Alba, Aurora, Victoria y Ana.

El primer día muchos de nosotros llegamos nerviosos porque no sabíamos cómo iban a reaccionar. Al principio tuvimos que tirar de ellos pero poco a poco se fueron soltando. Ellos fueron cogiendo confianza con nosotros y a su vez fuimos mostrando nuestra mejor versión.

En primer lugar, explicamos cómo debían colorear la plantilla de la caja, aunque al final lo hicieron de forma aleatoria, pero el resultado fue bueno. Los que consiguieron acabar la tarea, preguntaron por el montaje de la caja, lo que nos motivó a continuar ya que mostraban interés.