Enfermedades y determinantes sociales

Las acciones sanitaristas de nuestro ente rector cuyo enfoque ha sido muy alejado de la salud pública, que se han tomado durante la pandemia en nuestro país, nos van pasando factura en la medida que avanzan los días debido a la falta de fortalecimiento del autocuidado y el ausente abordaje de los determinantes sociales orientados a por lo menos garantizar los servicios básicos.

Se ha retornado a las escuelas y con ello, en algunas regiones del Perú, han aparecido brotes de Coxsackie virus (Enfermedad de mano, pie, boca), que deberían tenernos sin cuidado alarmante, en tanto no nos estuvieran alertando de la falta de higiene, cuya formación de hábitos viene de casa y se refuerza en las áreas educativas promoviendo principalmente en el lavado de manos con agua y jabón más que en el uso del alcohol como desinfectante.

Este tipo de situaciones se van a seguir presentando en la medida que sigamos negando el conocimiento explícito del territorio y sus comportamientos antropológico-sociales. Seguimos siendo reactivos, es por ello que los cuidados esenciales de salud (llámese atención primaria en salud) se ven cada vez más lejos.

Tener una visión amplia de los problemas de salud se torna más necesario que nunca. Repensar en estrategias que nos permitan comprender a la comunidad, comprometer y apoyarla con oportunidad es urgente. Es probable la llegada de una “cuarta ola”, pero más allá de ello hay muchos problemas latentes en salud que están comenzando a presentarse y no nos estamos adelantando con proactividad.