Vivimos distraídos la mayor parte del tiempo al punto en que no somos conscientes de la magnificencia de la vida.
Al dar por sentado que somos como creemos que somos, perdemos la oportunidad de ver y sentir todas las posibilidades que están ahí para ser vividas.
No siempre tenemos claridad a la hora de experimentar una situación de vida y reaccionamos sin ser conscientes de que es una nueva posibilidad para aprender. Te invito a hacer un alto y enfocar tu atención a eso que estás sintiendo y cómo lo estás sintiendo. La clave es ser consciente.