#INVESTIGACIÓN
Investigadoras de la UNS evidenciaron que la distancia entre hogares de barrios vulnerables y establecimientos educativos de nivel inicial, primario y secundario impacta negativamente en el acceso a la educación de un tercio de las infancias y juventudes de la ciudad.
El informe, basado en microdatos georreferenciados, fue realizado por Valentina Viego (Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur UNS - CONICET y Departamento de Economía UNS) y Montserrat Gayone (Departamento de Educación UNS) y publicado en la Revista Latinoamericana de Política y Administración de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
Destaca que en la zona urbana bahiense la distancia promedio a jardines, escuelas y colegios se encuentra cercana o por encima de los umbrales para generar transporte activo, es decir, asistir en medios no motorizados.
"Si la distancia a la escuela es un punto crucial para la asistencia y la alfabetización en zonas rurales, este aspecto alcanza una magnitud comparable en zonas urbanas vulnerables, con grandes carencias de infraestructura".
Las autoras aclaran que no todo lo periurbano es asimilable a rural, dado que la distancia física no es el único vector determinante y, de hecho, mencionan que hay hogares del noreste bahiense donde la lejanía a la escuela no es un factor condicionante de la asistencia o del desempeño escolar porque cuentan con medios o recursos para el desplazamiento. "En cambio en sectores alejados pero empobrecidos, la distancia a establecimientos educativos afecta el acceso a la educación, en tanto presenta obstáculos para la asistencia, para llegar a horario, etc.".
Lo que ilustran Viego y Gayone es que "ciertos barrios, por su lejanía física simultánea a su condición de pobreza, los vuelve asimilables a zonas rurales. Aunque espacialmente no se ubiquen en el medio rural es como si lo estuvieran, por la desprovisión de servicios de transporte público o vías intransitables en condiciones climáticas adversas".
Además, concluyen que "la notable distancia" que debe recorrer el alumnado para llegar a las escuelas, especialmente en el segmento vulnerable, "es el reflejo de la falta de instalaciones educativas cercanas" o si bien es posible que haya establecimientos de gestión estatal activos, "carecen de vacantes suficientes".
Los datos provienen de una muestra probabilística de 620 hogares donde viven 897 niños, niñas y adolescentes en Bahía Blanca, Ing. White y Gral. Cerri con base en la Encuesta del Proyecto de la Unidad Ejecutora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS) UNS - CONICET (Santos, 2021).
Al desagregar la información, el estudio permitió observar el particular impacto que tiene en la población que asiste a nivel secundario, que además es el que mayor problemática de vinculación, repitencia y abandono muestra en las estadísticas educativas de Argentina.
"Los datos de Bahía Blanca confirman que la distancia está asociada con el ausentismo en el nivel inicial y la repitencia en el nivel medio. La evidencia sobre los efectos de la distancia en resultados educativos es más esquiva por varios motivos: el probable sub-reporte de faltas y llegadas tarde, por un lado, y la multicausalidad de factores, muchos de ellos no observables, que inciden en los resultados escolares, especialmente los conductuales (ausentismo, llegadas tarde)", agregan Viega y Gayone.
Por último, las investigadoras propusieron cuatro recomendaciones de políticas públicas para atender la problemática:
● la creación y mantenimiento de nuevos espacios educativos en barrios de bajo nivel socioeconómico para que niños, niñas y adolescentes puedan ejercer su derecho a la educación y fomentar un estilo de vida activo. Esto no necesariamente equivale a la construcción de nuevas unidades educativas; en algunos casos puede implicar la ampliación o refuncionalización de las existentes (acondicionamiento y construcción de nuevas aulas con dotación de cargos correspondientes).
● financiar programas de mejoramiento del hábitat barrial a fin de dotar de mejores aceras, calles y lugares de esparcimiento en barrios vulnerables de modo de favorecer la movilidad. La proximidad a la escuela es una forma de promover el derecho al juego, esencial para la integración social y psicofísica de las personas.
● ampliar la red de transporte público (con mejor conexión de líneas, más paradas y más frecuencias) para que los hogares que no puedan acceder a establecimientos educativos cercanos puedan trasladarse a los centros educativos, sin poner en peligro la continuidad pedagógica.
● conformar servicios de transporte escolar en los barrios vulnerables a los que el transporte público no atienda.