Es el arte del desplazamiento , desarrollada a partir del método natural. Los practicantes son llamados traceurs. Tienen como objetivo superarse, adaptándose a las exigencias de los obstáculos con la sola ayuda de su cuerpo.
El Parkour puede definirse como un método de entrenamiento enfocado en desarrollar el cuerpo y el espíritu al máximo de sus capacidades a través de la confrontación con obstáculos, únicamente con las capacidades del cuerpo.
Erróneamente se suele calificar al parkour de “deporte urbano”, cuando en verdad su finalidad es la adaptabilidad del individuo a cualquier tipo de entorno, ser capaz de no verse limitado por los obstáculos que le rodean, ya sea en el entorno urbano o natural.
Es un entrenamiento centrado sobre todo en la utilidad del movimiento y en conseguir que las capacidades desarrolladas permitan al individuo desplazarse por su entorno de una manera eficiente, ágil, rápida, controlada y con el menor riesgo posible, a la vez que le sirve como medio de expresión y como una manera de desarrollar su creatividad. La belleza del movimiento reside en su utilidad y no tanto en la “decoratividad” o “floritura”; el movimiento resulta bello en tanto que resulta útil y eficiente para superar una serie de obstáculos.
Valores como la autosuperación, la confianza en uno mismo, el respeto, la humildad, la fortaleza… son los que se promueven con esta práctica, ajena a toda competitividad o rivalidad.
Apostamos siempre por una metodología lúdica, participativa, activa y dinámica. Nuestras actividades se centran en la educación en valores y están diseñadas para reforzar, entre otros, el respeto, la empatía, la solidaridad y el amor.
Resaltando en nuestra metodología los valores empleados, juegan a favor del desarrollo ciertos aspectos educativos a tomar en cuenta:
•Gestión de la seguridad a la hora de hacer actividad física. Estas características hacen que el propio niño tenga que gestionar y buscar el equilibrio entre el cómo superar un obstáculo y su propia seguridad (conocimiento de su propio cuerpo y de sus propias limitaciones y posibilidades).
•Autoestima. La no existencia de estándares para superar los obstáculos, unido a la falta de referentes mediáticos, favorece que cada uno se centre en su propia ejecución. En pocos minutos, o pocas sesiones, el niño nota una mejora importante lo que hace que su autoestima se eleve.
•Creatividad. Es otro punto fuerte del parkour, debido a que cada cual puede superar los diferentes obstáculos del modo que crea más oportuno, se crea una situación que incita a pasar un mismo obstáculo de modos diferentes y por tanto, la propia actividad estimula el desarrollo de la creatividad.
•Autonomía. En el parkour los niños son totalmente autónomos, para superar los obstáculos del modo que quieran, de elegir el recorrido a realizar, del riesgo que quieren tomar, etc.
CONTENIDOS
A través del parkour se puede trabajar y aunar tanto las capacidades físicas básicas (CFB) como las habilidades motrices básicas (HMB).
No solo se puede asociar el trabajo de las CFB y HMB, sino que también nos permite trabajarlas elevando su nivel. Y lo que es mejor aún, las dota de significado por sí solas, es decir, es el recurso necesario, y único, para desarrollar esta actividad física.
Los saltos, los giros, los desplazamientos les encanta a los más pequeños.
Pero llegados a cierto nivel de desarrollo el parkour es una manera de seguir desarrollando y mezclando en una misma acción varias habilidades básicas. Lo cual hace que las exigencias sean mayores en cuanto al dominio de las habilidades físicas básicas.
Por otro lado, para avanzar en el parkour, no solo basta con el dominio de las HMB (saltos, giros, desplazamientos, etc.), sino que también se requiere de las CFB (Fuerza, resistencia, velocidad y amplitud de movimiento -flexibilidad-).
Con la puesta en práctica del parkour he buscado conseguir varios objetivos:
•Ofrecer variabilidad de práctica deportiva para contribuir al aumento del desarrollo y madurez del sistema nervioso y motor.
•Dar a conocer nuevas formas de realizar ejercicios más allá de los deportes o juegos más tradicionales.
• Fomentar prácticas deportivas no competitivas, donde el ganar o el perder no estén claros, es más, no existe.
• Disfrutar de la actividad física sin más pretensiones que la superación de uno mismo.
•Proponer una actividad deportiva, donde los niños a través de la experimentación, puedan conocer las posibilidades y limitaciones de su propio cuerpo.