interrogantes de estos jóvenes y en qué contexto se daban estas expectativas y no otras. Por lo general, lo que veían en ese camino era una salida laboral estable y la posibilidad de poder formarse en una esfera práctica como lo es el trabajo.
Como educadora una pretende, en cierta forma, ser transformadora de la realidad, y estas cuestiones también me interpelaban".
Mediante su trabajo, Boquín supo que hay una predilección hacia la formación en institutos superiores y terciarios por sobre la universidad, una relación de 70% a 30%. Entre otras razones, la autora destacó el hecho de que para los jóvenes el estudio en institutos superiores permite en mayor grado que la universidad la posibilidad de trabajar paralelamente.
-¿Qué pensás de las políticas públicas en educación y formación?
"Becas y subsidios hay, se puede discutir si son suficientes o no. Pero lo que me preocupa es que no hay políticas que acompañen en la transición a estas juventudes. Estas juventudes manifiestan estar desorientadas y convocadas a decidir".
Sobre las herramientas disponibles para atravesar esta etapa, Boquín mencionó que “a nivel local hay iniciativas como la muestra de carreras que organiza la DOE (Dirección de Orientación Educacional), donde muchos jóvenes han resaltado la funcionalidad que ha tenido en su planificación. Aunque muchos otros jóvenes lo consideran como un ‘showroom’ de carreras, de donde salen llenos de folletos y de información. Me parece que ir a la muestra de carreras en forma aislada tal vez no sea lo ideal, se necesitan instancias integrales de acompañamiento, donde pueda haber mayor diálogo, mayor reflexión”.
“Con respecto a quienes prefieren comenzar a trabajar antes de seguir formándose, es un caso que plantea cierta disyuntiva a quienes somos docentes de esos jóvenes, debido a la precarización y la flexibilización que existe en el marco laboral”, agregó.