LA MONJA



[RESEÑA SIN SPOILERS]

Por Jim

El pasado mes de septiembre se estrenó una de las películas más esperadas de este año, pero lamentablemente, la película no fue lo que un gran número de espectadores quería encontrar.

Antes de hablar de ella en sí, debemos ponernos en contexto: “La Monja” es la precuela de la saga de películas “El Conjuro”, filmes que -se suponen- son de terror, pero se dedican a utilizar el ya clásico recurso barato consistente en un grito o un sonido fuerte cuando un personaje aparece, fenómeno denominado screamer. Sabiendo esto, no esperaremos en la película tanto suspenso, ni ese horror que nos causan las mejores películas del género, al intentar ponernos en el lugar de sea cual sea el o la protagonista.

Nos presentan a tres personajes como principales, quienes sufrirán las típicas desgracias que sufren los protagonistas de películas de terror. Hasta ahí todo bien, pero ¿qué pasa con ese personaje para que el espectador se sienta en la situación del actor, para que uno sienta ese miedo que se vive dentro de la escena? Deben trabajarse, deben mostrar motivos, deben mostrar sentimientos de verdad, y eso es en lo que falla esta película. De estos tres personajes que estarán con nosotros en el transcurso de una o dos horas, si bien nos regalan ciertas partes de la historia de cada uno, no es suficiente, no llega al punto en que el espectador pueda decir “me siento identificado con él, siento lo que le pasa”. Solo vemos a una persona que le suceden cosas, pero no nos importa ni afecta en lo más mínimo.

Otro punto negativo es el cambio de escena, sumado a la música introducida dentro de esta. Algo importante a la hora de hacer una película, es hacer que el cambio de escenas calce, ya sea haciendo que estas cambien de forma rápida o de forma lenta, dependiendo el contexto del contenido del filme. Este lanzaba cambios de escenas de un momento a otro sin ningún sentido, considerando además que la música de fondo que introducían le quitaba un poco de sentido a lo que estaba pasando. No es lo mismo ver una escena de miedo con un soundtrack que te cause gracia, a mirarla con un sonido de fondo que de verdad concuerde y le otorgue más lógica a la secuencia.

Bajo mi perspectiva y para resumir todo lo expuesto con anterioridad, la película no es buena, y debido a esto, la califico con un 4/10. La verdad es que no sé por qué siguen haciendo películas de este tipo, ya que han usado casi la misma fórmula en todo lo que hemos visto los últimos 15 años. Hay público que las disfruta y otro que no, sin embargo, deberían reestructurar el terror para que las críticas negativas sean mínimas. Aunque, en todo caso, suena como algo muy utópico, porque al fin y al cabo los directores de cine solo hacen lo que está a su alcance.