En 1940, José Ortega y Gasset publica su libro: “Ideas y Creencias”. Su síntesis fundamental según lo que plantea, se expresa en términos de que «las ideas se tienen y en las creencias se está”. Esta mirada, tiene una importancia fundamental al momento en que meditamos sobre la situación existencial del ser humano.
Así, según Ortega, las creencias constituyen la base sicosocial de nuestra vida. Es aquello que consideramos como la realidad misma. En las creencias, vivimos nos movemos y somos. En términos de esa condición, es que no tenemos conciencia de esas creencias, no las pensamos, sino que simplemente actúan en nosotros, simplemente contamos con ellas. Como ejemplo basta preguntarnos acerca del dinero, el poder, el reconocimiento social o Dios mismo, para darnos cuenta que son cosas en las que creemos, incluso no teniendo datos suficientes para acreditar su existencia verdadera.
En cambio, las ideas, los pensamientos, tienen una carga de movilidad en tanto las pensamos cuando aparece la duda. Ellas entonces, ponen en discusión el sistema de creencias. Es en ese momento, cuando se produce un quiebre en el sistema de creencias, surgen las ideas. Pero esta a su vez, las ideas que reemplazan las creencias anteriores, también serán asumidas y consideradas como algo obvio, supuesto, existente y verdadero. Es decir surge un nuevo sistema de creencias.
El ser humano en situación constantemente desafía el trasfondo de ideas anteriores que se han convertido en creencias. En la dinámica histórica del ser humano, todo sistema de creencias ha sido puesto en discusión. Si un sistema de ideación, de creencias, falla y no da respuesta a necesidades epocales, es cuando nos vemos obligados a pensar y surgen nuevas ideas.
Este libro de Ortega y Gasset aparece hoy en toda su relevancia, porque el sistema de ideación y de creencias se encuentra en crisis en cuestionamiento. Hoy vivimos en una crisis generalizada, que se expresa de diferentes modos y que nos está obligando no solo a interpretar este momento, sino a buscar nuevos modos de comprender al mundo y a nosotros mismos.
Probablemente y a partir desde esta comprensión, es que quizás se abrirá paso un nuevo modo de pensar, que conducirá a mirarnos a nosotros mismos en cuanto “existencia humana” y al mundo en general en cuanto “existencia social”.