Fuerza Natural:

10 años del último viaje sonoro de Cerati

Un 1 de septiembre de 2009 salió al mercado el quinto trabajo de estudio del argentino que, en esde entonces, tenía 50 años. Algo pop, folk y alternativo y con un gran concepto detrás, este disco se transformaría, para muchos, en su más completa entrega, e inesperadamente, en la última.

POR PEDRO HENRÍQUEZ - 1/19/19


“Si yo me retirara ahora, en este momento… no creo que sea muy factible, pero supongamos que sí… me iría contento, por Fuerza Natural”, son las palabras de un Gustavo Cerati diez años atrás, en una de las ceremonias de promoción-presentación de su nuevo álbum de estudio, vestido acorde a la estética de este, con un abrigo negro, guantes del mismo color y gafas de sol, dirigiéndose directo a la cámara que enfoca su rostro.

Esto, que anda rondando en formato video de algunos segundos en Youtube, es casi una premonición, pero más que eso, nos deja claro otra cosa: él sabía que con esto había llegado en todo sentido al punto más alto de su carrera hasta ese entonces. Es por eso que en toda latinoamérica se conmemora.

Me perdí en el viaje, y nunca me sentí tan bien

Es difícil concebir Fuerza Natural sin mirar lo que sucedió artísticamente en la vida de Gustavo los dos años anteriores a su lanzamiento. En 2006 había lanzado su cuarto álbum, Ahí Vamos, y a mediados de 2007, se había oficializado la reunión de Soda Stereo para una gran gira, Me Veras Volver. Por lo que Cerati estuvo rodando todo ese tiempo, show tras show, lo que le trajo la necesidad casi obligada de tomarse un descanso.

El año 2008 partió apagado en este sentido. Cerati entró en unas vacaciones que lo tuvieron haciendo otras cosas, pero que por otra parte, lo llevaron a analizar ciertos temas relacionados tanto a su pasado como al impacto de su música en la gente, desde un punto positivo, claro; y ahí, en un campo en Punta del Este, poco a poco fueron surgiendo las primeras ideas de un nuevo álbum.

Sin presión y lleno de libertades, el concepto de las nuevas canciones y sonidos se vio inevitablemente influenciado por todo ese entorno natural y mood retrospectivo, con “la idea del viento”, diría el mismo Gustavo más adelante en alguna entrevista. Si escuchamos el álbum, se siente casi como un viaje, y es porque de algún modo esa fue la semilla: un viaje hacia el pasado pero sobre todo hacia el exterior, que nos va narrando todo lo que nos rodea.


La pampa, el desierto y los setenta

Una de las razones que hacen que la carrera solista de Gustavo Cerati sea tan valorada por muchos (incluso por sobre su trabajo con Soda Stereo), es que Cerati era de esos músicos que estaban constantemente en búsqueda de nuevas melodías, sin importar el riesgo que podría significar. Cada uno de sus discos en solitario tiene un elemento diferenciador, y Fuerza Natural no sería la excepción.

El entorno y en el momento de su vida en el que se encontraba Cerati, fue clave, pero, lógicamente, también lo fue la música. Redescubriendo su pasado, su juventud, regresó también a todas aquellas bandas que escuchaba en ese entonces. Grupos como la Electric Light Orchestra o la música de Spinetta, nuevamente fueron esenciales, y junto a bandas de la escena indie, alternativa y folk que le llegó a sus manos, resultaron en la mezcla perfecta para el nuevo álbum.

Si en Ahí Vamos hay un evidente protagonismo de guitarras más afiladas, o en Siempre es hoy existe una marcada inclinación por la electrónica, Fuerza Natural es un disco muy acústico, con un rock/pop más suaves y ricos arreglos instrumentales, incluyendo elementos cercanos a la psicodelia, pero al mismo tiempo sin abandonar lo actual.


Más que solo música

Además de ser un álbum muy particular en cuanto a sonido respecto a los anteriores trabajos, lo es más aún desde un punto visual y estético, con elementos, texturas, colores que llaman la atención desde la portada hasta la vestimenta de la banda en los shows en vivo de esa gira, que terminaría con Gustavo Cerati teniendo el accidente cerebrovascular.

Gracias a una película que vio cuando recién se gestaba Fuerza Natural, y al mismo tiempo debido al fragmento de la letra de una de las canciones que se incluirían en el tracklist, una de las ideas principales del disco es lo relacionado a este jinete enmascarado, jugando con lo asociado al espacio-tiempo y el cosmos, dando la impresión que este ser misterioso no es más que un viajero en el tiempo que viene a evitar el fin de la humanidad, lo que grafica de cierto modo la parte lírica.

Sin embargo, todo esto no solo es visible en lo exterior del diseño, sino también en el contenido del “librito” que trae -al menos- el CD, con fotografías que, entre otras, nos muestran a Gustavo con un antifaz y su reflejo en él. Aun así, lo que más destaca y causa intriga es, sin duda, la representación y unión de una decena de símbolos y números, un esquema que se encuentra en las páginas intermedias y del que es imposible sacar una sola conclusión.

Y eventualmente, acorde a estas ideas, la performance de la banda en los conciertos, teniendo siempre como prioridad la música, también se sumaron a Fuerza Natural como arte visual, con un vestuario que es casi una mezcla entre lo country y trajes espaciales, con un Cerati en su faceta de aquel ser protagonista del disco.



El proyecto inconcluso

No es descabellado afirmar que Fuerza Natural es probablemente el trabajo solista más ambicioso de Gustavo Cerati. Aquella libertad creativa que mencionaba en un inicio, fue fundamental, porque el no tener límites le dio el poder de probar las cosas que él quisiera.

Una de ellas fue lo relacionado con el material audiovisual del disco, cuyos videos a lanzar, unidos iban a resultar como una especie de road movie. Este famoso proyecto, a esta altura ya muy conocido entre los más fanáticos de Cerati, solo llegó a tener un inicio, con los videos de “Deja vú” y “Rapto”, pero como sucedió lo que sucedió, el resto del material no alcanzó ni siquiera a ser finalizado.

La familia y el equipo de realización de esta videografía ya se han referido al respecto, dejando en claro que no hay intenciones de liberar el contenido, como una manera de respetar la memoria y el trabajo de su creador. No obstante, independiente de esto, de todos modos, el que ve los dos únicos videos publicados puede hacerse una pequeña idea de lo que quería lograr Cerati, con un paisaje y una atmósfera similar que caracteriza a ambos, y que viene a resaltar todavía más a este disco como todo un concepto.


A diez años de Fuerza Natural, ciertamente se agudiza la nostalgia y tristeza en quien lo escucha y recuerda. Es un álbum especial no solo porque fue el último, sino por las circunstancias que provocaron que fuese de ese modo. A veces resulta también inevitable preguntarse cuál habría sido la siguiente producción de Cerati, si es que no le hubiese sucedido lo que ya conocemos. Sin embargo, no es un trabajo que se aprecie solo debido a estos hechos.

Desde su lanzamiento tuvo excelentes críticas, provocándose el planteamiento de si acaso no es incluso su mejor disco o el punto más alto de su capacidad creativa. Nunca lo sabremos y nunca llegaremos a una sola conclusión, pero lo que sí está claro es que sin importar el día ni el año, Fuerza Natural siempre se escuchará como nuevo, y probablemente nunca dejaremos de descubrir (y redescubrir) todos aquellos detalles que su creador dejó para nosotros.