Para conocer en profundidad a Simon Weil. Es necesario ir más lejos, porque como en todo lo significativo y verdadero, nunca se termina de llegar a la estación de destino. Ella fue una brisa que rozó el alma de la filosofía, uniéndola como debiera ser, con una conducta y una vida coherente, dejando una pequeñísima luz encendida entre tantas sombras, para que la pudiéramos encontrar en hojas olvidadas de las bibliotecas.
Uno se encuentra con ella por casualidad, sino cuando se busca poesía en vida. Allí aparece ella, diciendo que la atención no es esfuerzo, sino apertura a las cosas, a las tareas, a las personas o a dios si lo queremos.
La atención nos explica es una forma de oración silenciosa y receptiva para estar presente, vacío de yo y de uno mismo. La gracia divina solo puede llegar cuando hay espacio para recibirla.
Simon Weil hizo una práctica coherente una conducta orientada hacia la transformación personal, en función de la transformación social.
Murió a los 34 años de edad (ver su biografía en https://es.wikipedia.org/wiki/Simone_Weil) dejando una extensa obra espiritual, filosófica y política.
Obras:
La Ilíada o el poema de la fuerza.
Opresión y libertad. Ensayos de crítica social y política.
Primeros escritos filosóficos.
Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social.
La condición obrera.
Escritos históricos y políticos.
Poemas seguido de Venecia salvada.
Sobre la ciencia. La fuente griega. Intuiciones precristianas.
El conocimiento sobrenatural.
Cuadernos. Colección Estructuras y Procesos.
Escritos de Londres y últimas cartas.
Carta a un religioso.
Echar raíces.
A la espera de Dios.
Pensamientos desordenados.
La gravedad y la gracia.
Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social.
Ensayos sobre la condición obrera.