Mi historia comenzó en el grado 8 tenía 15 años, cuando decidí cambiarme de colegio, fue muy inesperado ya que estábamos a mitán de año, pero quería y deseaba cambiarme de colegio y comenzar desde cero, a la vez estaba muy asusta, pero allí en ese nuevo colegio ya tenía una compañera ella me ayudaría a integrarme más, a conocer más personas estar en un ambiente mejor, con nuevos profesores, estaba muy nerviosa pero a la vez feliz de como seria, solo faltaba unos días para poder asistir a clase como los demás, la noche anterior no podía dormir de la emoción de que por fin iba estar en ese colegio, como normalmente puse la alarma como ayuda, y a la mañana siguiente me pare temprano para arreglarme muy bien y también para alistar todo lo que necesitaría ya que era nueva no tenía casi nada que llevar.
En camino al colegio tenía muchos nervios quería que todo saliera muy bien, al llegar al colegio y encontrarme con la única compañera que conocía en ese momento, cuando me encontré con ella, me presento sus amigas, comencé a conocerme con ellas, al pasar los días ya me iba sintiendo más cómoda con el colegio y ya conocía la mayoría de mis compañeros y también profesores, tenía la ilusión de conocer a un niño muy agradable y que le gustara, pero a la vez tenía miedo de conocer a un niño que no fuera el indicado, tenía miedo a ilusionarme sola o salir lastimada, al pasar las semanas y un par de meses ya estaba completamente más integrada en el colegio y segura a la vez, comencé a participar en la banda del colegio seguía conociendo a mas compañeras, pero no iba también en el estudio, estaba un poco preocupada por lo que ya estábamos en el tercer periodo me la pasaba haciendo trabajos, y pensado en mis calificaciones, siempre en las salidas del mediodía del colegio iba con mis compañeras y nos quedábamos un rato hablando y a la vez esperando el transporte para irnos a nuestras casas y así día tras día, y seguía pasando el tiempo iba mejorando en los estudios, pero tenía pequeños problemas con algunas compañera ya no eran tan sociable solo me la pasaba con las misma del principio, ya había dejado la ilusión de buscar o encontrar a la persona ideal.
Estaba ya entrando el mes de octubre, estaba un poco más ocupada, pero a su vez seguía en la banda ya que eso me ayudaba mucho a distraerme, las clases eran los viernes en las tarde, ese mismo viernes me escribe un niño, no lo conocía, ni tampoco lo había visto, yo no era ni soy delas que responde los mensajes y menos así de la nada, pero con ese niño sentía algo raro y especial y así que le respondí, se veía un simple “HOLA” pero estaba nerviosa de que ese niño me hablara y estaba intrigada de ¿cómo él me conocía?, ¿cómo sabia de mi o de mi nombre? aunque era por redes pero de igual tenía esa curiosidad de saber, seguimos hablando conociéndonos, fue ahí donde él me dijo que estudiaba en el mismo colegio que yo y ahora más intrigada estaba, al pensar en el porqué de nunca lo vi en el colegio, seguíamos hablando, hasta que concordamos en conocernos, yo le dije que podíamos el lunes en el colegio, nos podíamos conocer ya hablar en la hora del descanso y hablar mejor ósea personalmente, él me acepto la propuesta, ese mismo fin de semana estaba un poco nerviosa, porque lo conocería, también estaba nerviosa de ¿cómo él me vería?, ¿de qué hablaríamos? esas preguntas inquietantes pasaban por mi mente ese pequeño fin de semana.
Llego el lunes los nervios en la mañana eran más de lo normal, también cuando me arreglaba, como normalmente hice me camino hacia el colegio, llega al salón normal como cualquier día, hablé con mis compañeras, tuve mis clases, hasta que llegó la hora del descanso estaba súper nerviosa, no sabía cómo saludarlo, pero llego el momento de que nos encontramos y todo se sintió muy bien, sentí como si lo conociera desde hace mucho sentía confianza en hablar y así fue, yo era la que hable más, lo hacía reír pero seguía esos nervios en mí, de un momento a otro sonó el timbre, estábamos también hablando que se nos había pasado el tiempo tan rápido sin darnos la menor idea, quedamos en vernos a la salida del colegio, y ahí en la salida estaba el esperándome en el portón, continuamos hablando y a su vez el acompañándome a esperar mi transporte y así fueron los días que pasaban, seguíamos hablando, ya no éramos unos desconocidos, hablamos cada vez más, nos reímos más, nos conocíamos más y nos ayudamos en las cosas del colegio, continuaba pasando el tiempo, después de unos meses, él me dijo si deseaba ser su novia, sentí demasiados nervios, porque el niño que me gustaba tanto y me sigue gustando un mas, estaba muy interesado en mí y hasta quería que fuera su novia y así fue.
Estaba muy feliz y nerviosa de serlo, después de unos meses de novios, conocí a su familia, tenía mucho miedo en no caerles bien, en que no me aceptaran, pero gracias a Dios no fue así, les parecí muy bien y a mí también ellos nos fuimos integrando, conociéndonos más, y a su vez los dos nos acercarnos más a Dios y fuimos mejorando en todo y gracias a Dios, pasamos muchos momentos muy hermoso y lo seguimos pasando, porque después de tres hermosos años seguimos siendo novios, seguimos compartiendo los mejores momentos y cada vez mejores, estamos aún más en las de Dios, más entregados, y a la vez a nuestras familias.
Todo fue como y es como un sueño, porque cuando menos esperaba llega una persona muy especial y esencial para mi vida, cada detalle es gracias a DIOS, EL TIEMPO Y LA OBRA DE DIOS ES PERFECTA, TODO ES POR EL.